La presencia de Cervantes en Santiago de Compostela



Dos vistas generales del monumento a Cervantes en Santiago de Compostela



A diferencia de otras ciudades españolas con profundos vínculos cervantinos -el autor del Quijote residió en bastantes lugares-, no tengo constancia de que Santiago de Compostela figure en la azarosa biografía de nuestro personaje, por lo que el monumento compostelano ha de ser interpretado simplemente como un homenaje al escritor español más universal, algo que en estos tiempos de exaltación insensata de los particularismos ha de ser considerado en su justa medida.

Este monumento es, sin duda, el más original de todos, puesto que en realidad se trata de una fuente cuyo alto pináculo, en forma de columna, está rematado por un busto de piedra del autor del Quijote. La fuente se encuentra en una plaza, llamada también de Cervantes, situada en pleno corazón del incomparable casco antiguo compostelano y de la que parten varias rúas en diferentes direcciones, concretamente las de Azabachería, Algalia de Arriba, San Bieito y Preguntoiro.

Puesto que no tenía ningún dato de este monumento, salvo las fotografías que hice de él, me puse en contacto con la oficina de turismo de Santiago, que muy amablemente me respondieron remitiéndome los datos de que disponían... que por desgracia no son demasiados. Se desconoce el nombre del escultor, mientras la fecha de la erección del monumento corresponde a 1842, a partir de cuando se empezó a conocer popularmente el lugar como plaza de Cervantes, denominación que no se haría oficial hasta 1886. Eso sí, la fuente era antigua, ya que está documentada desde principios del siglo XV, habiéndose denominado su emplazamiento, con anterioridad al nombre actual, Campo de la Estrella y Campo -o Plaza- del Pan.


Monumento a Cervantes en Santiago de Compostela (detalles)


Y eso es todo... aunque cabe reseñar que la fecha de erección del busto, 1842, es no sólo muy anterior a la del monumento alcalaíno, que data de 1879, sino prácticamente contemporánea de la estatua madrileña de la plaza de las Cortes, fechada en 1835... que a su vez es una de las más antiguas de España.

Así pues, pese a que el monumento compostelano queda un tanto desdibujado por su doble condición de estatua y fuente -no ornamental, sino utilitaria-, tanto es así que el periodista local Antolín Faraldo, en el periódico El recreo Compostelano la definió como “una breve tilde que se coloca encima de una “I” demasiado alta”, lo cierto es que no se le puede negar el mérito innegable de ser uno de los pioneros en una época en la que en España el horno no estaba precisamente para muchos bollos artísticos de este calibre, vaya este comentario como un reconocimiento a la iniciativa de la capital gallega.


Publicado el 22-1-2005, en el nº 1.889 de Puerta de Madrid
Actualizado el 20-11-2009