Los Santos Niños en Tielmes
La ermita





El Risco de los Mártires, en la vega del Tajuña



Dentro del rico entramado del culto a los Santos Niños en Tielmes, una piedra angular del fervor popular de los naturales de este pueblo de la Alcarria complutense hacia sus patronos es sin duda la ermita que se alza, a orillas del Tajuña, a unos dos kilómetros del pueblo al abrigo del Risco de los Mártires, un farallón terroso cortado por la erosión del río en cuya ladera se abren cuevas de ocupación prehistórica y en las cuales ubica la tradición local el refugio de los cristianos perseguidos.




La ermita en octubre de 1993


La ermita, sin embargo, es relativamente reciente, ya que fue construida hacia mediados del siglo XVIII, lo que la hace contemporánea del actual templo parroquial. ¿Existió en ese lugar algún otro edificio religioso, ermita o humilladero, con anterioridad a su construcción? Nada se sabe al respecto, aunque en las Relaciones de Felipe II, redactadas en la fecha relativamente tardía de 1579, no aparece la menor mención a la misma.

Sí se sabe que, una vez construida, pronto se convirtió en un foco de peregrinación de los habitantes de Tielmes, que instauraron la tradición todavía en vigor de llevar en procesión las imágenes de los patronos desde la parroquia hasta la ermita, en cuya explanada se celebra un acto religioso antes de retornar al pueblo. De hecho, en las Relaciones del cardenal Lorenzana de 1785, es decir, apenas unas pocas décadas después de su erección, podemos leer lo siguiente:


Y como tal tiene puesto todo su empeño en honrar a los Santos Niños Mártires Justo y Pastor, hermosos ciudadanos de ella y por la tradición nos consta y algún autor trae algún documento que la iglesia parroquial que tenemos fue la casa donde nacieron. Y el cerro pasado el río, hay una cueva en que se dice estuvieron ocultos con su madre por temor al tirano, al pie de éste venían antiguamente los pueblos circunvecinos la víspera de su martirio en procesión juntándose con esta parroquia en memoria de haber estado allí tan esclarecidos mártires; y la devoción de los vecinos ha edificado en este sitio una Ermita; a la que se va la víspera de la fiesta, y en ella se reparte caridad a toda la gente que concurre de todos los lugares circunvecinos.




La ermita en octubre de 2012


La ermita es un edificio de reducido tamaño y escasa calidad arquitectónica, con un costoso mantenimiento a causa de la humedad provocada por el cercano Tajuña, lo que ha obligado a realizar diversas reparaciones a lo largo de sus más de dos siglos de existencia. Fue restaurada en mayo de 1996 y bendecida por el entonces obispo de la diócesis complutense Manuel Ureña, y restaurada de nuevo en julio de 2002, tal como rezan sendos rótulos adosados a su fachada.


Azulejos de la fachada de la ermita


Esta fachada es muy sencilla, con una puerta con arco de medio punto y un frontón triangular que adopta la forma del tejado a dos aguas, rematado por un modesto campanario. Las únicas concesiones ornamentales son las dos bolas de piedra que rematan las esquinas y dos paneles de azulejos, situados sobre la puerta y también rematados en arcos de medio punto, que representan a los dos titulares del templo. Si comparamos una fotografía que hice en octubre de 1993 con otra reciente tomada en el mismo mes de 2012, veremos que tanto los azulejos como las bolas son posteriores a la primera de estas fechas, por lo que presumiblemente debieron de ser incorporados en la citada restauración de 1996. Otras reformas exteriores fueron el desencalado del arco de piedra de la puerta, la colocación de un zócalo y unas cantoneras chapados en piedra y el revoco del campanario, que en la fotografía de 1993 aparece de ladrillo visto y, con toda probabilidad, muy posterior a la fecha de construcción de la ermita.

El interior, por el contrario, no parece haber variado demasiado en todos estos años, salvo que la hornacina que oficia de presbiterio fue forrada con mármol beige y verde, aparte claro está de la pintura de las paredes.




