Los elementos ornamentales del campus universitario



La renacida Universidad complutense -sin mayúscula- es hoy, camino del cincuentenario de su refundación, uno de los principales pilares de Alcalá en todos los sentidos, incluido el patrimonio artístico. Pero cuando hablamos de éste siempre nos solemos fijar en el rectorado, las facultades y el resto de los edificios integrados en la ciudad olvidándonos del cada vez más consolidado campus, o campus externo para diferenciarlo del conjunto anterior, asentado en los terrenos de la antigua base aérea de la carretera de Meco.

Por sus características este campus no cuenta con edificios históricos salvo lo conservado del antiguo aeródromo: la torre de control, el imponente hangar y el remodelado cuartel -hoy facultad de Ciencias-, construidos en 1943, junto con la capilla fechada en 1953, siendo el resto de los edificios, incluido el hospital, posteriores a la creación de la Universidad. En un principio el campus carecía de elementos ornamentales, y aunque éstos siguen sin ser demasiados, poco a poco se han ido incorporando a éste, por lo que merecen ser reseñados.


Monumento a la Aviación Española




Monumento a la Aviación Española. Vista general


Dado que el campus ocupa el recinto de la antigua base aérea, era el lugar más indicado para albergar un monumento en homenaje a la Aviación española. Éste fue inaugurado en noviembre de 2006, aunque la fecha a la que hace referencia es el primer centenario de la aviación celebrado en 2005, en la rotonda situada frente a la facultad de Ciencias.




Monumento a la Aviación Española. Detalle


El monumento es sencillo, ya que consta de una hélice de avión junto con una lápida conmemorativa, elementos a los que se suman un grueso canto rodado y un bloque de piedra procedente de una cantera, todavía de mayor tamaño, que no se sabe muy bien lo que pintan allí, el último “adornado” con los inevitables garabatos de los pintamonas aficionados al vandalismo urbano. La lápida, en bronce, ostenta los escudos de la Universidad y del Ejército del Aire, los cuales flanquean la siguiente inscripción:




Monumento a la Aviación Española
Detalle de la lápida conmemorativa


ESTE CAMPUS UNIVERSITARIO
FUE AERODROMO DE
ALCALA DE HENARES,
CIUDAD PIONERA DE LA AVIACION
ESPAÑOLA
1913    1965
EN RECUERDO
2005 PRIMER CENTENARIO MUNDIAL DE LA AVIACIÓN
ASOCIACIÓN DE AMIGOS DE LA UNIVERSIDAD DE ALCALA




Monumento a la Aviación Española
Otra vista de las piedras


Existe un segundo homenaje a la aviación cercano al campus aunque fuera de éste, razón por la que sólo lo reseño brevemente. Se trata del avión C-101 Aviojet, utilizado por la Patrulla Águila de vuelo acrobático, que se instaló en enero de 2022 en la rotonda que da acceso a la Ciudad del Aire, y también al campus desde la avenida de Meco, en homenaje al comandante Eduardo Fermín “Ayo” Garvalena, fallecido en un accidente aéreo en marzo del 2020




Capilla de la antigua base aérea



Comenzamos con la ya citada capilla de la base aérea, enclavada en el jardín existente junto a la rotonda de la antigua torre de control, frente al edificio de Biología Celular y Genética. Su pequeño tamaño y el hecho de estar abierta a modo de porche hace pensar que debió de ser ideada para oficiar misas de campaña, ya que en su interior apenas si cabría nadie además del sacerdote oficiante.

En el suelo, frente a ella, un mosaico realizado con cantos rodados nos informa del año de su construcción, 1953. Aunque no hay en ella nada que indique su advocación original, cabe suponer que estuviera consagrada a la Virgen de Loreto, patrona del Ejército del Aire y titular, por esta razón, de la parroquia castrense que años después se construiría en la vecina Ciudad del Aire.

Esta capilla no debió de utilizarse durante muchos años ya que, tras la entrada en servicio de la vecina base de Torrejón en 1957, el aeródromo alcalaíno sería cerrado, tras una paulatina disminución de su actividad, en diciembre de 1965. La capilla, junto con el resto de los edificios, quedó abandonada y, pese a que la Universidad no mostró interés en su conservación, logró llegar prácticamente intacta hasta nuestros días aunque, eso sí, bastante sucia y deteriorada. Tal como puede apreciarse en la fotografía es poco más que un ábside con un arco apuntado que le sirve de acceso, una pequeña espadaña y, en lo que sería el testero, una hornacina para colocar el sagrario o bien un altar portátil durante las celebraciones religiosas. Aunque su valor artístico es reducido, merecería la pena restaurarla limpiándola, pintándola y reparando el tejado.




Pedestal de la estatua madrileña de Quevedo


Las cuatro caras del pedestal del campus universitario


En los jardines situados frente a la fachada principal del hospital apareció un buen día un extraño monumento carente de todo tipo de rótulo que permitiera identificarlo. Evidentemente se trataba del pedestal de una estatua y, por su estado de conservación, se apreciaba claramente que era antiguo, pero ¿cuál podría ser su procedencia?

