El ¿cine? de ciencia ficción II (2005-2013)





Cuando hace unos meses, tras el cierre de la página web de Bem online, ofrecí los artículos que tenía publicados en ella a Francisco José Suñer con objeto de que pudieran ser alojados en el Sitio de Ciencia Ficción, éste me sugirió con toda lógica que, dado que habían pasado ocho años desde que escribiera el dedicado al cine de ciencia ficción1, convendría actualizarlo con todo lo acontecido desde 2005 para acá.

La verdad es que tenía toda la razón del mundo, pero a la hora de ponerme a ello me encontré con un problema en modo alguno baladí: puesto que las tendencias actuales del cine de ciencia ficción, que ya critiqué en su momento, seguían estando vigentes incluso posiblemente con más fuerza aún, la consecuencia práctica era que me había desentendido del mismo prácticamente por completo no molestándome, salvo contadas excepciones, ni tan siquiera en ver las películas cuando las echaban por televisión. Dicho en román paladino, no tenía apenas idea, salvo de forma muy somera, de lo que se había cocido en estos últimos años.

Y sin embargo, me seguía preocupando no dejar el artículo razonablemente actualizado. Así pues, después de algún tiempo meses buscando una solución aceptable, opté por hacer un estudio enfocado desde el punto de vista estadístico, en realidad poco más que una relación de lo que se había estrenado en este tiempo, aunque tampoco puede decirse que fuera un trabajo fácil dado que un simple rastreo por internet me proporcionó una larga lista de títulos muchos de los cuales ni tan siquiera conocía, al tiempo que la adscripción al género de bastantes de estas películas podría resultar, cuanto menos, discutible. Pero lo haré lo mejor que pueda, pidiéndoles disculpas por los errores en los que pueda incurrir, al tiempo que procuraré abstenerme de hacer juicios de valor sobre las películas que cite salvo en los contados casos en los que, por haberlas visto, pueda opinar sobre ellas con el suficiente conocimiento de causa.

Para empezar, el resultado más llamativo de mi búsqueda fue que el grueso de las películas catalogadas como de ciencia ficción correspondían en realidad al subgénero de los superhéroes, con alguna que otra inclusión procedente de otros tipos de cómics. He de aclarar, aunque sobre este tema ya hablaré más extensamente en otro artículo, que no considero a los superhéroes como ciencia ficción propiamente dicha, dado que este tipo de cómics, y por consiguiente las películas inspiradas en ellos, violan de forma escandalosa uno de los pilares básicos de la ciencia ficción clásica, la verosimilitud científica, siendo por lo tanto mucho más afines al género fantástico que a la propia ciencia ficción. Claro está que más de uno me objetará, con toda la razón del mundo, que existe mucha ciencia ficción más allá de Asimov y Clarke, y que los postulados planteados en su día por John W. Campbell hace ya mucho que dejaron de tener vigencia... pero insisto, partiendo de la base de que las fronteras entre la ciencia ficción y la fantasía siempre han sido difusas, yo personalmente considero a los superhéroes más en el segundo de estos géneros que en el primero.

En cualquier caso, tengo enumeradas, entre 2005 y lo que llevamos de 2013, al menos dos docenas de películas inspiradas en estos cómics, la mayoría pertenecientes a los universos de superhéroes de DC Comics y Marvel y varias más ajenas a ellos, como V de Vendetta (2005), Watchmen (2009), la segunda entrega de Hellboy (la primera es de 2004), ya claramente de fantasía, e incluso alguna otra realizada a partir de un guión original como Hancock (2008).

