La nueva colección de postales del Oratorio de San Felipe





Inmaculada Concepción de Antonio de Pereda
Fotografía de Luis Alberto Cabrera



Quien lea con cierta frecuencia mis artículos, conocerá sin duda mi interés por las postales de temas alcalaínos, interés que he mostrado bastante a menudo en esta misma sección. Por ello no es de extrañar que en esta ocasión, como lo hiciera en otras anteriores, comenté la aparición de una nueva colección de postales que viene a enriquecer notablemente el conjunto de las mismas sumándose así a las recientes e interesantes ediciones de Luis Alberto Cabrera y Baldomero Perdigón, ya a la venta desde hace algún tiempo.

Ya en el verano pasado, en el que tuvo lugar la inauguración de la nueva imagen de san Felipe que actualmente preside la fachada de la iglesia, comenzó en el oratorio la celebración del tercer centenario de la fundación del mismo, la cual concluirá a finales del próximo mes de mayo. Son varios los proyectos actualmente en marcha, y la edición de las postales ha sido el primero en cristalizar ya que, cuando estas líneas salgan impresas, probablemente éstas estén ya a disposición de todas las personas interesadas en ellas.

Y si no se puede hablar del oratorio de San Felipe sin recordar inmediatamente la figura del padre Lecanda, el gran impulsor del mismo y uno de los más significados alcalaínos de este siglo, en esta ocasión debemos hacerlo por partida doble, ya que fue este sacerdote quien editó por vez primera una completa colección de postales del oratorio que hoy son buscadas con interés por los coleccionistas; se retoma así el espíritu del padre Lecanda, de forma que los afortunados poseedores de la colección original, entre los cuales no tengo la suerte de contarme, podrán así agrupar el fruto de dos iniciativas separadas por cerca de cien años, pero ambas inspiradas por un mismo interés.

Veinte son las postales que forman la nueva colección, todas ellas recogiendo motivos del oratorio de San Felipe y todas ellas realizadas a partir de fotografías de Luis Alberto Cabrera excepto una, la de la recién inaugurada imagen de San Felipe, obra del sacerdote filipense Bolek Jakubczyk. Hay en ellas vistas del oratorio, tanto exteriores como interiores, destacando especialmente por su originalidad las correspondientes a la biblioteca y a la cocina. Están también representados varios cuadros e imágenes conservados en el oratorio, así como otros elementos tales como la custodia de plata que se conserva en el mismo, los herrajes de la puerta o el capitel romano que recogiera el padre Lecanda en el solar de la antigua Complutum; y, a modo de curiosidad, no falta tampoco una vista del interesante fresco descubierto recientemente en la galería del patio, el cual está siendo restaurado en estos momentos.

Se trata, en resumen, de una interesante colección que sin duda interesará a muchos alcalaínos. Es una lástima que en la misma no esté presente la que sin duda es la joya del oratorio, el cuadro de san Bruno pintado por Carreño; el proceso de restauración al que está sometido actualmente imposibilitó su inclusión, aunque es de esperar que éste forme parte de una segunda serie de postales que podría ser editada si la primera tiene éxito; porque el oratorio, ese gran desconocido para muchos alcalaínos, contiene en su interior suficientes objetos de interés como para que pudiera convertirse en un pequeño museo.


Publicado el 16-4-1994 en el nº 1.378 de Puerta de Madrid
Actualizado el 30-7-2014