La presencia de Santo Tomás de Villanueva en Madrid





Estampa de santo Tomás de Villanueva
Parroquia de San José de Madrid



Hace unas semanas, husmeando por el Rastro madrileño, encontré una estampa dedicada a santo Tomás de Villanueva. Ésta, en principio, no tenía mucho de particular; impresa en blanco y negro con una calidad discreta, parecía ser de los años 50 ó 60, antes de que se generalizara el color. En el anverso reproducía un grabado muy parecido -aunque no idéntico- al famoso cuadro de Murillo que se conserva en el Museo de Bellas Artes de Sevilla, junto con el nombre del santo al pie del dibujo, y en el reverso se leía una oración a este santo. El pie de imprenta -sin fecha- indicaba que la estampa había sido editada por la Librería Religiosa Hernández, sita en el número 6 de la madrileña calle de la Paz, y un número -concretamente en 311- situado en la esquina inferior izquierda del anverso parecía indicar su ordinal correspondiente dentro de una previsible serie de estampas religiosas dedicadas a diferentes santos.

Aparte de la curiosidad de la estampa en sí, lo que me llamó la atención fue que en el espacio en blanco situado bajo el grabado habían estampado un sello de caucho en el cual se leía lo siguiente:


SANTO TOMÁS DE VILLANUEVA
ABOGADO DEL TRABAJO Y NEGOCIOS
IGLESIA DE S. JOSÉ
CAPILLA DE SANTA TERESA

Aunque nada indicaba que esa iglesia de San José fuera la parroquia madrileña de este nombre, en principio parecía probable que lo fuera... así pues, realicé una visita a la misma. Esta parroquia, situada en la esquina de la calle de Alcalá y la Gran Vía, fue originalmente la capilla del convento de carmelitas descalzos de San Hermenegildo, construido a finales del siglo XVI y terminado en 1605. El templo actual, que es lo único que se conserva del desaparecido cenobio, demolido tras la desamortización de Mendizábal -en su solar se alzó el mítico teatro Apolo, reemplazado a su vez por la sede del Banco de Vizcaya-, es obra de Pedro de Ribera, que inició su construcción en 1730 concluyéndose ésta en 1748.

Como es fácil de imaginar, dada la talla del arquitecto que lo construyó, el templo es uno de los más interesantes de Madrid. El traslado al mismo de la antigua parroquia de San José tras la exclaustración del convento le salvó sin duda de correr la misma suerte que éste, salvándose por los pelos casi un siglo más tarde cuando la construcción de la Gran Vía, que se llevó por delante varios edificios de interés, rozó literalmente su fábrica, tal como se puede apreciar en la actualidad.

De planta y trazas barrocas, la iglesia de San José conserva un notable patrimonio artístico. Junto a la cabecera, en el lado del Evangelio (el izquierdo), se abre la capilla de Santa Teresa, de planta basilical y adornada con notables pinturas murales, así como con una nutrida colección de tallas religiosas. Y sí, había acertado, allí se encontraba una figura de Santo Tomás de Villanueva de pequeño tamaño fechada, según rezaba un cartel adosado en la pared, en el siglo XVIII.


Portada de la iglesia de San José (izquierda) e imagen de Santo Tomás de Villanueva (derecha)


La imagen se encuentra situada en el altar de la derecha, acompañada de otras tallas tales como una Inmaculada del XIX, un San Juan de la Cruz atribuido a la escuela de Gregorio Hernández, un San Agustín del XVIII y una Virgen de la Vega del XX. Las imágenes de Santo Tomás y San Agustín, que tendrán como mucho un metro de altura, muestran similitudes de estilo, lo que hace sospechar que pudieran haber salido de una misma mano siendo, asimismo, compañeras. Están situadas a los pies y a ambos lados del retablo de la Inmaculada, protegido a su vez por una verja, y en lo que respecta a la de Santo Tomás ésta representa al santo agustino con su iconografía clásica, ataviado de obispo y dando limosna a un pobre con la mano derecha mientras con la izquierda sostiene una bolsa con dinero. Dada la datación de la iglesia, cabe pensar que esta talla sea contemporánea de la reconstrucción del edificio realizada a mediados del siglo XVIII, a no ser que proceda de algún otro de los muchos templos desaparecidos en la capital.

