Los Santos Niños en la pintura
Los cuadros de Gregorio Vázquez de Arce



Gregorio Vázquez -o Vásquez- de Arce y Ceballos, descendiente de una familia sevillana emigrada a lo que entonces se conocía como Nueva Granada, nació en Bogotá en 1638 y falleció en esta misma ciudad en 1711.

Activo desde el año 1657, está considerado como el pintor más importante de la Colombia colonial, encuadrado en lo que se conoce como el barroco hispanoamericano o barroco colonial. Tal como era habitual en esa época no sólo en América, sino también en España, la mayor parte de sus cuadros responden a temáticas religiosas y a retratos. Se mostró especialmente activo en representaciones marianas, así como de santos y mártires y ángeles músicos, esta última una variante típicamente colonial.

Su fama como pintor no le libró de ser encarcelado en 1701 por un oscuro asunto de faldas, lo que no le impidió terminar en la cárcel el encargo de 42 obras para la Capilla del Sagrario de la catedral bogotana. Liberado en 1710 con síntomas de locura y completamente arruinado, falleció tan sólo un año más tarde.

Sus obras están repartidas por diferentes museos e iglesias colombianas, así como en otros países. Su producción fue muy extensa y, aunque en las listas de sus cuadros más famosos no aparecen, dedicó al menos tres cuadros a los Santos Niños y otro a san Diego, aunque en este artículo me voy a referir tan sólo a los primeros.

Lamentablemente es muy poca la información que he podido encontrar, siendo mi principal y casi única fuente documental la base de datos del Proyecto ARCA (Arte colonial americano), y en algunos casos las fotografías de los cuadros ni siquiera son en color; pero al menos podrán servir como testimonio de cómo el culto a los mártires complutenses llegó hasta tierras tan lejanas como las colombianas.




Cuadro de la iglesia de Nuestra Señora de las Nieves de Bogotá. Fotografía tomada de ARCA


El primer cuadro se conserva en la iglesia de Nuestra Señora de las Nieves de Bogotá. Es un óleo sobre tela y representa el momento en el que los Santos Niños comparecen ante Daciano en el interior de su palacio. Tal como era habitual en esta época, abundan en él los anacronismos: Daciano aparece ataviado con unos ropajes que más recuerdan a un gobernante turco que a un prefecto romano, mientras los Santos Niños visten camisa y calzón y unas largas levitas que sólo con mucha imaginación se pueden asimilar a las túnicas romanas. En sus manos portan sendos libros -un anacronismo más, aunque éste más habitual- y sobre sus hombros reposan las palmas del martirio. Los dos hermanos se muestran relajados, con Pástor escuchado con atención a Daciano y Justo mirándole a él. La escena se completa con dos soldados -lo único realmente romano del cuadro- en actitud vigilante.

El segundo, también un óleo sobre lienzo de 89 × 66 cm., se encuentra en la catedral de Bogotá. Aunque el catálogo ARCA no detalla dónde, según la página de Foroxerbar en la capilla de Santiago se encuentran “dos pequeños cuadros de los Santos Justo y Pastor”, sin precisar más detalles. Cabe suponer que uno de ellos sea éste, pero ¿y el otro? La Wikipedia afirma que todos los cuadros de esta capilla son obra de Vázquez de Arce, pero sorprende que un catálogo tan detallado como el de ARCA no se haga eco del segundo de ellos.




Cuadro de la catedral de Bogotá. Fotografía tomada de ARCA


Así pues, fijémonos en el único del que disponemos de información gráfica. Cuenta con la peculiaridad de que las figuras de los Santos Niños son muy similares a las del cuadro anterior, por lo que cabe suponer que Vázquez de Arce debió de repetir el mismo modelo. Sin embargo, el resto del cuadro es totalmente distinto. Aquí los mártires complutenses se encuentran en un paisaje exterior, sobre un fondo de edificios de traza vagamente antigua y un paisaje montañoso. En la parte superior un ángel porta dos coronas de laurel en actitud de colocarlas sobre sus cabezas, mientras Justo señala con la mano derecha una escena -la típica “viñeta” que representa su martirio, con uno de ellos degollado -en realidad fueron decapitados- y el otro en el momento de serlo.

Dada la composición del cuadro yo me atrevería a asegurar que el original debió de ser éste -lamentablemente tan sólo dispongo de una fotografía en blanco y negro- y la copia el anterior, lo que explicaría la falta de relación entre las posturas de los Santos Niños y la de Daciano, mientras que aquí la mano de Justo señala claramente a su hermano la escena del martirio a modo de premonición, junto con el hecho de que éste parece más elaborado que su compañero como cabría esperar al haber sido encargado por el cabildo de la catedral, lo que me impide hacer un estudio más detallado. Y como desconozco la fecha de ejecución de ambos cuadros, nada puedo asegurar al respecto.




Cuadro de colección particular. Fotografía tomada de ARCA


El tercer cuadro es un óleo sobre tabla de propiedad particular, y al igual que en el caso anterior la única fotografía que he conseguido encontrar también es en blanco y negro. En esta ocasión el pintor tan sólo representó los bustos de los Santos Niños, con uno de ellos -presumiblemente Justo, aunque no se aprecia la diferencia de edad- dirigiéndose a su hermano mientras éste mantiene la mirada perdida, como resignándose a su destino. Sólo se aprecia una palma de martirio y, dado que los bustos ocupan la práctica totalidad de la superficie del cuadro, no se aprecian más detalles.


Publicado el 28-4-2020