La calle mentirosa, o el misterio de la séptima esquina



En pleno corazón de la antigua Alcalá medieval se halla enclavada la calle de las Siete Esquinas, un nombre sin duda muy antiguo y proveniente de la época en la que todavía no había surgido la costumbre -o la manía, según se mire- de dedicar las calles a personajes más o menos ilustres que, en muchas ocasiones, tarde o temprano acababan siendo reemplazados por otros nuevos... pero ésta es otra historia.

En esta ocasión, tan sólo pretendo llamar la atención sobre el hecho curioso de que, o bien nuestros antepasados se equivocaron al contar, o bien esta calle pudo sufrir en algún momento de la historia una transformación urbanística tan radical que le hizo perder una de sus esquinas originales... porque, por más que cuento, tan sólo me salen seis.

La calle de las Siete Esquinas tiene su inicio en la pequeña plaza formada por su confluencia con las calles de Santa Clara, Merced, Cardenal Tenorio y el callejón del Vicario, plaza por cierto con la que comparte nombre aunque en este caso se trata de una denominación reciente, puesto que hasta hace tan sólo unos años ésta permaneció innominada. Tras un recorrido de unos 150 metros -no es especialmente larga, ni tampoco excesivamente ancha-, desemboca en la ronda de la Pescadería en las proximidades de la Puerta del Vado.

Puesto que dicen que una imagen vale más que mil palabras, y procurando también evitarles tener que desplazarse hasta allí para contarlas, he optado por salir de dudas aprovechado las ventajas que nos ofrece la tecnología moderna, bajando de internet una fotografía aérea tomada de Google Maps en la que se pueden ver fácilmente todas las esquinas allí existentes.




Fotografía aérea del inicio de la calle de las Siete Esquinas


Como se puede comprobar éstas no son siete, sino tan sólo seis. Comenzando por el norte -la parte superior de la fotografía- y siguiendo el sentido de las agujas del reloj, son las siguientes:


1.- Callejón del Vicario con Siete Esquinas.
2.- Santa Clara con Siete Esquinas.
3.- Santa Clara con Cardenal Tenorio.
4.- Cardenal Tenorio con Siete Esquinas.
5.- Siete Esquinas con Merced.
6.- Merced con callejón del Vicario.

He de advertir que, en aras de la simplicidad, no he diferenciado entre la calle y la plaza de las Siete Esquinas que, tal como he comentado, no contó con nombre propio hasta hace pocos años; aunque, evidentemente, de haberlo hecho me habrían salido todavía menos esquinas. Cabe también la posibilidad de que en el terreno que ocupa ahora la plaza pudiera haber existido en su día un edificio de planta triangular adosado a la fachada actual, pero entonces las esquinas hubieran sido solamente cinco.

Así pues, ¿dónde está la esquina desaparecida? Claro está, podrían pensar ustedes que el nombre no tiene por qué venirle obligatoriamente por ese extremo, sino por el opuesto; bien mirado, las probabilidades son a priori exactamente las mismas. Por lo tanto, volvamos a recurrir a Google Maps para ver si ahora nos sale la cuenta.




Fotografía aérea del final de la calle de las Siete Esquinas


A diferencia de lo que ocurría en el caso anterior, tal como se puede apreciar la calle de las Siete Esquinas confluye con la ronda de la Pescadería ensanchándose ligeramente, pero sin formar una plazoleta análoga a la de su inicio. Es posible que este tramo final no existiera originalmente y que fuera abierto, a mediados del siglo XIX, con posterioridad al derribo de las murallas, las cuales pasaban precisamente por la ronda de la Pescadería. De esta manera hasta entonces la calle de las Siete Esquinas no habría salido directamente a la ronda, tal como lo hace ahora, sino que, girando en ángulo recto, habría continuado por la actual travesía de las Siete Esquinas -en algunas guías antiguas aparece como travesía del Empecinado- para desembocar en la Puerta del Vado.

En cualquier caso, y aun asumiendo que dos de estas esquinas pudieran ser -históricamente hablando- modernas, vamos a contar todas las existentes en esta zona, incluyendo a las de la calle de la Portilla que confluye con la de las Siete Esquinas por la acera opuesta y algo antes de que lo haga la travesía, aunque también cerca ya de su final. En realidad todas ellas están bastante desperdigadas, pero vamos a probar por si acaso... y de nuevo nos vuelven a salir seis:


1.- Siete Esquinas con Portilla (pares).
2.- Siete Esquinas con Portilla (impares).
3.- Siete Esquinas (impares) con Pescadería.
4.- Siete Esquinas (pares) con Pescadería.
5.- Siete Esquinas con trav. Siete Esquinas (impares).
6.- Siete Esquinas con trav. Siete Esquinas (pares).