Además de la iglesia de San José también podemos encontrar iconografía del santo manchego en el monumental templo de San Francisco el Grande, concretamente en uno de los muchos medallones con cabezas de santos que, pintados en los muros, están repartidos por toda la nave central y por el ábside de la iglesia. El de santo Tomás está situado al lado del Evangelio -el de la izquierda, mirando al altar mayor de frente-, en el lienzo de pared que separa el ábside de la primera capilla. Independientemente de que los rasgos de la pintura se ajusten o no a su verdadera fisonomía, llama la atención que esté desprovisto de sus atributos episcopales, en concreto la mitra, por lo que tan sólo se le puede identificar por la inscripción en latín que indica su nombre, “S. THOMAS A VILLANOVA”.



Medallón de santo Tomás de Villanueva
Parroquia de San Francisco el Grande de Madrid


Existe asimismo una parroquia consagrada a santo Tomás en el Puente de Vallecas, y más concretamente en el barrio de Palomeras Sureste. Según pude apreciar tras una investigación por internet se trataba de un templo moderno aparentemente sin especial valor arquitectónico, pero en cualquier caso estimé conveniente visitarlo.



Parroquia de Santo Tomás de Villanueva. Vista exterior


La parroquia está situada en la esquina de las calles Leoneses -de la que hace el número 6- y Villalobos. Se trata de un edificio relativamente reciente, ya que fue inaugurado el 1 de febrero de 1998, aunque como suele ocurrir a menudo la existencia de la parroquia es bastante anterior ya que fue creada en 1965, habiendo ocupado durante más de treinta años un local provisional.



Parroquia de Santo Tomás de Villanueva. Entrada


Arquitectónicamente, como yo ya sospechaba, la iglesia no tiene especial interés, algo que no creo que importe demasiado a los sacerdotes que la regentan, de la orden de los dominicos y muy involucrados en su labor pastoral en este barrio obrero del sur de Madrid. Y desde luego, como pude comprobar, sus parroquianos respondían llenando prácticamente la iglesia para asistir a la misa del domingo.

El templo, que en el exterior tan sólo se singulariza por una cruz metálica y por el nombre de la parroquia inscrito en el muro, en su interior es asimismo muy sencillo y sin apenas concesiones estéticas, con muros de ladrillo visto y columnas de hormigón desnudo. Tras la mesa del altar un liso muro de pizarra ocupa el lugar del inexistente retablo ocultando la esquina trasera del recinto, que oficia de sacristía.



Parroquia de Santo Tomás de Villanueva. Vista interior


En cuanto a la ornamentación es asimismo austera, reduciéndose a sendas imágenes de Cristo crucificado y de la Virgen de factura moderna. No existe ninguna iconografía alusiva al titular, algo por otro lado bastante habitual en las parroquias constituidas con posterioridad al concilio Vaticano II.



Parroquia de Santo Tomás de Villanueva. Ceremonia religiosa


La presencia de santo Tomás de Villanueva en Madrid se completa con una residencia universitaria bautizada con su nombre. Situada en el número 87 de la calle Príncipe de Vergara, en la esquina con General Oráa, está regentada por la orden de los agustinos recoletos, lo que justifica su nombre dado que santo Tomás de Villanueva, como es sabido, perteneció a esta comunidad religiosa. La residencia comparte el edificio con la parroquia de Santa Mónica, asimismo a cargo de la orden agustina, a donde se trasladó ésta con posterioridad a la desamortización de Mendizábal de 1836. Destruido el edificio original en 1936, la construcción del actual tendría lugar en 1948. Aunque santo Tomás no es el titular del templo, habría cabido la posibilidad de que contara con alguna representación iconográfica en el mismo, pero no es así.



Residencia universitaria de Santo Tomás de Villanueva y parroquia de Santa Mónica


Y eso es todo lo que he podido encontrar. Sorprendentemente santo Tomás de Villanueva no está presente en el callejero de Madrid, pese a que éste cuenta con una nutrida representación del santoral, incluyendo muchos santos poco conocidos cuando no exóticos.


Publicado el 13-4-2011
Actualizado el 6-1-2012