SCI-FI 7: Eldritch Albion
Ante todo, he de reconocer que en cuestiones de autoeedición soy un pusilánime; y todavía más -a esto todavía podría afrontarlo- ante a la ardua tarea de la distribución, verdadero escollo donde naufragan multitud de esforzados intentos no sólo personales, sino incluso de muchas editoriales independientes. Y eso que cuento con numerosos relatos escritos -soy demasiado vago para embarcarme en novelas- que no me disgustaría en absoluto ver impresos en papel; pero es lo que hay.
Por esta razón siento admiración -y envidia, por qué no reconocerlo- por aquéllos que, más audaces o menos precavidos que yo, se lanzan a la arena salvando estos escollos que a mí siempre me han parecido insalvables, y todavía más si no sólo logran salir adelante, sino además perseveran con éxito en sus intentos.
Éste es el caso de Alfonso M. González, Alan Dick, Jr. para los lectores, que acaba de sacar adelante su séptimo bolsilibro de ciencia ficción, a los que se suman otros pertenecientes a los géneros del oeste, terror y bélico; y aún le quedaron arrestos para publicar una recopilación de relatos policíacos escritos en la década de 1930 por Robert Leslie Bellem. Así pues, si no me quito el sombrero es porque no tengo, no por falta de ganas de hacerlo.
Pero centrémonos en su nueva entrega, el número 7 de la colección Sci-Fi, que lleva por título Eldritch Albion. Una novela corta en el tradicional formato bolsilibro en la que Alan Dick, Jr. nos devuelve a su particular universo futurista en el que nada es como parece... y no nos encontramos con una excepción.
En este caso la narración se ubica en Eldritch Albion, el planeta homónimo de la novela, el cual está en fase de colonización por la siempre inquieta humanidad; un mundo en el que las condiciones de vida son duras -los colonos se ven obligados a vivir bajo una cúpula protectora- pero cuyas abundantes riquezas naturales son un acicate para su explotación, aunque sea a cambio de vidas humanas.
En tal situación no es de extrañar que los trastornos mentales estén a la orden del día, por lo cual el trabajo de los psicólogos resulta fundamental. Y entre ellos destaca Klara Stahl, una joven pero no por ello menos experta profesional que es apreciada por todos sus pacientes; joven, además, bella y atractiva tal como marcan los cánones bolsilibrescos, sin que esto la convierta en un simple e inverosímil relleno sino justo lo contrario.
Aunque Klara vive dedicada a su trabajo, ajena a cualquier tipo de relación sentimental pese a que no le faltarían candidatos para ello, no está sola: le acompaña Simmy, un afectuoso e inteligente perro de raza border collie , considerada como una de las más inteligentes o la más inteligente de todas las existentes, popularizada por los relatos, las películas y las series de televisión protagonizadas por Lassie, en su día sumamente populares.
Pero no todo es color de rosa en la vida de Klara. Su mascota comienza a desarrollar comportamientos extraños, en su trabajo se encuentra con casos cada vez más complejos e incluso ella se ve sometida a dolorosas pesadillas que le hacen despertar asustada. Por si fuera poco, un grupo disidente -o terrorista, según las autoridades- amenaza con alterar la tranquilidad de la colonia provocando atentados.
Finalmente, y éste es el inconfundible toque dickiano, la novela invita al lector a adentrarse en una realidad plena llena de matices y sutilezas, donde cada detalle cobra significado. Hasta aquí puedo decir, recomendando a los lectores dejarse llevar por la historia y descubrir junto a Klara los secretos y complejidades que laten bajo la aparentemente apacible superficie de esta colonia terrestre.
Como es habitual, le he pedido al propio autor que nos dé su propia opinión de la novela:
Con *Eldritch Albion* quise volver en parte a mis orígenes, recuperando ciertas influencias de Philip K. Dick, un autor al que siempre he admirado y que marcó especialmente mis primeros bolsilibros. En esta ocasión, además, mezclé ese espíritu con algunos toques inspirados en Alan Moore, sobre todo en lo que respecta a la atmósfera terrorífica y el suspense de esta nueva novela corta de ciencia ficción.
Otra de mis intenciones era que el lector llegara a la historia casi sin información previa: simplemente saber que se trata de un planeta hostil y de una colonia humana luchando por salir adelante. Incluso el propio título está pensado para no desvelar demasiado: Eldritch como homenaje a Dick y Albion a Moore, dejando solo el nombre del planeta como pista.
Sobre esa base construí la novela, dándole algo más de ambientación y descripciones de lo habitual en mi obra, buscando algunos giros clave y un personaje central bien definido, con personalidad propia.
Uno de los lectores cero me comentó que la novela aborda cuestiones éticas y filosóficas muy actuales -como el impacto de la tecnología en las relaciones humanas, la inteligencia artificial, el estrés laboral o la lucha contra el terrorismo-, lo que, según él, añade profundidad a la trama. Es posible. Yo, sinceramente, la veo como un simple entretenimiento de ciencia ficción.
Publicado el 30-5-2025