Letra pequeña



Cuando hace 65 millones de años la caída de un gigantesco meteorito en lo que actualmente es la península del Yucatán provocó la extinción masiva de los dinosaurios, Dios acudió a la compañía de seguros con la que había suscrito una póliza a todo riesgo justo después de que creara el mundo.

Lamentablemente una de las cláusulas de la letra pequeña rezaba taxativamente que quedaban excluidos de la cobertura, entre otros casos, los daños “producidos por la caída de objetos siderales, aerolitos y, en general, cualquier cuerpo procedente del espacio exterior a la atmósfera terrestre”.

Así pues, se quedó sin poder cobrar indemnización alguna por la pérdida de tan simpáticos animalitos.


Publicado el 18-2-2011