Interior de la ermita en octubre de 1993


En cuanto a la iconografía existente en ella, ésta ha sido de lo más variado. Téngase en cuenta que la ermita permanece cerrada al culto durante todo el año excepto con ocasión de la celebración de la festividad de los Santos Niños el día 6 de agosto, pero incluso entonces lo reducido de su tamaño -ni siquiera puede pasar la carroza por la puerta de entrada- impide que la celebración religiosa se celebre en su interior, por lo que tiene lugar en la explanada. Si a ello le sumamos su ubicación, apartada del pueblo, y los ya aludidos deterioros provocados por la humedad, es fácil entender que, unido todo ello a los diferentes cambios de criterio de los responsables, nos encontremos ante un frecuente baile de imágenes y otras representaciones religiosas a lo largo de los años.




Interior de la ermita en octubre de 2012


Intentaremos resumirlos. Se sabe que en la parroquia antigua, hoy desaparecida, se conservaba un cuadro representando a los santos Justo y Pastor, pintado en 1699 por el alcalaíno Manuel Zahonero. Al parecer el cuadro fue trasladado a la ermita una vez construida ésta -se le cita en el inventario de 1896-, y allí permanecería hasta la década de 1930 en que, presumiblemente deteriorado -la sempiterna humedad, fue sustituido por las imágenes de mármol de las que hablo en el artículo correspondiente. Nada se sabe de lo que pudo ocurrirle al cuadro, aunque cabe la posibilidad -que habría que investigar- de que el medallón central del actual estandarte de la hermandad pudiera proceder del mismo.

No tuvieron suerte las citadas imágenes ya que en 1936, pocos años después de su traslado y apenas iniciada la Guerra Civil, fueron destrozadas bárbaramente a martillazos y arrojados sus pedazos a un pozo cercano a la ermita. Reconstruidas las imágenes como mejor se pudo al terminar la guerra, volvieron a ocupar su lugar en la ermita hasta que, a raíz de la restauración de 1996, fueron reemplazadas por las nuevas copias de las tallas en madera de la parroquia.




Detalle del azulejo que preside el altar


A partir de entonces hubo algún intercambio más entre ambos juegos de imágenes -las de mármol y las copias de las de madera- hasta que en fechas recientes, posiblemente durante el año jubilar de 2005-2206, todas ellas fueron llevadas a la cripta de la parroquia, donde continúan estado actualmente. En el altar mayor de la ermita lo que hay ahora es uno de los muchos azulejos decorados con las imágenes de los Santos Niños que se instalaron en las fachadas de diferentes viviendas a raíz del citado año jubilar, de diseño diferente a los anteriores. Se completa la iconografía existente en la misma con dos cuadros obra de artistas locales colgados en la pared del lado de la Epístola -el derecho-, uno dedicado a las tallas barrocas de la parroquia, y el otro una copia del desaparecido mural de la parroquia alcalaína de Santa María, obra de Manuel Palero representando el martirio de los Santos Niños. Ninguno de los dos tiene interés artístico.




Fuente de la ermita. Vista general


Fuera ya de la ermita, en el pequeño parque situado junto a ella, existe una fuente inaugurada, tal como reza en la inscripción existente en la misma, durante el año jubilar de 2005-2006. Lo más interesante de ella es sin duda el relieve tallado en piedra caliza en el que aparecen los bustos de los dos mártires, del cual no he podido averiguar quien fue su autor.




Fuente de la ermita. Detalle del relieve (arriba) y de la inscripción (abajo)




Ver también:
Los Santos Niños en España. Las tallas barrocas de Tielmes (Madrid)
Los Santos Niños en España. Las imágenes de mármol de Carrara de Tielmes (Madrid)
Los Santos Niños en España. Las imágenes del cementerio de Tielmes (Madrid)
Los Santos Niños en España Los paneles de azulejos de Tielmes (Madrid)
Los Santos Niños en España. La nueva escultura de Tielmes (Madrid)


Publicado el 15-11-2012