Con lo cual, seguimos sin saber donde pudo estar esa misteriosa séptima esquina; porque ni aun sumando las de los dos extremos -doce en total- nos sale la cuenta. Sin duda, se trata de un misterio a resolver por los historiadores complutenses.




En busca de la esquina perdida




Esquina del antiguo colegio de los Mercedarios Descalzos
con la plaza y la calle de las Siete Esquinas


Claro está que sí podemos plantear una hipótesis aunque, por desgracia, no es posible comprobarla: ¿Y si hubiera existido una séptima esquina hoy desaparecida?

Aunque en general la trama urbana suele preservarse durante mucho tiempo, esto no quiere decir que sea inmutable. En el caso que nos ocupa, nos encontramos con que la plaza y la calle de las Siete Esquinas están enclavadas en pleno núcleo medieval, la parte más antigua de casco urbano de Alcalá. Incluso son anteriores a la ampliación de las murallas de finales del siglo XIV o principios del XV, que en la parte sur del caserío desplazó la primitiva puerta del Vado, que habría estado aproximadamente a la altura de la plaza del Empecinado, hasta su emplazamiento actual.

Por esta razón la muralla primitiva habría discurrido siguiendo la línea de las calles Merced y Cardenal Tenorio o muy cercana a ellas, pasando por las proximidades de nuestra pequeña plazuela. La ampliación de la muralla permitió la urbanización de la zona comprendida entre ésta y la ronda de la Pescadería siguiendo el eje de la calle de las Siete Esquinas, aunque tengo la sospecha de que su tramo final, entre la calle Portilla y la ronda, pudiera datar del siglo XIX. Pero esto es algo que no afecta a nuestro tema.

Lo que sí debemos tener claro es que a partir de la fundación de la Universidad, sobre todo durante los siglos XVI y XVII, hubo importantes intervenciones urbanísticas en los barrios medievales, ya que aunque la mayoría de los colegios y los conventos se instalaron en la zona comprendida entre la plaza de Cervantes y los Cuatro Caños y la puerta de Aguadores, el nuevo barrio universitario, algunos de ellos eligieron tanto en la parte norte, sobre todo en la calle Santiago y la plaza de las Bernardas, como en la sur, principalmente en el eje de la calle Trinidad, y también al oeste en la plaza de la Victoria y frente al Palacio Arzobispal.

Más al sur, entre las calles Empecinado, Merced y Siete Esquinas, se construyó el colegio menor de los Mercedarios Descalzos sobre unas casas adquiridas a principios del siglo XVII, aunque el edificio y la iglesia no se concluyeron hasta finales de esta centuria. Desamortizado en 1835 pasó a ser propiedad del Ejército, que estableció en él el conocido como cuartel de Sementales, siendo actualmente de propiedad municipal.

En muchas ocasiones la construcción de estos colegios supuso una notable modificación de su entorno, ya que según los casos desaparecieron calles, se crearon o ensancharon otras, se rectificaron alineaciones e incluso se abrieron plazas nuevas para dar una mayor monumentalidad a las fachadas, como ocurrió con la de las Bernardas, la de la Victoria y también la del Empecinado, aunque es posible que anteriormente existiera una plazuela abierta a la primitiva puerta del Vado.

En cualquier caso, es seguro que la trama urbana del entorno de este colegio menor resultó alterada no sólo por la fachada de la calle del Empecinado haciendo ángulo recto con la de la iglesia -la plaza, en su trazado actual, es claramente barroca-, sino quizás también por el lateral de la calle de la Merced, demasiado recta para ser medieval, y por la trasera de la calle de las Siete Esquinas, asimismo demasiado recta y ancha por las mismas razones.

En la actualidad este edificio forma la esquina de Merced con Siete Esquinas, describiendo un llamativo ángulo agudo. Pero, ¿pudo existir anteriormente una distribución diferente en esta zona no con una, sino con dos esquinas? En los planos del siglo XIX que he consultado no se aprecian variaciones en las líneas de fachada, pero no existe constancia de que los militares modificaran el exterior del edificio. Y, como carecemos de planos que reflejen el trazado de la plaza y las calles adyacentes con anterioridad a la construcción del colegio de los Mercedarios, tan sólo podemos especular, aunque conviene no olvidar que los antiguos topónimos urbanos, por lo general descriptivos, suelen perdurar mucho más que los elementos que los originaron.

En caso de que fuera así, tendríamos resuelto el misterio.


Publicado el 18-11-2016
Actualizado el 6-10-2023