Una sustitución difícil (IV)



-Mi compañero y yo tenemos la satisfacción de comunicarle que ha sido usted el elegido en el proceso de selección de candidatos.

El aludido se removió inquieto en su silla.

-Me... me alegra, y les estoy muy agradecido -respondió titubeante-. Pero me temo que hay un inconveniente...

-¿Cuál? -exclamaron a dúo sus dos interlocutores.

-Yo... como ustedes saben, al igual que ustedes siempre he trabajado en equipo con mis compañeros. Vamos, como los Tres Mosqueteros... incluso somos cuatro, al igual que ellos.

-¿Y? -preguntó uno de los entrevistadores, el de raza negra.

-Pues que me gustaría seguir trabajando con ellos... y con ustedes -añadió sin mucho convencimiento.

-Eso no es posible -zanjó el otro, de luenga y blanca barba blanca-. Nosotros necesitamos tan sólo a un candidato para sustituir a nuestro desaparecido compañero, no a cuatro...

-Les recuerdo que fueron ustedes los que nos llamaron a nosotros... a todos nosotros, ninguno de los cuatro nos presentamos de forma individual, ni pedimos ser admitidos por separado.

Eso era cierto, y los dos seleccionadores cruzaron entre sí una mirada de inteligencia. No eran muchos los que pudieran reemplazar a su compañero, fallecido en un trágico accidente, y tras descartar a todos los que no consideraban adecuados, tan sólo quedaron esos cuatro candidatos, entre los cuales habían seleccionado a éste.

-Está bien -suspiró el negro-, me temo que habrá que pasar al plan B. ¿Estás de acuerdo, Melchor?

-¡Qué remedio! -se resignó éste-. Siempre será mejor que nada.

Desde entonces los Reyes Magos pasaron a ser seis: los dos supervivientes del trío inicial y los cuatro de la baraja. Y aunque al principio reinó cierto desconcierto entre los pequeños, pronto acabaron acostumbrándose a la nueva situación repartiendo sus preferencias entre Melchor, Baltasar, el Rey de Oros, el de Copas, el de Espadas y el de Bastos. E incluso a ellos también les vino bien, puesto que al ser más se pudieron repartir mejor el trabajo, al tiempo que los cuatro nuevos fichajes reconocieron también que estaban ya bastante hartos de acabar tan manoseados por jugadores viciosos.

Así pues, todos quedaron contentos.


Publicado el 18-1-2013