La mayor parte de estas películas están dedicadas a los grandes protagonistas del cómic norteamericano, pero hay un poco de todo: desde secuelas de series iniciadas años atrás como Superman (2006, 2013), Batman (2005, 2008, 2012), Spiderman (2007, 2012), X-Men (2006, 2009, 2011, 2013) o Hulk (2008) -en ocasiones se trata en realidad de un borrón y cuenta nueva, sin tener en consideración las entregas anteriores-, hasta traslados al celuloide de nuevos personajes que hasta entonces no habían dado el salto a la pantalla grande, como Los 4 Fantásticos (2005, 2007), El Motorista Fantasma (2007, 2012), Iron Man (2008, 2010, 2013), Linterna Verde (2011), El Capitán América (2011), Thor (2011, 2013) o Los Vengadores (2012), sin olvidarnos tampoco de algunas ramificaciones -odio la palabra spin-off- tales como la serie de Lobezno, derivada de X-Men. Y como la cosa parece ir bien, mucho me temo que tendremos superhéroes para rato

A mí, he de confesarlo, ni siquiera de crío me atrajeron especialmente este tipo de personajes, así que, aunque he visto varias de estas películas más por curiosidad que por interés, e incluso ha habido alguna que no me ha disgustado, la verdad es que tampoco suscitan demasiado mi interés, máxime teniendo en cuenta tamaña inflación de títulos. Pero insisto, hay gustos para todo.

Y también hay ciencia ficción fuera de los superhéroes, aunque a veces su origen pueda resultar, cuanto menos, pintoresco. Confieso que, si de superhéroes entiendo poco, de videojuegos no entiendo absolutamente nada, por lo cual me sorprende que hayan sido también bastantes las películas inspiradas en este tipo de entretenimientos o bien en otros similares, como los más convencionales juguetes articulados, Es el caso de series como Resident Evil, con cinco entregas, tres de ellas correspondientes al período considerado 2005-2013; de Transformers, que está preparando la cuarta, o de la marcial G.I. Joe, que va por la segunda. Aunque no puedo opinar sobre este tipo de productos, me pregunto si sus guiones irán mucho más allá de los mamporros y los efectos especiales más o menos espectaculares.

Si nos fijamos en el cine de ciencia ficción más clásico, veremos que algunas antiguas franquicias también continuaron o, en su caso, fueron resucitadas: La Guerra de las galaxias estrenó su última entrega, La venganza de los sith, precisamente en 2005; aunque Lucas abandonó el cine para centrarse en la televisión con la serie La guerra de los clones, tras la venta de su productora a Disney ésta se apresuró a anunciar el rodaje de la nonata tercera trilogía... aunque de momento habrá que esperar hasta 2015 para poder disfrutar del estreno de la primera de ellas.

Su gran rival, Star Trek, ha sido por el contrario mucho más constante: de la docena de películas estrenadas desde 1979, las dos últimas lo fueron dentro del período de tiempo que nos interesa, en 2009 y 2013 respectivamente.

Otras series añejas fueron resucitadas tras haber sido, al menos teóricamente, cerradas. Es el caso de Prometheus (2012), una precuela de Alien, sin olvidarnos de la extraña amalgama Aliens vs. Depredador -la segunda entrega de esta mezcolanza es de 2007- ni del propio Depredador, con una tercera entrega en 2010. También tuvieron su momento de gloria Los inmortales -quinta entrega en 2007-, Terminator -cuarta en 2009-, Tron -segunda en 2010-, Hombres de negro -tercera en 2012-, Riddick -tercera en 2013- o Conan -tercera en 2011-, aunque esta última no es ciencia ficción en sentido estricto. De esta exhumación cuasi necrófila no se libró ni tan siquiera la venerable serie de El planeta de los simios, que tras sus cinco películas clásicas rodadas entre 1968 y 1973, y no contentos con la versión perpetrada en 2001 por Tim Burton, sus productores se sacaron de la manga otra película más estrenada en 2011.