Indagando encontré el dato de que se trataba del pedestal original de la estatua de Quevedo situada en la glorieta madrileña de su nombre, obra nada menos que del conocido escultor Agustín Querol, el cual había sido reemplazado por una réplica a causa de su deterioro.

Para salir de dudas, decidí acercarme a la glorieta de Quevedo y comprobar si ambos pedestales eran o no idénticos; y en efecto lo eran, aunque el alcalaíno presentaba un mayor grado de deterioro que el madrileño confirmando la hipótesis del cambio del original por una copia. La pregunta inmediata era evidentemente cuando pudo tener lugar este cambio, para lo que conviene hacer una breve reseña histórica de sus avatares a lo largo del tiempo.


La estatua de Quevedo y el pedestal vistos desde los cuatro lados


El monumento, formado por la estatua y el pedestal, fue inaugurado el 9 de junio de 1902, aunque no estuvo terminado hasta el 22 de octubre de ese mismo año1. Según el blog Viendo Madrid2 los relieves del pedestal corresponden a sendas figuras alegóricas que hacen alusión a los diferentes géneros abordados por el autor del Buscón: la Sátira, la Historia, la Poesía y la Prosa. En la parte baja estaba previsto adosar cuatro placas de bronce alusivas a cuatro obras suyas: Poderoso caballero, Don Dinero; Vida de Santo Tomás de Villanueva; Historia de Marco Bruto y Vida del gran tacaño -sorprende la ausencia de otras tan conocidas como el Buscón o los Sueños-, pero al parecer no llegaron a colocarse o, si se hizo, desaparecieron en una fecha temprana.

Su ubicación original no fue la actual sino la plaza de Alonso Martínez, conocida entonces como de Santa Bárbara. Aunque diversas fuentes datan el traslado a la glorieta de Quevedo en 1963, según he podido comprobar en la hemeroteca de ABC3 la historia fue más compleja, entrando también en juego el grave deterioro sufrido por el pedestal que, a diferencia de la estatua, no era de mármol sino de piedra caliza procedente de las canteras de Sepúlveda, blanda y muy poco resistente a las inclemencias del tiempo.

En un artículo publicado el 14 de septiembre de 1963 Luis de Armiñán comentaba que la estatua había sido desmontada tres días antes, aunque no el pedestal. Dos semanas más tarde este periódico reproducía una fotografía con el pedestal, todavía en la plaza de Alonso Martínez, rodeado de andamios y sin la estatua, al tiempo que el redactor del artículo alertaba sobre su deterioro. Al parecer debió de ser entonces cuando el Ayuntamiento madrileño, en vez de trasladarlo a su nuevo asentamiento, optó por reemplazarlo por una réplica que fue encargada al escultor Fernando Cruz Solís4, autor del crucifijo que preside el crucero de la Catedral-Magistral, el cual utilizó piedra caliza procedente de la localidad granadina de Atarfe, más dura que la original. La tarea debió de llevar su tiempo, puesto que en abril de 1966, dos años y medio más tarde, todavía se hablaba en futuro de la realización de una réplica exacta, no siendo hasta el 26 de abril de 1967, un año después, cuando ABC informaba de la colocación de la estatua, sobre el nuevo pedestal, en la recién remodelada glorieta de Quevedo, no sin reticencias ante el temor de que la contaminación generada por el tráfico pudiera seguir dañándolo.

No obstante su primer asentamiento en la glorieta homónima tampoco se correspondía con la actual, ya que inicialmente la estatua fue colocada en la confluencia de las calles Fuencarral y San Bernardo hasta que en noviembre de 1999 fue desplazada a la rotonda central de la plaza, donde hoy continúa estando.

Lo que no he conseguido averiguar es ni el momento en el que el pedestal antiguo, que supongo quedaría arrinconado en algún almacén, llegó al campus complutense, ni los medios de los que los responsables de nuestra Universidad se valieron para conseguirlo. Lo que sí es evidente es que este traslado tuvo lugar al menos varias décadas después de su retirada de las calles madrileñas, ya que no me consta que apareciera allí hasta hace relativamente pocos años, aunque antes de 2012 cuando la descubrí.

Y desde luego mereció la pena, aunque lo merecería todavía más que se colocara sobre él una estatua, no necesariamente copia de la de Madrid, de este escritor tan vinculado a Alcalá.


1 Montaña Galán Caballero. Los pegasos de Agustín Querol: análisis, ejecución, desmontaje e intentos de recuperación de un conjunto escultórico (1898-2011). Tesis doctoral. Universidad Complutense de Madrid, 2012.
2 Viendo Madrid. El monumento a Quevedo.
3 Hemeroteca de ABC 14-9-1963, 28-9-1963, 12-10-1963, 26-4-1966 y 26-4-1967.
4 Rafael Fraguas. Quevedo, a remojo. EL PAÍS, 3-11-1999.




