Pesadilla



La pesadilla se fue tan rápidamente como había llegado, pero sus consecuencias efecto persistieron manteniéndole aterrorizado. Había sido escalofriante, y lo peor de todo era que había quedado tan vívidamente marcada en su memoria que, por más que lo intentaba, no conseguía olvidarla. Al contrario, seguía torturándole tan vivamente como cuando había estado inmerso en ella.

Por esta razón no se atrevía a relajarse, sabedor de que volvería a vivirla en cuanto bajara la guardia. Se resistió con todas sus fuerzas, aferrándose desesperadamente a la vigilia como único medio con el que contaba para evitarlo. Pero su cuerpo, más débil que su mente, acabó cediendo arrastrándole a la vorágine donde le aguardaba paciente el doloroso espanto.

Y entonces, sin poderlo evitar, despertó de nuevo.


Publicado el 8-10-2022