Base espacial



Las bases espaciales son las instalaciones desde las que tienen lugar los lanzamientos de los vehículos espaciales. En occidente se les suele llamar bases de lanzamiento, mientras los rusos prefieren utilizar el término cosmódromo.

La base espacial de la NASA más conocida es la de Cabo Kennedy, o Cabo Cañaveral, situada en la península de Florida, aunque también existen otras como las de Vandenberg y Edwards en California; las de América y White Sands, en Nuevo México; la de Kodiak, en Alaska, y la de Wallops, en la costa este de Virginia. La base de Mojave, situada en el desierto californiano de este nombre, ha sido la elegida por sendas compañías privadas para operar desde ella con sus proyectos de turismo espacial, el SpaceShipTwo y el Lynx, respectivamente.

La base espacial europea radica en Kourou, en la Guayana francesa, sobre la costa caribeña del subcontinente suramericano, y no muy alejada de ella está la brasileña de Alcántara. En Australia meridional se encuentra la base de Woomera, que con extensión equivalente a la cuarta parte de España es la de mayor tamaño del mundo.

La principal base espacial soviética, y desde 1991 kazaka, es la de Baikonur, ubicada en las despobladas estepas del Asia Central. Aunque todavía sigue siendo utilizada por Rusia, el hecho de que Baikonur pertenezca ahora a un país extranjero, Kazajstán, ha hecho que el gobierno del Kremlin buscara otras alternativas en su propio territorio, los cosmódromos de Plesetsk, a 800 kilómetros al norte de Moscú, Kapustin Yar, al sur del país, entre Volgogrado y Astracán, Svobodny, en el sureste de Siberia, y Yasny, al sur de los Urales junto a la frontera de Kazajstán, todas antiguas bases de misiles intercontinentales. En 20016 comenzaron los lanzamientos en la nueva base de Vostochny, cercana a Svobodny, con la cual las autoridades espaciales rusas pretenden sustituir a Baikonur.

Los chinos, por su parte, cuentan con varias bases espaciales. La principal es la de Jiuquan, en la Mongolia Interior y situada en pleno desierto del Gobi, pero también existen la de Taiyuan, en la provincia norteña de Shanxi; la de Xichang, en las cercanías de la ciudad homónima perteneciente a la provincia de Sichuan, y la de Wenchang, en la isla de Hainan al sur del país. Los japoneses disponen de la antigua base de Uchinoura -anteriormente llamada llamada Kagoshima-, situada en el extremo sur de la isla de Kyushu, la más meridional del país, y del más moderno Centro Espacial Tanegashima, ubicado en la isla del mismo nombre, en el extremo sur del archipiélago nipón. Los indios, por su parte, construyeron la base espacial de Satish Dhawan en Sriharikota, situada en la costa del golfo de Bengala. La más reciente es la surcoreana de Naro, situada en la costa suroccidental del país, mientras sus vecinos -y enemigos- norcoreanos cuentan con la de Sohae, junto a la frontera con China.

Cabe reseñar también, pese a su modestia, la española de El Arenosillo, en la provincia de Huelva y cercana a Mazagón, donde desde 1966 comenzaron a lanzarse pequeños cohetes y globos meteorológicos.

Caso aparte es el de la Ocean Odyssey, primero porque se trata de una iniciativa de la empreas privada Sea Launch, y segundo porque no está radicada en tierra firme sino en el mar, aprovechando una antigua plataforma petrolífera adaptada para realizar lanzamientos ecuatoriales desde el Océano Pacífico. No fue sin embargo la primera de estas características, ya que entre 1966 y 1988 Italia aprovechó asimismo otra antigua plataforma petrolífera en desuso, bautizada con el nombre de San Marco, como base de lanzamiento de satélites desde la costa keniata, en las cercanías de la ciudad de Mombasa.

Aunque sus emplazamientos están fuertemente condicionados por el ámbito geográfico de los países propietarios, en general lo más favorable es que se construyan a latitudes bajas cercanas al ecuador, para poder aprovechar al máximo la fuerza centrífuga de la Tierra, razón por la que los lanzamientos siempre suelen ser en dirección este, a favor de la rotación terrestre, al tiempo que se facilita también la inserción en órbitas geoestacionarias. Asimismo, y siempre que sea posible, se buscan lugares deshabitados, o cercanos al mar, en prevención de posibles accidentes durante los lanzamientos; el océano Atlántico (casos de Cabo Cañaveral y Kourou), las estepas de Asia Central (Baikonur), el desierto del Gobi (Jiuquan) o el océano Pacífico (Tanegashima).


Publicado el 5-11-2008
Actualizado el 12-10-2023