Tapos



La primera vez que aparecen los tapos es en Un millón de años. En esta novela, en la que Valera retorna al Circumplaneta tras sus largos viajes por el espacio, los habitantes del autoplaneta encuentran a los tapos, descendientes de los valeranos y los barpturanos, sumidos en la barbarie tras una guerra remota en la que las mantis aniquilaron su floreciente civilización, aunque, producto de su herencia barpturana, poseen unos pasmosos poderes parapsicológicos tales como la telepatía o la telecinesis. Así pues, con todas sus diferencias esta novela no es sino una repetición más o menos modificada de la antigua Redención no contesta.

Por si fuera poco, Enguídanos repite su autoplagio en ¡Supervivencia!, donde vuelve a recurrir al antiguo argumento de Motín en Valera: Tras la catastrófica guerra contra los ghuros, unos graves disturbios en el autoplaneta se saldan con la expulsión del mismo de Miguel Ángel Aznar (el de turno, diferente claro está de sus antepasados de la primera parte de la Saga) junto con otros tres cuartos de millón de personas, que son desembarcadas en el Circumplaneta mientras Valera parte con destino a la Tierra.

Pero no acaban ahí las cosas. Los desterrados están escindidos a su vez en dos facciones, y mientras el rival de Miguel Ángel Aznar (el almirante MacLane) impone una férrea dictadura militar en la recién fundada colonia, el protagonista junto con un puñado de partidarios consiguen, tras diversas peripecias, organizar a los restos dispersos de los tapos, formando con ellos una nación fuerte y unida. En ¡Thorbod!, la raza maldita encontramos un Circumplaneta con una población realmente abigarrada: Mantis, ghuros, los recién llegados thorbods y las dos ramas de la humanidad, los renacentistas descendientes de los valeranos y los tapos, ambas enfrentadas entre sí a causa del empecinamiento del todavía dictador MacLane, empeñado en desarrollar una política agresiva y militarista mientras los tapos, encabezados por los Aznar, propugnan una coexistencia pacífica con todos ellos.

Finalmente, tras una larga guerra de desgaste contra los ghuros los renacentistas derrocan a su dictador y se alían con los tapos frente a la amenaza común, que ya no son los ghuros sino los belicosos thorbods. Pero el enemigo es invencible y se acaba haciendo dueño del Circumplaneta, por lo que en El retorno de los dioses los tapos y los renacentistas, privados del apoyo de Valera, deciden evacuar Atolón buscando refugio en la Tierra, para lo cual se desmaterializan en las máquinas karendón. Tras unas peripecias poco afortunadas en una Tierra protohistórica (Enguídanos hace intervenir a los protagonistas en el hundimiento de la Atlántida e incluso en el mismísimo Diluvio Universal) los fugitivos llegan al fin a la Tierra del presente en La Tierra después, una Tierra con la que nada tienen en común debido a la evolución acelerada de los terrestres... Lo que supone un nuevo autoplagio al repetir el argumento abordado en Lucha a muerte, con la complicación añadida de la aparición de Valera como tercero en discordia. Tras un conflicto que los pone al borde de la guerra abierta, valeranos, renacentistas y tapos deciden alejarse de un planeta con el que ya poco tienen en común volviendo al Circumplaneta con la intención de arrebatárselo a los thorbods.

Los últimos de Atolón relata un episodio paralelo a la aventura anterior. Tras la marcha de los tapos y los renacentistas, pequeños grupos de los primeros se han quedado en el Circumplaneta, logrando organizar un estado a pesar del acoso continuo de los hombres grises. Sin embargo, una nueva ofensiva thorbod supone el inicio de una auténtica campaña de exterminio contra los tapos, de la cual escapa el Aznar de turno (Marek Aznar concretamente) viéndose obligado a iniciar una épica marcha por la selva que se salda con una victoria del protagonista sobre la Bestia Gris.

No obstante la lucha entre este puñado de tapos y los todopoderosos thorbods, que cuentan incluso con una réplica de Valera (el autoplaneta Argos), no puede ser más desigual. Por fortuna Valera aparece (Guerra de autoplanetas) en el momento más oportuno, ya que el autoplaneta thorbod ha partido con destino a la Tierra de forma que los valeranos no tienen demasiados problemas para aniquilar a los thorbods. Puesto que Enguídanos necesitaba describir la lucha entre ambos autoplanetas, que tiene lugar en el propio Sistema Solar, la guerra de Atolón es zanjada rápidamente dejando a los tapos negociando una coexistencia pacífica con ghuros y thorbods (al fin y al cabo en el Circumplaneta caben todos) mientras Valera retorna precipitadamente a la Tierra derrotando de nuevo a los thorbods. Y, puesto que el resto de las aventuras de la Saga transcurren ya lejos de Atolón, los tapos no vuelven a aparecer en las escasas novelas (tres concretamente) que aparecieron con posterioridad, todas ellas ambientadas en el gigantesco hiperplaneta, aunque se da la circunstancia de que las nuevas generaciones de la familia Aznar, cuyos miembros más destacados son Alejandro, Tuanko y Marek Aznar, son mestizos de valerano y tapo, poseyendo los poderes parapsicológicos propios de esta última raza.


Publicado el 22-1-1999 en el Sitio de Ciencia Ficción