Cronista García Saldaña





Lápida descubierta en la calle de Santiago



El pasado fin de semana la ciudad de Alcalá saldaba una deuda de gratitud que tenía contraída con una de las personas que más la han llevado en el corazón, nombrando cronista oficial, por desgracia a título póstumo, a José García Saldaña, Pepe García para todos los que tuvimos la suerte de compartir con él su amistad y su pasión por Alcalá.

Casi un año después de su repentina e inesperada muerte, y gracias a una iniciativa conjunta del ayuntamiento y de la Institución de Estudios Complutenses de la que fuera fundador, dos emotivos actos, el nombramiento de cronista y el descubrimiento de una lápida en su casa familiar de la calle de Santiago, sellaban el reconocimiento de Alcalá a la labor de toda una vida volcada en pro de la historia de nuestra ciudad.

Huelga decir que tal reconocimiento no era tan sólo merecido, sino también obligado, por más que en este final de siglo en el que los valores históricos de Alcalá están completamente asumidos pueda no entenderse que hace ya muchos años (treinta, cuarenta...) Pepe García tuvo el valor de erigirse en pionero de la defensa de un patrimonio histórico y cultural que no sólo era ignorado por la mayoría de los alcalaínos, sino que además corría un grave riesgo de desaparición por culpa del crecimiento desmesurado e incontrolado de una ciudad que corrió entonces el peligro de perder todas sus raíces.

Es en ese difícil entorno, y no en el actual, donde debemos encuadrar la labor de pionero que desempeñó José García Saldaña luchando contra viento y marea por defender esa Alcalá que se nos iba de las manos sin que nos diéramos cuenta de ello. Y por supuesto, eso que nos parece ahora tan fácil nunca lo hubiera sido de no contar con su callada y abnegada tarea. Yo reconozco públicamente mi deuda con alguien que me sirvió de maestro y de ejemplo durante muchos años a la hora de encauzar mis inquietudes sobre Alcalá, y desde luego no soy en modo alguno un caso único ya que fuimos muchos los que nos beneficiamos de su buen saber. No podía estar, pues, más justificado este nombramiento, aunque la ausencia e incluso el boicot de absolutamente todos los concejales de la oposición lo único que demuestra es hasta dónde puede llegar la mezquindad humana.

Pero no todo está hecho todavía, por muy satisfecho que me muestre personalmente con el nombramiento. Cuando una persona muere siempre nos quedan sus obras, y en el caso concreto de José García Saldaña contamos afortunadamente con su gran contribución a lo largo de muchos años a la divulgación de la historia de Alcalá. Primero en Nueva Alcalá y posteriormente en Puerta de Madrid, semanario en el que se mostraba particularmente satisfecho de colaborar, Pepe García publicó varios centenares de artículos la mayor parte de los cuales no pasaron de la fugacidad de las páginas de la prensa a pesar de estar escritos para perdurar.

En 1986 el ayuntamiento de Alcalá y la Institución de Estudios Complutenses publicaron Documentos olvidados, una recopilación de artículos suyos agotada hace ya bastantes años. A sus expensas, a veces solo y en colaboración en ocasiones con otros autores (José María Málaga, Francisco Javier García Gutiérrez), publicó varias guías y folletos monográficos de temas diversos tales como la judería complutense, el cardenal Cisneros, la puerta de Aguadores o las ordenanzas de la cofradía de San Antón. Con ocasión de su nombramiento como cronista sus hijos han tenido la acertada iniciativa de dar a conocer su obra póstuma, el trabajo que lleva por título Exilio, agonía y muerte de D. Manuel Azaña y Díaz. Pero la mayor parte de su ingente trabajo continúa aún hoy refugiado en la discreta soledad de las hemerotecas puesto que jamás pasó de la fugaz aparición en las páginas de un periódico.

Es deber nuestro no sólo honrar la memoria de este cronista, sino también aprovechar su legado recuperando todos estos trabajos de forma que sean accesibles para todo aquél que esté interesado en su lectura. Es preciso reeditar el agotado Documentos olvidados, y es preciso también editar nuevas recopilaciones de sus artículos, puesto que material hay abundante e interesante para dar forma a varios libros. Además, me consta que a él le hubiera gustado.




Ver también:
José García Saldaña
Falleció José García Saldaña
Documentos olvidados II, de José García Saldaña


Publicado el 22-11-1997, en el nº 1.550 de Puerta de Madrid
Actualizado el 30-12-2006