Órbita en torno a un planeta u otro astro perpendicular al ecuador del mismo, por lo cual pasa por encima de sus dos polos. La combinación del movimiento de traslación de un satélite en órbita polar con el movimiento de rotación del planeta en torno al cual gira, hace posible que la trayectoria del mismo barra en sucesivos recorridos la totalidad de la superficie del planeta, una circunstancia extremadamente útil para ciertos cometidos tales como el cartografiado de la misma.