Columna corintia



Cercana a la capilla se encuentra esta columna clásica perteneciente al orden corintio. Está aislada y evidentemente no procede de ningún templo griego, lo que hace suponer que se trate de una réplica de la cual no conozco su origen ni las circunstancias ni el momento que la llevaron allí. En cualquier caso es innegable su calidad artística, en especial su elaborado capitel.




Victoria de Samotracia



De fecha indeterminada, pero asimismo de probable factura reciente, es la copia de la famosa Victoria de Samotracia, una de las más conocidas esculturas griegas, cuyo original se conserva en el Museo del Louvre. Está situada junto a los edificios de la residencia universitaria, y aunque desconozco los detalles de su presencia allí, no cabe duda de que debe de ser recordada dada su notable calidad.




Tronco del campus



Una de las rotondas del campus, concretamente en la que se encuentra la entrada a las Urgencias del hospital, está adornada con un gran tronco seco que debió ser espectacular cuando todavía estaba vivo. En una de las dos peanas que lo soportan está adosada una placa de bronce que explica su origen:




Placa de la peana


UNIVERSIDAD DE ALCALÁ

Esta tronca de castaño donación de D. Joaquín Vázquez Alonso,
en el año 1996, al campus de la Universidad, procede del bosque
que rodea el palacio de Mirabel en Guadalupe (Cáceres)
residencia que fue de los Reyes Católicos




Ovni de Hormona y Neurona




Ovni de Hormona y Neurona “aterrizado” en el campus


El 24 de octubre de 2023 “aterrizaba” en el campus, concretamente en los jardines situados entre la facultad de Medicina y la Torre de Control, un ovni tripulado por Hormona y Neurona, dos extraterrestres procedentes de Sirio llegados a nuestra Universidad para cursar estudios dentro del Programa Interplanetario de Intercambio de Estudiantes. Obviamente se trataba de una simpática iniciativa para promover, de mano de estas dos mascotas, las diversas facetas de la Universidad, tanto la docente e investigadora como la social.

El platillo volante, una lograda réplica de los que aparecían en las añejas películas de ciencia ficción de serie B, tan sólo estuvo unos días en este lugar ya que fue trasladado a la plaza de la facultad de Ciencias, lugar que cabe suponer será su ubicación definitiva.




Columnas de hierro




Columnas de hierro


Muy cerca de allí, en la parte trasera de Ciencias, se alzan tren columnas de hierro fundido probablemente rescatadas de algún edificio antiguo, puesto que estos elementos constructivos fueron habituales a finales del siglo XIX y principios del XX, aunque desconozco su procedencia. Su función es puramente ornamental, pero no por ello dejan de tener interés.




Busto de Linneo




Busto de Linneo. Fotografía de Raimundo Pastor publicada en la Wikipedia


Aunque el Jardín Botánico de la Universidad ya es en sí mismo un monumento, dentro de él cabe reseñar la plaza de Linneo, inaugurada en 2007 con ocasión de la conmemoración del III centenario del nacimiento de este naturalista sueco. En ella se alza el busto dedicado al padre de la taxonomía, sobre un pedestal en el que está adosada una lápida de bronce con esta sencilla inscripción:


LINNEO
1707-1778




Otros elementos ornamentales del Jardín Botánico




Pozo del Jardín Botánico


El Jardín Botánico cuenta con otros elementos ornamentales además del busto de Linneo. Junto al edificio de recepción se encuentra este pozo, cuyo decorado brocal recuerda al arte mudéjar que tanto ha influido en el arte español.




Fuente del Jardín Botánico


Frente al auditorio existe esta fuente en cascada, lamentablemente vacía cuando visité el Jardín Botánico.




Columnas de la rosaleda del Jardín Botánico


En la rosaleda se alzan estas dos columnas de piedra que aportan un sabor clásico a este bello rincón del Jardín Botánico.




Tríptico en blanco de Mª Antonia Román Prado


Junto al invernadero nos encontramos con esta obra escultórica, titulada Tríptico en blanco, obra de la escultora portorriqueña Mª Antonia Román Prado. Se trata de tres piezas de mármol de Carrara talladas en un estilo abstracto al que acompañan, según el rótulo, vagas alusiones figurativas o simbolistas.




Locomotora de vapor




Fotografía tomada de ciudaddelaire.wordpress.com


Concluyo el artículo con el recuerdo de un elemento ornamental hoy desaparecido, la locomotora a vapor que estuvo situada junto a la salida del apeadero del campus, en el camino que conduce a la facultad de Ciencias. La locomotora, propiedad de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles, fue cedida en 1978 a la Universidad permaneciendo en el campus hasta 2013, fecha en la que se encontraba en un estado de incipiente deterioro. Fue entonces cuando, en circunstancias que desconozco, la Fundación decidió cederla en depósito temporal a las bodegas Muga, radicadas en la localidad riojana de Haro, donde todavía hoy continúa sin que aparentemente la Universidad mostrara interés en conservarla.


Publicado el 4-11-2023
Actualizado el 11-12-2023