Por un puñado de letras





Sanlúcar de Guadiana vista desde el río Guadiana. Fotografía tomada de la Wikipedia



Tomo prestado el título, eso sí con alguna licencia, a la conocida película de Sergio Leone para reflejar el susto que me llevé cuando en el diario digital El Confidencial me encontré con semejante titular de un artículo publicado con fecha 14 de junio de 2022:

Hallan el cuerpo de una mujer flotando en aguas del Guadiana en Sanlúcar (Huelva).

Sí, ya sé que los periodistas actuales no suelen andar muy duchos en conocimientos geográficos, pero confundir el Guadiana con el Guadalquivir -al menos eso pensé en primera instancia- ya rebasaba todos los límites.

Luego, cuando leí el artículo, las pulsaciones se me fueron calmando poco a poco hasta recuperar la normalidad, ya que a diferencia de éste y del pie de foto, que repetía el tremebundo gazapo bajo la frase “ El Guadiana en Sanlúcar”, el redactor -era una noticia sin firma de la agencia EFE lo explicaba correctamente: el suceso al que se refería el artículo había tenido lugar en Sanlúcar de Guadiana, provincia de Huelva. Bueno, ellos decían Sanlúcar del Guadiana cayendo en esa estúpida manía que se ha puesto de moda de cambiar la preposición de por la contracción del, algo completamente incorrecto ya que los nombres de los ríos son nombres propios y, por lo tanto, no van precedidos de ningún artículo; pero visto lo anterior esto es casi disculpable.

Aunque mis dudas parecían aclaradas pese a que no me sonaba este pueblo, algo que no es de extrañar puesto que cuenta con apenas 400 habitantes, consulté la Wikipedia comprobando que efectivamente existe y, como cabía suponer, es ribereño del Guadiana en su tramo internacional.

No obstante, y aunque técnicamente el titular y el pie de foto podrían considerarse correctos, desde mi punto de vista no lo son puesto que inducen a la confusión, tal como me ocurrió a mí.

Como es sabido, resulta habitual que los nombres de las poblaciones se repitan diferenciándose -y no siempre- por el apellido, de modo que si se omite este último lo normal es que lo identifiquemos con una de ellas, generalmente la más importante de todas. Así, si nos dicen Valencia no pensaremos en Valencia de Alcántara, en Valencia de Don Juan o en cualquiera de la otra media docena todavía menos importantes, sino en la ciudad mediterránea. Y no es el único caso: Hay una Granada de Río Tinto en Huelva; un Madrid de Caderechas en Burgos; una Coruña del Conde, también en Burgos; o una Talavera la Real en Badajoz, una Talavera la Vieja en Cáceres y una Talavera a secas en Lérida acompañando a la más conocida Talavera de la Reina. Eso sin contar con la veintena de Alcalás, de las cuales las más importantes son Alcalá de Henares y las andaluzas Alcalá la Real, Alcalá de Guadaira y Alcalá del Río.

Así pues, cuando leí Sanlúcar así a palo seco pensé inmediatamente en Sanlúcar de Barrameda, situada como es sabido en la desembocadura del Guadalquivir... a bastante distancia del Guadiana. Y, supongo, lo normal es que a cualquiera le ocurriera así, ya que las dos únicas tocayas suyas son la sevillana Sanlúcar la Mayor y la onubense Sanlúcar de Guadiana, ambas mucho menos conocidas y la segunda, de hecho, desconocida para mí.

En consecuencia, salvando de la crítica al anónimo redactor de la noticia excepto en lo relativo al pecadillo de la contracción del antes del nombre del río, no puedo sino dar un tirón de orejas a quien se comió el apellido del pueblo en el titular y en el pie de foto. Sí, ya sé que en los periódicos se tiende a resumir los titulares, pero una cosa es resumirlos y otra muy diferente provocarles una amputación que pueda cambiar el sentido o inducir a error.

Era un puñado de letras. ¿Tanto trabajo habría costado poner el nombre completo? Y no me sirve la excusa de que así se evitaba la repetición de la palabra Guadiana, puesto que en ambos casos actuaba de forma diferente definiendo la primera vez al río y la segunda al pueblo.


Publicado el 14-6-2022