Frases famosas... más o menos



discurso

Fotografía tomada de la Wikipedia


Hace poco, se me ocurrió una idea: ¿por qué no coger todas esas frases solemnes que circulan por ahí y darles un pequeño retoque de forma que quedaran ligeramente diferentes? La cosa me pareció divertida, máxime cuando a estas alturas empiezo a estar ya bastante harto de rituales hueros que en el fondo lo único que pretenden, en muchas ocasiones, es convencernos de justo lo contrario de lo que marcan la lógica y el sentido común.

Lo siento, pero nunca he tenido madera de héroe ni de nada parecido, al menos tal como me lo han pretendido vender por uno y otro lado, y no sólo durante la larga y ominosa dictadura franquista... porque en el fondo, en todas partes cuecen habas.


A Hacienda lo que es de Hacienda, y a Dios lo que es de Dios.



Alea jaca est.



Al César lo que es del César, y a mí el diez por ciento de comisión.



Algo huele a podrido en el cubo de la basura.



Amaos los unos y las unas a los otros y las otras, según gustos.



Amnésico, conócete a ti mismo.



¡Arriba España! Y se puso todo mucho más caro.



Beber o no beber, esa es la cuestión.



El cacique siempre tira al cortijo.



Caminante, no hay camino,
sino peaje por pagar.



Cara al sol, con la crema de protección solar nueva.



Cojito, ergo sum personum cum discapacitatum phisicae.



Cuando oigo hablar de cultura, echo mano a mi mando a distancia.



Dadme un punto de apoyo y descansaré un rato.



Desde la cima de este geriátrico, cuarenta siglos de historia nos contemplan.



El diablo escribe torcido sobre renglones derechos.



Dios no juega a los dados. Prefiere la ruleta.



Dios no juega a las videoconsolas.



Divide y trocearás.



Duermo sin dormir en mí,
y tan alto sueño espero
que con el despertador desespero.



En el principio era el Verbo, y después llegó el predicado.



En un lugar de la Mancha de cuyo nombre no puedo acordarme, pues tan bien la limpiaron que quedó borrada...



Los enemigos del mundo son tres: hombre, demonio y carne.



Los enemigos del vegetariano son tres: mundo, demonio y verdura.



Es más fácil pasar a un camello por el ojo de una aguja que enhebrarla con hilo para coser un botón.



Es mejor ser un cobarde vivo que ser un cobarde muerto.



Es preferible morir de pie que hacerlo sentado en una silla eléctrica.



Éste es un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para una pulga.



La fe mueve montañas, pero los ingenieros prefieren perforar un túnel.



La fe mueve montañas, pero suele resultar más práctico utilizar una excavadora.



El fin justifica los inicios.



El fin no justifica los medios, pero los ayuda bastante.



El fútbol es la cocaína del pueblo.



Grano eres, y en polvo te convertirás (al café).



El hambre aguza el apetito.



Hay otros mundos, pero están tan lejos...



Hojas del árbol caídas
juguetes del viento son
cuando los barrenderos aplican
los sopladores malditos
con desmedida fruición.



Hora et labora (en un reloj de fichar).



Huevo eres, y en tortilla te convertirás.



In dubio pro ego.



In vino bebitas.



Incordio, luego existo.



Libertad, igualdad, caducidad.



Lo prometido es hipoteca.



El lobo es un hombre para el lobo.



Llegué, me asusté y huí.



Llegué, vi y me fui.



Más cornás da Hacienda.



Más vale hipotecas sin bancos, que bancos sin hipotecas.



El matrimonio es cosa de dos. El divorcio suele serlo de tres.



El matrimonio es una unidad de destino en lo conyugal.



Mens vacua in corpore sano.



Mi reino no es de esta república.



Mi reino no es de este mundo. En realidad soy republicano.



Mi reino no es de este mundo. Ni siquiera, de este barrio.



¡Mi reino por un Ferrari!



El movimiento se demuestra acelerando.



Mucho ruido y pocas multas.



La mujer del césar no sólo tiene que ser honrada. Tiene que ser, además, la mujer del césar.



Mundo, demonio y solomillo.



Nada para el pueblo, pero con el pueblo.



Nadie se baña dos veces en el mismo río si está muy contaminado.



El navegador propone y el atasco dispone.



Ni quito ni pongo rey, pero te doblo la apuesta.



No hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti, salvo que estés seguro de que no te lo puedan hacer.



No le des un pez, dale una lata... pero dale también un abrelatas.



No lo sientas, túmbate.



No pienso, luego embisto.



No preguntes lo que tu país puede hacer por ti; pregunta por qué demonios no lo ha hecho ya.



No se le pueden pedir peras al olmo... salvo que procedan de una variedad transgénica de este árbol.



No sólo de caviar vive el rico.



Nuestras vidas son los ríos
que van a acabar de embalsar,
que es el porvenir.
Allí están los regadíos,
dispuestos a cosechar
y consumir.



Pienso, luego insisto.



Pienso, luego rumio.



Los políticos ni se crean ni se destruyen, sólo se transforman.



Polvo eres, y en partículas subatómicas te convetirás.



Polvorón eres, y en michelín te convertirás.



Porque muchos son los llamados y pocos los elegidos en las oposiciones para funcionarios.



El pueblo, hundido, jamás será vencido.



¿Qué fue antes, el huevo o la tortilla?



Que paren el mundo, que me he equivocado de andén.



Quien a hierro mata, oxidado muere.



Reservado el derecho de opinión.



El saber no ocupa lugar, pero sí estanterías.



Sangre, sudor y ducha.



Se puede engañar a todos durante algún tiempo o a algunos durante todo el tiempo. Y si además son lo suficientemente tontos, también se podrá engañar a todos durante todo el tiempo.



Se puede engañar a todos durante algún tiempo o a algunos durante todo el tiempo, salvo en las campañas electorales en las que los políticos consiguen engañar a muchos al menos hasta las elecciones siguientes.



Ser español es una de las pocas cosas serias que se pueden ser en España.



Ser o no ser, ésta es la paradoja cuántica.



Sic transit mapa mundi.



¡Solitarios del mundo, uníos!



Sólo sé que... ¡Maldito alzheimer, ya lo he olvidado!



Sólo sé que no sé nada. Así pues, me dedicaré a la política.



Sólo sé que no sé en que número va a caer el gordo del sorteo de navidad.



Te vi o no te vi, esa es la cuestión.



La tierra para quien la trabaja, excepto los sepultureros.



Todo para el pueblo menos el tres por ciento, que es para el señor alcalde.



Todos los caminos conducen al peaje.



Los últimos serán los primeros en salir del ascensor.



Una para todos y todas para uno.



El universo es una unidad de destino en lo universal.



La venganza es un plato que se sirve frío. Pero si se calienta antes en un microondas, todavía mejor.



Veni, vidi, bici.



Vivo sin dormir en mí,
y tan grande sueño tengo
que muero porque no duermo.



Volverán las oscuras golondrinas
a tu balcón de nuevo ensuciar.
Y otra vez, con el cubo y la fregona,
a limpiarlo de nuevo te pondrás.



Y es que en el mundo traidor
nada hay verdad ni mentira;
todo es según el color
del partido que lo diga.



Yo a las cabañas bajé,
yo a los palacios subí,
yo los claustros escalé
y en todas partes dejé
en los buzones, tal vez,
publicidad más de mil.



Yo soy yo. Mi circunstancia prefirió quedarse descansando en casa.



Yo soy yo y mi hipoteca.



Publicado el 11-12-2012
Actualizado el 10-3-2024