Miguel Ángel Aznar de Soto



Fundador de la dinastía de los Aznar y primer protagonista de la serie que narra sus aventuras. Miguel Ángel Aznar de Soto, español de nacimiento aunque residente en Estados Unidos desde su infancia, era un teniente de las Fuerzas Aéreas norteamericanas, y ex-piloto de combate de la II Guerra Mundial, destinado como piloto del avión de la Astral Information Office, una imaginaria agencia de la ONU encargada de investigar la existencia de visitantes extraterrestres en nuestro planeta. Siguiendo la pista de unos avistamientos de platillos volantes en el Tíbet viajó allí con los miembros de la agencia, viéndose involucrados en el extraño caso del secuestro de una millonaria norteamericana y el aparente trasplante a su cuerpo del cerebro de Sakya Kuku Nor, una anciana reyezuela tibetana que protegía a los extraterrestres, procedentes del planeta Venus. Tras ser capturados él y sus compañeros por los hombres grises, fueron llevados a Venus en calidad de prisioneros (Los hombres de Venus).

A su llegada a Venus lograron fugarse, entrando en contacto con un grupo de guerrilleros saissais rebelados contra los thorbod. Aliados a ellos y comandados por Miguel Ángel Aznar, terrestres y saissais, comenzaron a hostigar con éxito a sus enemigos. Por este motivo Miguel Ángel Aznar promovió una alianza entre los divididos reinos saissais, fomentando una rebelión general contra los hombres grises. Nombrado almirante de las fuerzas armadas saissais, logró conquistar la inexpugnable base Pore. Sus éxitos suscitaron los celos de parte de los caudillos saissais que, temerosos de su ascendiente sobre sus súbditos, lo relevaron de su cargo deportándolo, junto al resto de sus compañeros, a la Tierra (El planeta misterioso).

De vuelta en nuestro planeta Miguel Ángel Aznar y sus compañeros no fueron creídos, siendo expulsado de las Fuerzas Armadas norteamericanas. Casado con Bárbara Watt, un año más tarde, invitado por Harry Tierney, formó parte de la tripulación del Lanza viajando de nuevo a Venus, donde descubrieron la cripta en la que reposaban hibernados los antiguos supervivientes de la extinta civilización saissai, a los cuales despertaron de su letargo. Pese a que su ayuda resultó fundamental en la consecución de la victoria de sus aliados sobre los thorbods, convenció a sus compañeros de la conveniencia de escapar, ante el fundado temor de que los saissais les impidieran retornar a nuestro planeta (La ciudad congelada).

Durante el viaje de retorno el Lanza fue capturado por la atracción gravitatoria del planeta errante Ragol, naufragando en el mismo. Tras el descubrimiento de una fantástica ciudad poblada por robots aparentemente hostiles, discrepó con Harry Tierney, que proponía intentar un contacto pacífico con ellos, refugiándose en un lugar seguro con sus antiguos compañeros de la Astral Information Office mientras el resto de los tripulantes eran apresados por los robots. Temiendo por las vidas de sus amigos, con ayuda de Richard Balmer y George Paiton voló la central eléctrica que suministraba energía a la ciudad, lo que le permitió rescatar a sus compañeros y adueñarse de la misma, logrando así los medios para volver a la Tierra (Cerebros electrónicos).

Tras construir una poderosa astronave -el autoplaneta Rayo- capaz de escapar de la atracción gravitatoria de Ragol, aprovechó el retorno del planeta errante al Sistema Solar para retornar a la Tierra junto con sus compatriotas y un pequeño grupo de saissais habitantes de Ragol. A su llegada a nuestro planeta descubrieron que, mientras para ellos tan sólo habían transcurrido cinco años, a causa de los efectos relativistas aquí habían pasado seis siglos y medio, encontrándose al borde de una guerra nuclear entre las potencias occidentales y un hostil imperio asiático. Desatadas las hostilidades ofreció sus servicios, y los de sus compañeros, al gobierno norteamericano, teniendo una decisiva participación en la victoria con que se saldó una apocalíptica batalla aérea sobre suelo de este estado. Sus aliados, no obstante, rehusaron aprobar su plan para destruir la guarida de Tarjas-Kan, el tirano asiático, por lo que se trasladó a la Península Ibérica ofreciendo sus servicios al gobierno español. Éstos le fueron aceptados, por lo que la incursión se realizó poco después con un éxito total, lográndose la derrota del peligroso enemigo (La horda amarilla).

