Castropol (Asturias), 1825 - Castropol, 1905.

Químico e historiador de la ciencia española. Estudió Filosofía en la Universidad de Oviedo, iniciando su formación científica de forma autodidacta. En 1846 ingresó en la Escuela Normal de Ciencias, dirigiendo su interés hacia la química. Una vez terminados sus estudios, realizaría un viaje por Europa con objeto de completar su formación académica.

En 1855 ganó la cátedra de Química aplicada a las artes en la Escuela Industrial de Sevilla e, inmediatamente después, la de Química General de la Universidad de Oviedo, optando por la segunda. En años posteriores continuaría ejerciendo su labor docente, tanto de Química como de Matemáticas, en Santiago de Compostela, Madrid, Zaragoza y finalmente en Barcelona, de cuya Universidad llegó a ser rector en 1899. Ese mismo año de 1869 ingresó en la Academia de Ciencias de Barcelona, siendo miembro también de la Academia de Buenas Letras de Barcelona (1877), de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de Madrid (1886).

La importancia principal de Fernández de Luanco se centra en su actividad como profesor, figurando entre sus discípulos Marcelino Menéndez y Pelayo. Fue el introductor en España de teorías tan importantes, y entonces tan novedosas, como la teoría atómica o la de la valencia, sin olvidar ensayos tan curiosos como el intento de aprovechar para el alumbrado público de Oviedo los gases producidos por la fermentación de la sidra. Su Compendio de las lecciones de química general explicadas en la Universidad de Barcelona (1878) alcanzó varias ediciones a lo largo de medio siglo, siendo utilizado como texto en varias universidades españolas, siendo también obras suyas Consideraciones acerca de las circunstancias en que debe fermentar el zumo de la manzana en la preparación de la sidra (1853); Descripción y análisis de los aerolitos que cayeron en el distrito de Cangas de Onís (Asturias) el 6 de diciembre de 1866 (1874); Análisis mineralógico de los suelos (1877), o Introducción a la química moderna (1887).

Luanco destacó también como historiador de la alquimia y la química españolas, con títulos como Raimundo Lulio, considerado como alquimista (1878); Los metalúrgicos españoles en el Nuevo Mundo (1888); Espíritu y tendencias de la química moderna (1888), o La alquimia en España, (2 vols., 1889-1897).

Entre los reconocimientos que se le tributaron figuran el de Comendador de la Real Orden de Isabel la Católica (1886) y el de Oficial de la Legión de Honor de Francia (1900). En 1869 fue presidente del Ateneo Barcelonés, cargo que repetiría entre 1889 y 1890.