La presencia de Santo Tomás de Villanueva en Granada





Rótulo del convento de las Tomasas, en el Albaicín



Durante la pasada Semana Santa aproveché para hacer un viaje por diferentes lugares de Andalucía, cuya primera etapa fue Granada. No era ésta la primera vez que visitaba esta ciudad, pero sí fue la primera en la que caí en la cuenta, por pura casualidad como suele ocurrir en muchos de estos casos, de la presencia en ella de la memoria de santo Tomás de Villanueva.




Rótulo de la calle (carril) de las Tomasas, en el Albaicín


Durante la obligada visita al barrio del Albaicín, y más en concreto al célebre mirador de San Nicolás, me di de boca con un rótulo de azulejos policromados, muy al gusto andaluz, que rezaba: “Convento de Santo Tomás de Villanueva (Tomasas). Agustinas recoletas”. Huelga decir que le hice todas las fotografías que pude, aunque por desgracia todas ellas fueron exteriores: la iglesia del convento, muy austera en su fachada, tan sólo se abría para decir en ella misa, a unas horas a las que no me resultó posible acudir durante mi breve estancia en la capital granadina.




Vista general del convento, en la que se aprecia el torreón de la Alcazaba Cadima. Fotografía de Jorge Quesada


No obstante, y además del ya citado rótulo, sí localicé una imagen del santo titular, muy deteriorada, en la hornacina situada sobre la puerta de entrada al templo, ambas protegidas por un pequeño tejadillo a dos aguas que constituía, junto con la austera espadaña, el único indicio de que se trataba de un edificio religioso. Aunque en una fotografía antigua que encontré en internet se aprecia, en la fachada lateral y justo sobre el rótulo, un panel de azulejos policromados representando al santo titular, éste ya no existía en el momento de mi visita.




Puerta de entrada a la iglesia


Sin embargo, no todo estaba perdido. También en internet encontré una presentación en powerpoint, firmada por Jorge Quesada, con un completo reportaje fotográfico del interior del convento que me vino como anillo al dedo. Pese a que intenté contactar con el autor del reportaje, tan sólo pude encontrar más presentaciones suyas -otra de ellas también estaba dedicada a las Tomasas- siéndome imposible dirigirme a él y pedirle permiso para utilizar algunas de sus fotografías; así pues, espero que no le importe demasiado y, por supuesto, vaya aquí mi agradecimiento a la par que mi felicitación por su excelente trabajo.


Portada de la iglesia (izquierda) e imagen de santo Tomás (derecha)


La presentación aportaba también algunos datos sobre el convento que, completados con los procedentes de otras fuentes, me permite pergeñar un esbozo histórico del mismo. Su fundación se debe a la madre Antonia de Jesús, nacida en Pastrana de familia granadina. Profesa en 1634 como mantelada o beata -supongo que sería algún tipo de orden menor, aunque no he podido concretarlo- en el convento que los agustinos recoletos tenían en el Albaicín, hoy desaparecido, dos años más tarde fundaría un beaterio de la orden en unas casas cercanas al mismo, el cual se transformaría en 1668 en convento de agustinas recoletas, perdurando como tal hasta la actualidad. Posteriormente Antonia de Jesús emprendería una activa labor de fundación de nuevos conventos de su orden en Granada, Chiclana y Medina Sidonia, falleciendo en este último en 1695. Pese a su fama de santidad su proceso de beatificación no sería iniciado hasta el año 2000, encontrándose actualmente en curso.




Fotografía donde se aprecia el panel de azulejos representando a santo Tomás, actualmente desaparecido
(tomada de www.albaicin-granada.com)


En lo que respecta al convento fundado en el Albaicín, éste no se construyó de nueva planta, asentándose en casas ya preexistentes adosadas a una de las torres de la Alcazaba Cadima, la antigua fortaleza de los reyes granadinos anterior a la construcción, al otro lado del barranco del Darro, de la Alhambra. Durante siglos la comunidad religiosa vivió sin sobresaltos, pero en la madrugada del 10 de diciembre de 1933, apenas un mes después las elecciones generales que dieron el triunfo a los partidos conservadores opuestos a la política progresista del bienio anterior, grupos de incontrolados, adscritos según la prensa de la época a los movimientos anarquistas, sembraron el caos en Granada incendiando varios edificios religiosos, entre ellos el de las Tomasas, que sufrió graves daños perdiéndose la práctica totalidad de su patrimonio artístico.

Dado que el edificio quedó inhabitable la comunidad hubo de alojarse temporalmente en el otro convento granadino de su orden, el del Corpus Christi, no pudiendo volver a ocupar el suyo hasta 1939, una vez concluida la Guerra Civil. Con el tiempo éste sería reconstruido en su totalidad, recuperándose en lo posible su aspecto original que, dentro de su sencillez, no deja de tener un gran atractivo.




Altar de la iglesia, con la imagen de santo Tomás a la derecha. Fotografía de Jorge Quesada


La iglesia, su principal elemento artístico, es de pequeño tamaño y planta de salón, probablemente fruto de la adaptación de una estancia anterior del edificio original, tal como ocurre en los conventos alcalaínos de la Imagen y de Santa Catalina, o en la iglesia del Hospital de Antezana, y está cubierta por un artesonado de estilo renacentista. El altar mayor está presidido por una imagen de la Virgen de la Consolación, flanqueada por las de san Agustín y santo Tomás de Villanueva, este último representado en su iconografía habitual de dar limosna.

A falta de saber qué representaciones iconográficas del santo titular se perdieron en el incendio, gracias a las fotografías de la presentación de Jorge Quesada he podido descubrir en el interior del convento al menos otras dos imágenes de santo Tomás, ambas modernas, la primera en el rellano de una escalera y la segunda, que tan sólo se entrevé parcialmente, junto a la puerta de salida a uno de los patios.




Imagen de santo Tomás en el interior del convento. Fotografía de Jorge Quesada


Y eso es todo lo que puedo exponer acerca de este interesante convento, aunque no se acaba aquí su presencia en la ciudad de Granada. En el otro convento femenino de la orden, el de Corpus Christi, ubicado en la calle Gracia, según la información proporcionada por la Granadapedia la iglesia, consagrada a santa María Magdalena, cuenta con un lienzo pintado por Juan de Sevilla en 1685 que representa el Triunfo de la Eucaristía adorada por la Virgen, ángeles y los santos de la orden Agustín y Tomás de Villanueva. Puesto que no tuve ocasión de visitarlo, habré de esperar a un próximo viaje a la ciudad para poder contemplarlo.




Otra imagen de santo Tomás en el interior del convento. Fotografía de Jorge Quesada


Asimismo existe un colegio de agustinos bautizado con el nombre del santo manchego, cuya primera piedra se colocó el 8 de septiembre de 1965 iniciándose su labor docente dos años más tarde, en octubre de 1967. Paralelamente se trasladó al mismo la comunidad agustina que desde finales del siglo XIX, tras la restauración de las órdenes religiosas en España, se había instalado en la desamortizada iglesia del Corpus Christi, o de los Hospitalicos, situada en la céntrica calle Elvira, donde la orden mantiene actualmente una residencia. La calle en la que se ubica el colegio, situada entre el Camino de Ronda y la autovía de circunvalación, lleva asimismo el nombre de su santo titular.

La relación de edificios granadinos relacionados con nuestro personaje se completa con la parroquia de Santo Tomás de Villanueva, ubicada en el número 2 de la calle Recoletos y aneja al citado colegio, por lo que cabe suponer que su construcción sea contemporánea a la de éste.


Publicado el 15-5-2012