Los Oteros del Rey es una comarca, o subcomarca, leonesa situada al sureste de esta provincia, al sur de la capital y entre las poblaciones de Valencia de Don Juan y Sahagún o, si se prefiere, entre los ríos Esla y Cea. Geográficamente puede considerarse como el extremo occidental de la Tierra de Campos, lo que determina su topografía en forma de amplias llanuras cerealísticas regadas por pequeños arroyos y salpicadas de suaves colinas, los oteros a los que hace referencia su nombre. También cuenta con una importante producción vinícola, estando enclavada dentro de la denominación de origen Vinos de León. Su territorio, de unos 180 kilómetros cuadrados de superficie, se reparte entre cinco municipios (Corbillos, Cubillas, Gusendos, Matadeón y Pajares, todos ellos apellidados de los Oteros) con un total de 23 pueblos, todos ellos de pequeño tamaño ya que la población total de toda la zona apenas rebasa los 1.300 habitantes. La presencia de los Santos Niños en esta zona, inducida quizá por el cercano y desaparecido monasterio de Ardón, hasta donde he podido averiguar es cuanto menos doble, aunque dispar.

San Justo de los Oteros

Interior de la iglesia de San Justo de los Oteros
Fotografía de Juan de la Plaza

El caso más evidente es el de San Justo de los Oteros, una pequeña localidad de poco más de 80 habitantes situada al norte de la comarca y perteneciente al municipio de Corbillos de los Oteros. Aquí el topónimo es tan obvio que no merece explicación alguna, aunque se da la circunstancia de que su iglesia no está consagrada a nuestros mártires, sino a San Salvador, festividad que ni tan siquiera celebran puesto que las fiestas patronales honran a san Roque, el 16 de agosto. Por si fuera poco la iglesia se hundió hace algunos años, y aunque ha sido reconstruida carece hoy de elementos de interés salvo, quizá, la maciza torre y un artesonado. Tampoco conserva el retablo, trasladado al templo parroquial de un barrio de la ciudad de León, por lo que ha sido sustituido por un retablo fingido, pintado en el testero del presbiterio, que reproduce un Calvario.

Presbiterio de San Justo de los Oteros
Fotografía de Juan de la Plaza

Nada de particular hay en el hecho de este cambio de advocación, dado que, como ya he explicado en más de una ocasión, la implantación en España de la liturgia romana en sustitución de la tradicional mozárabe, a partir de finales del siglo XI, supuso también la supresión en muchos casos de cultos a santos locales, generalmente mártires, reemplazados por festividades católicas de mayor relevancia coincidentes en sus fechas, algo que en el caso concreto de los Santos Niños sucedió con la celebración de la Transfiguración del Señor, comúnmente conocida como la del Salvador o San Salvador. Así pues no es de extrañar la advocación actual de la parroquia de San Justo de los Oteros, dado que no se trata en absoluto de un caso único sino, por el contrario, de algo relativamente habitual que en este caso es posible rastrear gracias a que se ha preservado el topónimo, habitualmente más persistente que la adscripción religiosa al no estar sometido a jurisdicción eclesiástica alguna.

Artesonado de la iglesia de San Justo de los Oteros
Fotografía de Juan de la Plaza

Claro está que no todas las iglesias españolas consagradas a la Transfiguración o al Salvador corresponden, ni mucho menos, a antiguas parroquias de los Santos Niños; de hecho, muchas de ellas nunca lo fueron. Pero en algunos casos, aparte claro está de los documentados o preservados en los topónimos, cabe alentar ciertas sospechas de que pudiera haber sido así, como ocurre con la cercana Velilla de los Oteros, a muy poca distancia de San Justo, donde sí se celebra la fiesta de San Salvador durante los días 6 y 7 de agosto. Evidentemente, y sin más referencias que la proximidad, no puedo arriesgarme a afirmar que siglos atrás sus patronos fueran los santos Justo y Pastor, pero dadas las circunstancias no resultaría disparatado pensar que hubiera podido ocurrir.

Pobladura de los Oteros

Parroquia de Pobladura de los Oteros
Fotografía de Juan de la Plaza

Donde sí existe hoy en día culto a los mártires complutenses es en la también cercana (a San Justo y a Velilla) Pobladura de los Oteros, una pequeña pedanía de Pajares de los Oteros de apenas dos docenas de habitantes que celebra, no obstante, sus fiestas patronales en honor a san Blas el día 3 de febrero. Sin embargo, y ésta es una prueba irrebatible, en la parroquia de Pobladura se conservan unas imágenes de los santos Justo y Pastor de las cuales tuve noticias gracias a las fotografías que me proporcionó mi amigo Juan de la Plaza, las mismas que reproduzco aquí.

Otra vista de la parroquia de Pobladura de los Oteros
Fotografía de Juan de la Plaza

Aunque ya el diccionario de Pascual Madoz, escrito a mediados del siglo XIX, atribuye el patronazgo de la parroquia de Pobladura a los Santos Niños (en realidad, y con toda probabilidad, éste será muy anterior), lo cierto es que en la actualidad el templo es un moderno edificio de ladrillo cuyo arquitecto no se molestó en absoluto en respetar las líneas tradicionales. Desconozco tanto los motivos de esta sustitución (aunque cabe suponer que se debiera a la ruina de la primitiva iglesia) como el año en el que ésta tuvo lugar, aunque por la tipología del edificio cabría aventurar que pudiera haber sido hacia los años 70 u 80 del pasado siglo XX. En cualquier caso, su valor artístico es nulo.

Interior de la parroquia de Pobladura de los Oteros
Fotografía de Juan de la Plaza

En el interior, de una nave, nos encontramos con un presbiterio en el que, junto con otras imágenes religiosas, se alzan las tallas de los Santos Niños, evidentemente antiguas (aparentemente barrocas) y ataviadas a la romana, portando los atributos clásicos de la palma del martirio y la tablilla escolar; aunque parece como si ambas tuvieran procedencias distintas, dado que presentan diferencias notables tanto en la vestimenta (una lleva túnica larga y la otra corta) como en los rasgos, menos infantiles en san Pastor, el cual más que niño parece un adolescente bien crecido.

Presbiteriode la parroquia de Pobladura de los Oteros
Fotografía de Juan de la Plaza

Aparte de San Justo y Pobladura, también se pueden rastrear algunos otros vestigios del culto a los Santos Niños en la zona. Así, nos encontramos con el Pajuelo de San Justo, un enclave del término de San Justo de los Oteros en el vecino municipio de Campo de Villavidel. En este caso, obviamente, tan sólo se trata de un topónimo.

Pobladura de los Oteros. Imágenes de san Justo (izquierda) y san Pastor (derecha). Fotografías de Juan de la Plaza

Más interesante es la referencia a Santiuste, un despoblado perteneciente al antiguo arciprestazgo de la cercana localidad de Santas Martas el cual no he conseguido localizar con precisión, aunque dada la reducida extensión del desaparecido arciprestazgo cabe suponer que su ubicación debió de corresponder a las cercanías de Mansilla de las Mulas o de la propia Santas Martas, muy cerca de la comarca de los Oteros si no en el propio interior de la misma.