Campanazo





La campana de Huesca, de José Casado del Alisal



Aunque uno de los temas en los que más suelen meter la pata los periodistas -o al menos uno en el que más gazapos les encuentro- es en los artículos históricos, sorprende que a un periódico como ABC, tradicionalmente cuidadoso con ella, se le colara uno de talla XXL... y sorprende todavía más que no se molestaran en corregirlo pese a su evidencia y a la advertencia también de algún lector. No deja de ser una desidia, pero así están las cosas.

El gazapo en cuestión apareció en el artículo Temibles caballeros cubiertos de hierro: el arma secreta de España para doblegar al islam -título por cierto un tanto rebuscado-, publicado el 8 de julio de 2021 en la sección de historia de la edición digital de este diario. En realidad se trataba de una entrevista al historiador José María Manuel García-Osuna centrada en la publicación de su libro El rey Ramiro II el Grande de León, de título bastante más comedido y sin duda menos periodístico -en el sentido que le daba Randolph Hearst- que el del artículo; pero dejemos pasar este tema.

La entrevista, dedicada a este rey leonés, no tenía nada de reprochable en lo que respecta a esta sección de mi página, algo que era de esperar estando por medio un historiador; pero donde me topé con el gazapo fue en una de las ilustraciones que la acompañaban, de cuya selección doy por hecho que éste fue ajeno por completo. Ésta era la que reproduzco en la cabecera del artículo, el conocido cuadro de José Casado del Alisal La campana de Huesca, pintado en 1881 y conservado en el Ayuntamiento de esta ciudad aragonesa en depósito del Museo del Prado.

El cuadro reproduce un episodio, si no histórico sí legendario, del reinado de Ramiro II el Monje, tocayo del anterior incluso en el ordinal, pero como cabe suponer un personaje distinto que no reinó en León, sino en Aragón, que ni siquiera fue contemporáneo suyo, puesto que el Ramiro leonés murió en 951 y el aragonés nació en 1086, más de un siglo después. Y, obviamente, no se hace la menor referencia a él en el artículo.

La leyenda de la campana de Huesca relata el expeditivo método con el que el monarca aragonés, sacado precipitadamente de un convento al morir sin herederos su hermano Alfonso I, domeñó a la levantisca nobleza que se negaba a acatar su autoridad; anunció que había ordenado construir en Huesca una gigantesca campana cuyo repique se oiría en todo el reino, invitando a los más importantes nobles a acudir a la ciudad para poder contemplarla. Una vez llegados, les condujo al recinto donde presuntamente se encontraba la campana, en el cual los más levantiscos fueron decapitados uno a uno según iban entrando. El cuadro de Casado del Alisal recrea el momento en el que el rey muestra a los restantes nobles, a modo de escarmiento, la legendaria campana simbolizada con un círculo de doce cabezas con la del obispo de Jaca, cabecilla de la rebelión, colgando de una cuerda a modo de badajo.

Fuera cierta o no, a mí me enseñaron esta historia en el colegio, aunque tengo mis dudas de que en la actualidad se pueda seguir haciendo dado el preocupante grado de descafeinización al que se ha llegado en los deplorables programas educativos actuales; lo que no exime a su responsable del pecado de ignorancia, puesto que aparte de ser un episodio sobradamente conocido, habría bastado con una simple consulta en internet para documentarse. Y desde luego, si confundir a los dos Ramiros ya es de por sí grave en un periódico, todavía lo es más que se eligiera como ilustración un cuadro titulado precisamente La campana de Huesca, cuando resulta evidente que esta ciudad aragonesa jamás perteneció al reino de León y, por lo tanto, difícilmente pudo haber estado vinculada al rey leonés.

Estrambote: Por si fuera poco con la pifia de confundirse de monarca, de reino y de siglo, el cuadro aparece acompañado por el pie La leyenda de la campaña de Huesca. Bien está defender la eñe como símbolo que es del español, pero ver cambiada campana por campaña fue algo que me puso los pelos de punta... y eso que no me quedan demasiados. Sin comentarios.


Publicado el 15-7-2021