El martirio de los Santos Niños en la reja
del sepulcro del Cardenal Cisneros



Aunque los avatares del sepulcro del cardenal Cisneros y de sus baqueteados restos mortales son dignos casi de una novela, en esta ocasión me voy a limitar a recordar uno de los elementos decorativos que abarca su amplio programa iconográfico, por estar éste dedicado a los Santos Niños.

El sepulcro estaba rodeado originalmente por una artística verja de bronce forjada por los dos Nicolás de Vergara, padre e hijo, entre 1566 y 1591, siendo pues muy posterior al sepulcro, que fue terminado en 1521. Los veinticinco años que median entre la firma del primer contrato y su culminación indican que la verja sufrió múltiples avatares, desde desacuerdos económicos entre la Universidad de Alcalá y los escultores e incumplimientos de plazos, hasta el fallecimiento de Nicolás de Vergara el Viejo en 1574 siendo sustituido por su hijo, el cual mantuvo un largo pleito con la Universidad por desacuerdos en la tasación de su trabajo. El proyecto inicial de Vergara el Viejo experimentaría asimismo varias modificaciones importantes en relación con el diseño final de la verja.




El sepulcro del cardenal Cisneros, con la reja todavía intacta, en la Iglesia Magistral antes de 1936
Fotografía de Ricardo de Orueta. Fondo Gómez Moreno/Orueta. Biblioteca Tomás Navarro Tomas (CSIC)


Una vez instalada, la verja permaneció en la capilla de San Ildefonso, acompañando al sepulcro, hasta que a mediados del siglo XIX, ante la situación de abandono de la capilla, ambos fueran trasladados a la Iglesia Magistral junto con los restos del cardenal, siendo instalados en el crucero frente a la reja del presbiterio. Allí permanecieron hasta que en julio de 1936 el incendio de este tempo provocó graves daños en el sepulcro, sobre el que se desplomó la bóveda, aunque en una fotografía realizada inmediatamente después del incendio -esta salvajada fue utilizada con fines propagandísticos por ambos bandos, aunque los autores materiales fueron milicianos republicanos-, se puede apreciar que la verja, aunque parcialmente caída, no sufrió aparentemente graves daños.




El sepulcro del cardenal Cisneros tras el incendio de la Iglesia Magistral de julio de 1936
Fototeca del Patrimonio Histórico. Archivo Vaamonde Horcada


Por desgracia, después del incendio tuvo lugar un saqueo que acabó por arruinar lo que se había salvado de éste. José María Lacarra, comisionado por el gobierno de la II República para rescatar cuanto se pudiera del maltrecho patrimonio artístico de la ciudad, señaló en un informe fechado el 5 de septiembre que la reja estaba parcialmente destruida y que sólo podría salvarse en parte. Finalmente el sepulcro sería trasladado, junto con otros objetos artísticos, a Madrid. Tras ser restaurado en 1959 fue devuelto a Alcalá, aunque no a la Magistral sino a San Ildefonso, mientras los restos del cardenal no retornarían hasta 1977 a la Magistral, donde todavía hoy continúan.

A la reja, por último, se le perdió el rastro. Según Álvaro Pascual Chenel1 al parecer fue vendida como chatarra al terminar la guerra, pudiéndose recuperar parcialmente -menos de la mitad- en Asturias, depositándose en el Museo Arqueológico Nacional. El resto de ella, a excepción de un escudo del cardenal que se conserva en la Catedral-Magistral, continúa en paradero desconocido. Resulta interesante reseñar el comentario que aparece en el inventario del Museo Arqueológico Nacional, en la ficha correspondiente a un grabado decimonónico del sepulcro2:


El sepulcro del cardenal Cisneros y la reja que lo rodeaba ingresaron en este Museo para garantizar su protección durante la Guerra Civil (ver expediente 1941/90). Sin embargo, mientras que el sepulcro fue reclamado y devuelto a su lugar original, donde hoy se expone, los elementos que quedaban de la reja se mantuvieron en el Museo, quedando como bienes de la colección estable del mismo a partir de 1963.


Lo cual, si es cierto -y no tengo motivos para dudarlo-, indicaría una gravísima negligencia por parte de las autoridades locales de la época, si es que éstas renunciaron como todo parece indicar a la reclamación de este patrimonio.

Dentro de los distintos elementos ornamentales de la reja del sepulcro destacaban los cuatro balaustres de las esquinas, en forma de columnas estriadas rematadas por unos plintos, o pedestales prismáticos, sobre los que se apoyaban, a modo de remates, otros tantos jarrones. Estos pedestales tenían sus caras laterales decoradas con relieves, cuatro por cada uno de ellos, lo que hacía un total de dieciséis motivos todos ellos alusivos, de una u otra manera, a la figura del cardenal: alegorías religiosas, la imposición de la casulla a san Ildefonso, escenas de su vida o, y he aquí el que nos interesa, el martirio de los Santos Niños.

Por fortuna este plinto se conserva en el Museo Arqueológico, pero dado que se exhibe separado del balaustre sobre el que originalmente se apoyaba, no resulta posible determinar a cual de las cuatro esquinas correspondía, ya que las fotografías del sepulcro anteriores a 1936, cuando la reja estaba todavía intacta, carecen de la suficiente resolución para identificarlo. No obstante, pese a quedar desubicado siempre resultará interesante reproducirlo.




Relieve del martirio de los Santos Niños. Actualmente en el Museo Arqueológico Nacional


Tal como se puede apreciar en la fotografía, la representación del martirio de los mártires complutenses sigue los cánones clásicos del Renacimiento. En un primer plano aparecen los dos hermanos, arrodillados justo antes de que el verdugo, de espaldas, abata sobre ellos el hacha con la que serán decapitados. A la derecha tres personajes contemplan la ejecución, uno de los cuales, con un bastón de mando en la mano, puede ser identificado como Daciano. La breve escena -el pedestal no tendrá más allá de unos 15 ó 20 centímetros de altura- se completa con un fondo arquitectónico clásico al gusto de la época.

Y eso es todo lo que puedo decir al respecto. Aunque el pedestal está catalogado con el número de inventario 1941/90/4, en la ficha correspondiente no aparecen más datos de interés aparte de los ya reseñados.




1 Álvaro Pascual Chenel. El Catálogo Monumental de España y la investigación sobre el patrimonio artístico desaparecido: el caso de los sepulcros monumentales. En Catálogo Monumental de España (1900-1961).
2 Número de inventario FB-FA128/5/FD006.


Publicado el 11-9-2014