Si a estas alturas comienzan ustedes a tener sospechas acerca de una posible falta de imaginación por parte de los guionistas de Hollywood, no se pierdan tampoco el listado de nuevas versiones de títulos clásicos -también odio decir remakes-, en ocasiones ya objeto de refritos en los años 80 y 90 -aunque a veces con los títulos cambiados-, por lo que habría que hablar más bien de re-remakes: King Kong (2005), La guerra de los mundos (2005), La invasión de los ladrones de cuerpos (2007), Soy leyenda (2007), Ultimátum a la Tierra (2008), La cosa (2011) o Desafío total (2012), mientras que Expediente X (2008) aprovechó el tirón de la serie televisiva homónima.

Y para 2014 más de lo mismo, con estrenos anunciados de nuevas versiones de Godzilla, Robocop, Parque Jurásico -retrasada hasta 2015-, El planeta de los simios, Mad Max, Los inmortales, Conan, Spiderman, Capitán América, X-Men, Los Vengadores, Transformers y Resident Evil, entre otros. Casi nada.

Si dejamos fuera de nuestro estudio a las películas infantiles y de dibujos animados -no siempre coincidentes-, las parodias de brocha gorda y las comedietas rodadas para gloria y loor del ¿cómico? Americano de turno, que de todo hay, llegaremos finalmente a las películas que son inequívocamente de ciencia ficción -no considero tampoco cintas de temática fantástica como El Hobbit o las series de Harry Potter y Las crónicas de Narnia- y también originales, es decir, sin seguir la estela de series anteriores ni ser nuevas versiones de antiguas -o no tan antiguas- películas. Dadas estas premisas, ¿qué es lo que hubo durante estos años?

De todas ellas la película que alcanzó con diferencia mayor éxito -de hecho figura como la más taquillera de la historia- es Avatar, estrenada en 2009. Dentro de esta misma categoría de las más taquilleras -excluyo de nuevo a las de superhéroes y a las basadas en videojuegos- nos encontramos, siempre dentro del intervalo de tiempo comprendido entre 2005 y 2013, con Origen (2010) en el puesto número 36 y con reparos, ya que no tengo muy claro que pueda considerarse de ciencia ficción, a 2012 (2009), en el 45.

Otras películas que tuvieron éxito fueron Guía del autoestopista galáctico (2005), basada en la conocida novela homónima; Outlander (2008), La carretera, Distrito 9 y Señales del futuro (2009), Splice (2010), la curiosa Cowboys y aliens e Invasión a la Tierra (2011), e Iron Sky, John Carter y Los juegos del hambre (2012). Por último, la cosecha de 2013 dio como resultado Bienvenidos al fin del mundo, Elysium, Gravity, La Huésped, La noche de las bestias (The Purge), Oblivion y Pacific Rim. Huelga decir que no considero perteneciente al género la recién estrenada Guerra mundial Z ya que, amén de que a estas alturas estoy más que harto de zombies de todos los pelajes, ésta es claramente una película de terror por mucho que pretendan disfrazarla con ropajes de ciencia ficción.

Así pues, al menos de la cantidad no nos podremos quejar. En cuanto a la calidad... allá cada cual con su opinión. En lo que a mí respecta, y con independencia de que muchas de esas películas no las haya visto todavía -las pocas que vi, como Señales del futuro, no me gustaron nada-, sigo reafirmándome en mi sospecha de que la tendencia actual sigue siendo exactamente la misma que la de hace ocho años, con buena parte de lo que nos venden como cine de ciencia ficción siendo en realidad apenas un surtido de efectos especiales y escenas de acción -vulgo mamporros y destrozos variados- con poco, muy poco, de guión... eso sin contar, claro está, con el saqueo descarado de viejas películas y series, quizá por eso de que más vale malo conocido que peor por conocer.

Dado este panorama, si les he de ser sincero no espero ningún milagro, de manera que en el cine seguiremos sin poder disfrutar, salvo honrosas excepciones, de todas las posibilidades especulativas que nos brinda la ciencia ficción mucho más allá de las pirotecnias visuales. Y es una verdadera lástima.




1 El ¿cine? de ciencia ficción.


Publicado el 9-10-2013