Concluida la contienda, propuso a los gobiernos terrestres y venusiano la constitución de una armada internacional -la Policía Sideral- encargada del mantenimiento de la paz el el Sistema Solar, de la cual fue nombrado almirante. Sin embargo, la negativa de los thorbods a entrar en ella cernió la amenaza de una guerra interplanetaria entre humanos y hombres grises, agravada por el descubrimiento de dedona en el asteroide Eros, situado a mitad de camino entre Marte y la Tierra. A bordo del Rayo Miguel Ángel Aznar protegió al preciado planetillo de los ataques thorbods y posteriormente, tras verse obligados a evacuarlo, impidió que sus enemigos pudieran explotar sus riquezas mineras hasta la llegada de refuerzos suficientes para defenderlo (Policía sideral). Sin embargo, el brutal ataque desencadenado por los thorbods contra Venus y Marte cuando todavía no había sido construida la nueva flota, desarboló sus planes. Viendo que la humanidad cedía ante al asalto de los hombres grises, viajó con el Rayo hasta Marte, buscando crear una cabeza de puente en el planeta enemigo que obligara a los thorbods a distraer fuerzas de sus ejércitos atacantes, pudiendo así dar un respiro a los atribulados terrestres. Pese a sus éxitos militares, la situación desesperada de la Tierra y Venus motivó que fuera desposeído de su cargo de almirante de la Policía Sideral y llamado a la Tierra, donde, tras concluir que la guerra estaba perdida, optó por embarcar en el autoplaneta a varios miles de ciudadanos escogidos al azar, junto con un nutrido grupo de científicos y técnicos, huyendo del Sistema Solar en busca de una nueva patria, contrayendo matrimonio con la periodista Dolores Contreras (La abominable Bestia Gris).

Tras cuarenta y tres años de azaroso viaje llegó, ya anciano, al planeta Redención, donde los exiliados terrestres encontraron una nueva patria. Aunque nominalmente seguía siendo el comandante del Rayo, a causa de su precaria salud delegó, en la práctica, en su hijo Fidel la tarea de colonizar el nuevo mundo. Falleció víctima del ataque de un monstruoso escorpión de silicio en el transcurso de un viaje de exploración por Redención, encomendando a su hijo la tarea de colonizar el planeta y liberar a los terrestres del yugo de la Bestia Gris (La conquista de un imperio).

En la segunda edición de la Saga su biografía viene condicionada por las modificaciones que Pascual Enguídanos introdujo en la trama. Tras la aventura en el Tíbet logró escapar de los hombres grises volviendo con sus compañeros a los Estados Unidos (Los hombres de Venus), pero al no ser creído aceptó la oferta de Harry Tierney para viajar hasta Venus a bordo del Lanza, ayudando a los saissais a combatir a los thorbods (El planeta misterioso). De vuelta a la Tierra naufragaron en Ragol y se enfrentaron a los robots, a los que consiguieron desconectar privándolos de energía eléctrica al tiempo que deshibernaban a los supervivientes de los saissais, cuya cripta se encontraba en los sótanos de la ciudad. Tras comunicarles la existencia de thorbods en Venus, éstos accedieron a proporcionarles ayuda para retornar a la Tierra, al tiempo que ellos hacían lo propio con Venus, cediéndoles el autoplaneta Rayo, cuya construcción había sido interrumpida por la rebelión de los robots (Cerebros electrónicos). Los episodios siguientes, de la guerra contra los asiáticos primero (La horda amarilla) y contra los thorbod después (Policía sideral y La abominable Bestia Gris) no presentan variaciones significativas. Sí son fundamentales, por el contrario, los cambios en su biografía introducidos por Pascual Enguídanos en el episodio correspondiente al descubrimiento del planeta Redención; en esta ocasión Miguel Ángel Aznar -muy suavizada ahora su faceta de anciano cascarrabias- no fallece tal como ocurriera en la primera versión (La conquista de un imperio), apareciendo como responsable máximo de la colonia terrestre asentada en este planeta (El reino de las tinieblas) e ignorándose las circunstancias y el momento de su muerte.


Publicado el 25-3-2003 en el Sitio de Ciencia Ficción