Andrés Piquer Arrufat



Fórnoles (Teruel), 1711 - Madrid, 1772.

Médico de raíces valencianas por parte materna, se trasladó a Valencia en 1727 para cursar estudios de medicina y filosofía en su Universidad, de los que se licenció en 1734. Tan sólo un año más tarde publicó Medicina vetus et nova, y aunque no consiguió aprobar, tal como pretendía, varias oposiciones para ingresar en el Hospital General de Valencia o para ganar una cátedra de la Universidad, sí alcanzó gran prestigio como médico, siendo requerido asimismo por las autoridades locales para informar sobre determinados problemas sanitarios.

En 1742 ganó al fin la cátedra de anatomía de la Universidad valenciana y poco después una plaza de médico titular en el Hospital General de Valencia. Un año antes había conocido a Gregorio Mayans, a cuyo círculo perteneció vinculándose a la primera generación de ilustrados españoles. Durante esta etapa de su vido publicó Thesis medico-anatomicae, Física moderna, racional y experimental (1745), Lógica moderna (1747) y Tratado de calenturas (1751).

En 1751 fue nombrado médico de cámara de Fernando VI, trasladándose a Madrid. En su etapa madrileña, además de atender al rey en su enfermedad mental y a su esposa Bárbara de Braganza (fue autor del Discurso sobre la enfermedad del Rey nuestro señor Fernando VI), publicó Institutiones medicae ad usum Scholae Valentinae (1762), Praxis medica (1764-1766) y Discurso… sobre el sistema del mecanicismo (1768). En 1785, ya fallecido, su hijo publicó las Obras póstumas del Dr. Andrés Piquer, una recopilación de escritos suyos que incluyen una biografía. Asimismo, tradujo al español los textos de Hipócrates (1757-1770).

En Valencia fue miembro de la Academia fundada por Mayáns, y en Madrid ejerció como vicepresidente de la Real Academia Médica Matritense. Gozó de un gran prestigio entre sus contemporáneos, aunque el mayor mérito de Piquer, a juicio de sus biógrafos, no fue la aportación de ideas nuevas, sino su gran labor de sistematización de las distintas corrientes médicas y filosóficas existentes en su tiempo, siendo de reseñar su afán pedagógico. Él mismo evolucionó a lo largo de su vida, pasando de un mecanicismo inicial al neohipocratismo y al empirismo de sus últimos años.


Publicado el 25-4-2014