Pedro Paulet



Habitualmente, cuando se habla de los pioneros de la astronáutica suelen aflorar los nombres de Konstantin Tsiolkovsky, Hermann Oberth oRobert Goddard, quedando en el olvido el del ingeniero peruano Pedro Paulet Mostajo pese a sus importantes contribuciones a este campo del saber humano.

Nacido en Arequipa el 2 de julio de 1874 y fallecido en Buenos Aires en 1945, su biografía es bastante similar a la de los otros precursores. Interesado por los viajes espaciales desde muy niño, una beca del gobierno peruano le permitió trasladarse en 1893 a París, donde cursó estudios de ingeniería y arquitectura. Graduado como ingeniero químico en 1901, las disciplinas que abordó fueron mucho más amplias: arquitecto, ingeniero, mecánico, químico, economista, geógrafo, escultor, diplomático, escritor, periodista, conferenciante e inventor.

En 1895, varios años antes de que lo hiciera Tsiolkovsky, Paulet diseñó un motor a reacción, que llamó Girándula Motriz, que utilizaba como combustible una mezcla de gasolina y peróxido de nitrógeno, y en 1902 hizo lo propio con lo que él denominó Autobólido o Avión Torpedo, un vehículo de aluminio y acero de forma ahusada y terminado en punta de lanza, cuyo interior albergaba una cabina esférica ocupada por la tripulación. Su propulsión, huelga decirlo, ser lograba con cohetes. A decir de todos los expertos, incluyendo al mismísimo von Braun, Paulet fue el padre de la cohetería moderna, debiéndole Tsiolkovsky, Oberth y Goddard parte de las ideas que aplicaron a sus propios trabajos. Lamentablemente, y al igual que ocurrió con otros tantos precursores, sus intentos de obtener financiación para materializar sus proyectos resultarían baldíos, ya que no consiguió el necesario apoyo ni del gobierno de su país, ni tampoco del británico.


Publicado el 8-11-2008