Se descubre en Alcalá un gran yacimiento petrolífero



petroleo

Quizá alguno llegó a imaginar el futuro de Alcalá así


Tras varios meses de laboriosas investigaciones y de lucha contra el secretismo oficial que ha rodeado el tema, Puerta de Madrid se complace en darles la exclusiva de una noticia que a buen seguro va a suponer una transformación radical de la economía y el modo de vida de nuestra ciudad: El hallazgo de un yacimiento petrolífero en las obras de una de las promociones del nuevo barrio de los Espartales.

Todo comenzó hace varios meses con la excavación de los cimientos de uno de los edificios proyectados en este barrio, aunque por el momento no podemos dar todavía el nombre de la cooperativa por evidentes razones de seguridad. El hallazgo de algo que parecía inicialmente una mezcla de barro negruzco y viscoso con un fuerte olor a gasolina alertó a los responsables de la obra, que temiendo que pudiera tratarse de cieno producido por la fuga de algún colector de aguas residuales cercano, avisaron rápidamente a los servicios municipales competentes en la materia.

Los análisis químicos realizados a ese barro demostraron sin embargo que se trataba de crudo de la mejor calidad mezclado con la arcilla de la zona, muy parecido por cierto en su composición al que se extrae en Arabia Saudí y Kuwait, el cual alcanza una alta cotización en los mercados internacionales.

Confirmada la naturaleza del hallazgo, se procedió a paralizar la obra (la razón oficial que se dio fue una presunta falta de liquidez por parte de la cooperativa, aunque en realidad ésta fue convenientemente indemnizada), realizándose en su solar una prospección que permitiera calibrar la importancia del yacimiento.

Como es lógico suponer, toda esta investigación fue llevada a cabo en un secreto absoluto, dado que una filtración prematura de la noticia hubiera podido tener unas consecuencias muy negativas. El estudio ha durado hasta ahora mismo y, ya confirmada la existencia de un gran yacimiento petrolífero en el subsuelo alcalaíno, hemos sido autorizados para desvelarlo.

Asimismo, existen rumores que afirman que la famosa epidemia de neumonía que tuvo lugar en Alcalá a finales del pasado verano no fue producida, como se dijo oficialmente, por la legionella, sino que en realidad se debió a un vertido accidental de crudo que contaminó la red de agua potable de la zona norte de la ciudad. Consultadas no obstante las autoridades sanitarias, éstas han negado categóricamente que la epidemia se debiera a una intoxicación por ingestión de agua contaminada con petróleo, reafirmándose en su afirmación de que se debió a una infección con la bacteria legionella. Obviamente nuestros redactores siguen investigando en este tema, por lo que pronto podremos ofrecerles más información al respecto.

Volviendo al tema principal de la noticia, debemos reseñar que una vez terminadas las prospecciones geológicas se ha confirmado que se trata del mayor yacimiento petrolífero jamás encontrado en España y muy superior en reservas al del delta del Ebro, habiéndose calculado que podrá cubrir un cincuenta por ciento del consumo total de nuestro país al menos durante quince o veinte años.

Claro está que la explotación de este yacimiento va a suponer unas transformaciones urbanísticas de primer orden para Alcalá. Para empezar, y puesto que éste se extiende por toda la zona de Espartales, será preciso demoler la totalidad de los edificios que ya se han construido, o están en construcción, en este barrio. Sin embargo, los propietarios de pisos en el mismo no tienen por qué preocuparse por ello, ya que serán convenientemente indemnizados permutándoseles, sin coste alguno para ellos, sus pisos por chalets que se construirán en otras zonas de Alcalá o en los pueblos cercanos.

Sin embargo, los expertos estiman que la demolición completa del barrio de Espartales no va a ser suficiente, puesto que el yacimiento se extiende al parecer tanto hacia Meco y Camarma como fundamentalmente en dirección al centro de Alcalá. Por esta razón la variante de la autovía tendrá que ser desviada varios kilómetros en dirección norte al tiempo que será preciso demoler también otros barrios situados al sur de la autovía: Casi con toda seguridad los situados entre ésta y la carretera de Meco, es decir, los que se alzan en los terrenos de la antigua fábrica de Forjas, y también muy probablemente el barrio de los Nogales.

Se ignora por el momento si el yacimiento atraviesa también la vía del ferrocarril, pero de ser así ésta tendría que ser desviada de igual manera hacia el norte dado que, como es lógico, resultaría completamente imposible enterrarla al discurrir sobre el propio yacimiento. Consultados varios geólogos por este semanario, éstos apuntaron la posibilidad de que el yacimiento llegue hasta el mismo lecho del río Henares pero no más allá dado que la ribera opuesta, es decir, la de los cerros, es muy diferente geológicamente y resulta muy improbable que en su seno se encuentre petróleo. En todo caso, y dado que parece ser que la práctica totalidad del casco urbano de Alcalá se asentaría sobre un auténtico mar de petróleo, el Ayuntamiento nos ha dado todo tipo de garantías acerca de que será respetada la integridad del casco antiguo, ya que no resultaría nada positivo para la promoción turística de nuestra ciudad que se instalara una torre petrolífera en la plaza de San Diego frente a la fachada de la universidad, ponemos por caso.

En resumen: Aunque es todavía demasiado pronto para evaluar las consecuencias que este sensacional descubrimiento puede tener para Alcalá, no cabe duda de que nuestra vida se verá transformada radicalmente cuando en el plazo de unos pocos años, no menos de cinco y no más de diez, la vieja Compluto se vea convertida en la Dallas española.




Aclaración en el número siguiente

ACERCA DEL YACIMIENTO PETROLÍFERO

Pues no, la verdad es que no se ha encontrado en Alcalá ningún yacimiento petrolífero, ni existe la menor posibilidad de encontrarlo; se trataba, como suponemos que ustedes descubrirían, de una pequeña broma motivada por la festividad de los Santos Inocentes, broma que esperamos les haya hecho sonreír al tiempo que les divertía. En Alcalá no habrá petróleo, pero hay otras muchas fuentes de riqueza que debemos potenciar y mantener para hacer que nuestra ciudad sea cada vez mejor; y éstas, se lo aseguramos, sí son completamente reales.


Publicado el 28-12-1996, en el nº 1.507 de Puerta de Madrid
Actualizado el 7-12-2012