¿Gazapo o comadreja?





No es un gazapo, es una comadreja. Fotografía tomada de la Wikipedia



Por lo general, los artículos periodísticos que traigo a esta sección son elegidos por tratarse de meteduras de pata en las que no se puede alegar un error involuntario sino una negligencia informativa fruto no del desconocimiento del redactor, algo hasta cierto punto disculpable siempre que no sea fruto de una ignorancia incompatible con su trabajo. Es decir, cuando resulta palpable un desinterés por hacerlo de manera correcta documentándose convenientemente, algo que a estas alturas suele ser tan sencillo como hacer una búsqueda rápida por internet sin necesidad siquiera de consultar a un experto.

Pero hay casos en los que ni la ignorancia del redactor, ni las prisas, ni la afición por los titulares llamativos pueden ser considerados gazapos sino que han de ser comparados más bien con unos animales bastante más peligrosos, al menos para ellos, como son las comadrejas. Dicho con otras palabras, aquí ya no se puede hablar de error sino, digámoslo fino, de mala praxis periodística, con la sospecha añadida de que incluso pudiera ser deliberada; ya se sabe que la sombra de William Randolph Hearst, paradigma del periodismo carroñero y sin escrúpulos, es por desgracia alargada.

Pero no se asusten; por fortuna el periodismo español, al menos hasta ahora, no ha llegado tan lejos, aunque no por ello deja de ser preocupante esta deriva máxime cuando, de un tiempo a esta parte, estos dislates se vienen reproduciendo con una desagradable frecuencia, por lo cual me voy a limitar a reproducir un par de ejemplos elegidos al azar.

En la edición electrónica de ABC, con fecha 23 de enero, nos encontramos con este preocupante titular: Alerta sanitaria: Sanidad retira este famoso fármaco que muchos toman para el estómago, refiriéndose tal como se explicaba a continuación al popular omeprazol. Algo ciertamente preocupante al existir precedentes tan graves como el de la talidomida, que dejó un largo reguero de secuelas irreversibles. Pero si por casualidad lo toman no se preocupen, porque en realidad no era para tanto; justo en el primer párrafo podíamos leer lo siguiente:


La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) ha lanzado una alerta sanitaria pidiendo la retirada de un lote de uno de los productos más famosas para el dolor de estómago. Se trata del Omeprazol, un protector estomacal que, de hecho, es el segundo medicamento más prescrito en España.


Fíjense en el dato, que contradecía lo afirmado en el sensacionalista titular: la retirada estaba limitada a un único lote de una marca concreta y en modo alguno al medicamento en sí, y además se debía a “haberse detectado un resultado fuera de especificaciones en el contenido del principio activo. Según han explicado, se ha obtenido una clasificación de defectos de clase 3”. Es decir, tampoco parecía tan grave, aunque evidentemente está bien que se advirtiera por si acaso pudiéramos tener en casa omeprazol de esa marca y de ese lote concreto. Pero de ahí a alarmar innecesariamente a los muchos que lo toman, va un abismo.

En otros casos se trata de alertas alimentarias, generalmente a causa de un mal etiquetado en el que no se especifica, tal como indica la ley, la presencia de algún alérgeno. Aunque este problema afecta tan sólo a las personas que sean sensibles a ese alérgeno concreto, es evidente que resulta prudente y está plenamente justificado que se retiren esos productos y se advierta a quienes pudieran haberlo comprado, aunque en general suele tratarse, al igual que en el caso anterior, de lotes concretos de determinadas marcas. Y el problema se repite de nuevo, ya que si bien en el texto de los artículos sí se suelen especificar claramente los motivos, así como las marcas y los lotes involucrados, no siempre ocurre lo mismo con unos titulares empeñados en dar prioridad al sensacionalismo sobre la información. Veamos un ejemplo tomado también al azar, en esta ocasión publicado en El Correo y fechado el 17 de noviembre de 2022:


Alerta alimentaria: Mercadona retira unas conocidas galletas de Hacendado.


Y a continuación, ya con una letra bastante más pequeña:


En el etiquetado no se ha incluido la presencia de avellanas, lo que puede acarrear problemas de salud para las personas alérgicas a los frutos secos.


Por lo que era necesario leer la noticia completa, y no sólo los titulares, para enterarnos de que el problema se limitaba a un único lote del que se especificaba la serie, añadiendo además que ya había sido retirado de la venta. O sea, que tampoco era para tanto.

Pero ya se sabe: No dejes que la realidad te estropee un buen titular, como dijo -o al menos a él se le atribuye- el ya aludido William Randolph Hearst. Y si no fue él quien lo dijo, bien podría haber sido dado su cinismo y su absoluta falta de escrúpulos.


Publicado el 8-2-2023