San Diego en los pinceles de Ribera



José de Ribera, nacido en la localidad valenciana de Játiva en 1591 y fallecido en Nápoles en 1652, es conocido también por el sobrenombre de Lo Spagnoletto, castellanizado como El Españoleto, debido a que desarrolló su carrera artística principalmente en Italia, donde le llamaron por este apodo -en español correcto sería El Españolito- a causa de su origen y de su corta estatura.

Independientemente de ello Ribera fue un excelente pintor barroco, como dan muestra sus cuadros más conocidos repartidos por los más importantes museos incluyendo, claro está, el del Prado. Sin embargo, si buscamos los dos cuadros que dedicó a san Diego que tengo localizados, nos encontraremos con que no figuran, pese a su innegable calidad, entre los más conocidos.




San Diego de Alcalá de la Catedral de Toledo


El primero de ellos es propiedad de la Catedral de Toledo, y forma parte del museo existente en su sacristía. Es un lienzo de 131 × 106 centímetros datado en 1646, por lo que se trata de una obra de madurez del artista setabense. En él san Diego aparece retratado en tres cuartos vistiendo, como es habitual, el hábito franciscano; la mano derecha, alzada, sostiene la cruz con la que se le suele representar, mientras la izquierda sostiene el regazo del hábito en el que se encuentran las rosas del conocido milagro. Ribera renunció a acompañar la figura del santo con personajes secundarios, por lo que éste se convierte en el elemento central del cuadro sin más acompañamiento que un desdibujado paisaje de fondo y un cielo de color neutro que contribuye a resaltar su rostro elevando la mirada al cielo. Una copia de este cuadro se conserva en la parroquia madrileña de San Diego, sita en el barrio de Vallecas.




San Diego de Alcalá de la Fundación Rodríguez Acosta (Granada)
Fotografía tomada de la ficha del museo


El segundo cuadro se encuentra en Granada, concretamente en la Fundación Rodríguez Acosta. Pertenece a los fondos del Instituto Gómez Moreno. Conforme a los datos de la ficha del museo se trata de un óleo sobre plancha de cobre de 75 × 54 cm., y representa a san Diego en busto sosteniendo con una mano la cruz y con la otra las rosas del famoso milagro, ya que al no ser un retrato de cuerpo completo no resultaba posible pintarlas en el regazo del hábito tal como suele ser habitual. El cuadro no está fechado, aunque dada su similitud estilística con el de Toledo -el rostro de san Diego es prácticamente el mismo en ambos-, cabe suponer que sea de la misma época.


Publicado el 12-6 -2017