“Medio tuerto”





Ilustración tomada de la Wikipedia



El título hace alusión a la sorprendente descripción con la que me encontré en el artículo El “Santo Grial” de los piratas está en Seychelles: diamantes y lingotes de oro ocultos en una isla, publicado en el diario digital El Español con fecha de 15 de julio de 2020. Éste relataba la historia del pirata francés -no todos eran ingleses u holandeses, como pretedían hacernos creer las películas clásicas de Hollywood- Olivier Levasseur, alias El Gavilán, que tampoco tuvo su base de operaciones en el Caribe sino en el océano Índico, concretamente en el turístico archipiélago de las Seychelles, acabando sus días ahorcado en la todavía francesa isla Reunión, también situada en este mismo océano.

Exageraciones aparte -comparar un botín pirata con el Santo Grial, aunque vaya entre comillas, no tiene desperdicio-, el artículo relata la historia, ciertamente muy cinematográfica, de un presunto tesoro que Levasseur habría ocultado en Mahé, la principal isla de las Seychelles, el cual ha sido buscado en diferentes ocasiones hasta ahora sin resultado. No voy a entrar en detalles sobre este tema porque no corresponde a la temática de La gazapera, aunque sí en la descripción que el redactor hace del protagonista de la historia:


“Levasseur, pirata de los de parche en el ojo de verdad -una herida en combate le dejó medio tuerto-, se curtió como corsario en la Guerra de Sucesión española (1701-1715) y ya como bucanero en el Caribe, donde aprendió a oler el oro y se ganó el mote de El Gavilán por la rapidez con que pasaba a cuchillo a sus enemigos.”


¿Medio tuerto? No hace falta recurrir al DRAE (Tuerto: Falto de la vista en un ojo) para saber que son tuertos quienes han perdido la visión en uno de los dos ojos, e incluso el propio ojo, puesto que en caso de perderla en los dos ya no serían tuertos, sino ciegos... o personas con discapacidad visual, tal como pretenden que digamos ahora. Pero lo de medio tuerto no es que no lo hubiera visto en mi vida, es que me resulta difícil, por no decir imposible, imaginar que alguien pueda perder la visión de medio ojo, como parece querer indicar la lógica gramatical.

Ciertamente puede existir, por una u otra causa, una pérdida parcial de la capacidad visual en uno o en los dos ojos, pero no parece que fuera éste el caso puesto que la frase en cuestión deja bien claro que nuestro personaje era un “pirata de los de parche en el ojo de verdad”, lo que indica que en su caso la pérdida del ojo era total mientras que, cabe suponer, conservaba el otro, ya que no me imagino a este personaje cometiendo sus fechorías con la ayuda de un bastón blanco.

Hay que ser rebuscado...


Publicado el 17-7-2020