Curiosidades complutenses (I)





La conocida fachada de la Casa de Cervantes



Junto a la historia grande, que es la que aparece en los libros de texto, existen siempre pequeñas historias o anécdotas que, independientemente de su valor intrínseco, siempre reúnen un conjunto de condiciones. que las hacen interesantes o, cuanto menos, curiosas... Amén de ser normalmente muy poco conocidas, lo que contribuye a aumentar su atractivo.

Alcalá no es ninguna excepción a la regla, y también tiene sus pequeñas historias. Veamos algunas de ellas.


La calle de Santiago

¿Se han dado cuenta ustedes de que la calle de Santiago tiene la numeración al revés? De acuerdo con las normas seguidas por todos los municipios españoles, las calles han de numerarse con los números impares a la izquierda, y los pares a la derecha, comenzando por el extremo más cercano al ayuntamiento, es decir, al centro de la población.

Según este criterio general, la numeración de la calle de Santiago debería de empezar por su esquina con la calle del Tinte... Y lo hace por el otro extremo, el de la plaza de Palacio. ¿La razón? Parece ser que cuando se instalaron los juzgados en el antiguo convento de la Madre de Dios, hace aproximadamente un siglo, a Esteban Azaña, por entonces alcalde de Alcalá, no le pareció bien que una institución tan importante como los juzgados tuviera el último número de la calle, así que invirtió el sentido de la numeración, con lo que los juzgados pasaron a ser el número 1.


El convento de la Imagen

Si leen ustedes una de las lápidas existentes en la fachada del convento de la Imagen, en la calle del mismo nombre, podrán constatar que en él estuvo Santa Teresa de Jesús en dos ocasiones... lo cual es cierto para el convento, pero es necesario matizarlo para el edificio. ¿La razón? Alentada por la beata María de Jesús y patrocinada por doña Leonor de Mascareñas, la fundación del convento de carmelitas de la Purísima Concepción, vulgo de la Imagen, tuvo lugar en el año 1563. La ubicación original del convento no era la actual, ya que éste se asentó en un principio en la plaza de la Victoria, trasladándose la comunidad a su sede actual en 1575. Nada queda hoy de lo que fuera el convento primitivo, ya que en su solar se alza actualmente la facultad de Ciencias Económicas, que ocupa el antiguo convento de Mínimos de Santa Ana, construido este último con posterioridad al traslado de las monjas de la Imagen.

Puesto que la santa abulense visitó el convento, al que dotó de constituciones, en los años 1567 y 1569, resulta obvio que en ambas ocasiones hubo de hacerlo en el desaparecido edificio de la plaza de la Victoria, y no en el posterior de la calle de la Imagen. Sin embargo existió una tercera visita, y dado que ésta tuvo lugar en 1576, cabe suponer que tuviera ya como escenario el convento actual.


La Casa de Cervantes

Asunto éste polémico donde los haya. Si hablan con algún alcalaíno de mediana edad, no será extraño que les comente que la casa de Cervantes es un invento y que él la vio construir en 1956. ¿Es cierto esto?

No. Según las investigaciones de Luis Astrana Marín, pocas dudas caben de que Cervantes nació efectivamente en la casa situada en la esquina de las calles Mayor y de la Imagen. Pero en la restauración de 1956, origen del actual museo, se les fue ciertamente un poquito la mano; de aquí el origen de ese comentario tan extendido.

La casa es, sin ningún género de dudas, un edificio construido en el siglo XVI, y recientemente se han encontrado en sus paredes unos frescos que confirman esta datación. Ahora bien la familia de Cervantes, que era más bien tirando a pobre, no ocupaba toda la casa sino a lo sumo varias habitaciones, ya que ésta era una casa de vecindad compartida por varias familias. Actualmente se nos muestra como un palacete de una familia rica de la época, lo cual es evidentemente falso respecto a la familia de Cervantes, pero muy bien logrado por cuanto refleja bastante bien el ambiente del siglo XVI.

Pero la restauración, a todas luces excesiva, hizo creer a muchos alcalaínos que la casa natal de Cervantes era un invento... y no es tal.


Y la Casa de la Entrevista

En esta ocasión sí se trata de un invento... aunque nadie, en ningún momento, intentó deliberadamente fomentar el equivoco.

La famosa entrevista que mantuvieron Cristóbal Colón y los Reyes Católicos en nuestra ciudad, cuyo quinto centenario se ha conmemorado recientemente, tuvo lugar en una de las salas del Palacio Arzobispal. La que hoy conocemos como Casa de la Entrevista fue inicialmente la iglesia del convento de San Juan de la Penitencia (las Juanas), una fundación del cardenal Cisneros varios años posterior a la entrevista de Colón. Trasladadas las monjas en el siglo pasado a su actual edificio de la calle de Santiago, la iglesia permanecería abandonada durante muchos años hasta que, en 1968, fue restaurada por el Instituto de Cooperación Iberoamericana y destinada a sala de exposiciones. El convento, por su parte, sería parcialmente derribado hace ya bastantes años y en la parte restante habilitado para albergar al colegio Cardenal Cisneros.

¿De dónde le viene el nombre a la Casa de la Entrevista? Dado que en el incendio de 1939 se perdió prácticamente la totalidad de las salas interiores del Palacio Arzobispal, incluida la de la Entrevista, se bautizó con este nombre a la antigua iglesia de las Juanas en un intento de guardar memoria del hecho. Nunca se dijo que fuera este lugar la sala en la que mantuvo Colón su histórica entrevista con los monarcas españoles... Pero el nombre hizo fortuna hasta el punto de que algunos trabajos de historia de Alcalá posteriores a 1968 recogen muy seriamente este error histórico.

Éstas son las paradojas de la historia. Hay muchas personas convencidas de que la casa de Cervantes es una falsedad, al tiempo que afirman muy seriamente que Colón se entrevistó con los Reyes Católicos en el caserón de la calle de San Juan... cuando la realidad es que todo ocurrió justo al contrario.


La calle de la Natividad

Esta corta callecita que enlaza la de Antonio Machado con la Vía Complutense, tan poco conocida a pesar de su céntrica ubicación, presenta una historia curiosa, ya que se trata del único tramo construido de una proyectada calle que debía comunicar la puerta de Mártires (los Cuatro Caños) con la ermita y las eras de San Isidro, complementando así las comunicaciones de ese barrio de Alcalá con las ya existentes del paseo de la Estación y la avenida (entonces carretera) de Guadalajara.

Todo se habría de quedar, a juzgar por los resultados, en las apenas varias decenas de metros con que hoy cuenta esta calle. La construcción del tramo actual de la carretera general (hoy Vía Complutense) que partió las eras de San Isidro en dos, salvando la curva que hoy es la calle de Antonio Machado, y la formación de un tapón entre la calle Natividad y los Cuatro caños al construirse también por aquella época (después de la guerra civil) la vecina residencia de suboficiales, acabaron de truncar un proyecto que la reciente urbanización de las eras de San Isidro ha terminado de sentenciar. A pesar de todo, hubiera sido muy interesante esta vía urbana que nunca llegó a realizarse.


Publicado el 28-1-1989, en el nº 1.130 de Puerta de Madrid
Actualizado el 9-6-2008