Viaje por la historia



Tomo el tren de cercanías en Atocha. En Alcalá me recibe Cisneros, que se ofrece a mostrarme la ciudad que tanto contribuyó a engrandecer. Visitamos la Universidad, los colegios, los conventos, las iglesias.

Vemos a san Diego repartiendo comida a los pobres a escondidas de sus superiores, y al inquieto estudiante Quevedo imaginando quizá a su Buscón. En los soportales de la calle Mayor un Cervantes niño corretea alegre entre las mercancías de los comerciantes judíos, bajo la atenta mirada de un pensativo Manuel Azaña.

En el Palacio conozco a Colón, a los Reyes Católicos, a Catalina de Aragón y al futuro emperador Fernando. Y en la cercana Catedral los Santos Niños me invitan a contemplar la magnificencia de Complutum.

Vuelvo satisfecho a Madrid. No sólo ha sido un viaje en Cercanías. Ha sido sobre todo un viaje por la historia.


Publicado el 12-6-2017