Miguel Ángel Aznar Aznar



Hijo de Joaquín Aznar y de Mercedes Aznar, y tataranieto del Almirante Mayor de Valera don Jaime Aznar. Era cadete de la Armada valerana cuando el autoplaneta arribó al sistema de Nahum y fue capturado por los nahumitas gracias al Rayo Azul. Junto con su hermana Estrella y su madre fueron los únicos miembros de su familia que lograron salvar la vida tras los disturbios que sacudieron Valera a raíz de su capitulación y que acarrearon la muerte del resto de sus parientes. Auxiliado por su amigo José Luis Balmer, novio de su hermana, y por Ángela Balmer, prima de éste, consiguió huir de las tropas de ocupación nahumitas, rescatando la sala de control de Valera tras un audaz golpe de mano (Invasión nahumita).

El contraataque enemigo a la sala de control le obligó a huir por un corredor secreto que le condujo, junto con sus compañeros, a un crucero sideral en el que pudieron abandonar Valera. Un golpe de suerte puso en sus manos una pequeña flota de 8.000 astronaves valeranas abarrotadas con medio millón de cautivos que eran transportados a los planetas nahumitas, tras lo cual buscó refugio para todas ellas en un planeta cubierto por completo por las aguas y, aparentemente, libre de fuerzas nahumitas pero habitado por los ibajay, una raza oriunda de uno de los planetas sojuzgados por Nahum, parte de cuyos habitantes había buscado refugio en ese remoto astro. Los ibajay, una raza guerrera y arrogante, capturaron a los valeranos derribando su crucero con el Rayo Azul, y su reina Hida, encaprichada con Miguel Ángel, intentó forzarle a casarse con ella bajo la amenaza de asesinar a sus compañeros, algo que hizo la taimada monarca con Ángela Balmer estando a punto de hacer lo propio con el mismo Miguel Ángel. Finalmente gracias al auxilio de los oceánides, otra raza refugiada en los profundos mares del planeta, Miguel Ángel Aznar logró recuperar la libertad cuando los submarinos del rey Tritón II atacaron la ciudad concha de los ibajay para rescatar a la princesa Ondina, que había sido capturada por éstos y salvada por Miguel Ángel de correr la misma suerte que la desgraciada Ángela Balmer (Mares tenebrosos).

Aunque el joven Aznar intentó sellar una alianza con los oceánides, el duque Cloris, prometido de la princesa Ondina y contrario a sus planes de guerra contra los nahumitas, dio un golpe de estado que destronó al rey Tritón, lo que obligó a la delegación valerana a huir precipitadamente del reino oceánide llevándose con ellos a la princesa Ondina y a varios científicos. Gracias a ellos, y en especial al profesor Campión, Miguel Ángel Aznar pudo llevar adelante sus planes de reconquista de Valera sin el auxilio de sus frustrados aliados. Gracias a la pequeña flota sideral que había rescatado, y tras apoderarse del proyector del Rayo Azul, finalmente conseguiría recuperar el autoplaneta tras una dura lucha con la guarnición enemiga (Contra el imperio de Nahum).

Tres años más tarde, y tras pefeccionar la Bomba Verde, una nueva arma revolucionaria capaz de aniquilar la totalidad de la vegetación de un planeta, Miguel Ángel Aznar retornó al sistema nahumita, esta vez comandando el autoplaneta, dispuesto a aniquilar a sus poderosos enemigos. Gracias a esta bomba descatalizadora de la clorofila, y tras rendir por hambre a Noreh, el planeta capital de los nahumitas con la ayuda de sus aliados oceánides, Miguel Ángel Aznar consiguió sus objetivos rescatando a sus compatriotas prisioneros y reemplanzo al odioso imperio nahumita por una federación de repúblicas libres. Tras rechazar las proposiciones de la princesa oceánide Ondina contrajo matrimonio con Ambar, una princesa nahumita capturada en el transcurso de uno de los episodios bélicos sostenidos contra sus enemigos (La guerra verde).

Una vez concluida la aventura en el sistema de Nahum, Valera partió en busca de nuevos horizontes llegando poco después a los planetas thorbods, aparentemente deshabitados aunque aptos para la colonización. Un intento de hacerlo por parte de Miguel Ángel Aznar, nombrado Almirante Mayor de Valera, se saldó con un motín alentado por el clan de los Balmer, a raíz del cual todos los valeranos vinculados a la familia Aznar fueron abandonados a su propia suerte en uno de los planetas del sistema, al tiempo que su esposa Ambar le abandonaba, retornando a Nahum, al ser incapaz de soportar su nueva situación. Mientras Valera se perdía en las profundidades del cosmos, Miguel Ángel Aznar emprendió la difícil tarea de organizar la precaria colonia. El planeta, bautizado con el nombre de Exilo, resultó estar habitado por unas tribus de amazonas salvajes, pero asimismo los desterrados valeranos descubrieron con horror que en él se agazapaba la Bestia Gris que ellos creían extinguida. Atacados y diezmados por los thorbods, un grupo de exiliados acaudillado por Miguel Ángel Aznar consiguió arrebatar a sus enemigos una platillo volante (Motín en Valera).

Tras capturar un segundo platillo volante y reagrupar a todos los supervivientes, entre ellos los miembros de su familia, los condujo hasta una de las aldeas del reino de la reina Amatifu, donde encontraron refugio a salvo de los hombres grises y procedieron a fabricar armas para intentar capturar una nave a sus enemigos capaz de transportar a todos ellos hasta la lejana Tierra. Acaudilló a sus hombres en la larga y penosa marcha hacia la base y el posterior asalto de la misma, que se saldó con la fuga de Exilo (El enigma de los hombres planta).

La llegada a Nahum acarreó nuevas tribulaciones para Miguel Ángel Aznar y sus compañeros. Ambar, la esposa de Miguel Ángel Aznar, había restaurado el imperio nahumita que reducido a Noreh, su planeta original, se enfrentaba ahora a sus antiguas colonias. Para complicar más las cosas los thorbods habían llegado a Nahum con la intención de conquistarlo, y ciertamente llevaban camino de conseguirlo. La providencial aparición de Miguel Ángel Aznar provisto de una nueva arma revolucionaria -la miniaturización de los cuerpos sólidos- y su alianza con las antiguas colonias nahumitas permitió derrotar primero a los thorbods, que huyeron rumbo a un destino desconocido, y posteriormente a los nahumitas, aunque esta victoria tuvo un gusto amargo para Miguel Ángel Aznar: Viéndose vencida, su antigua esposa provocó la destrucción de la atmósfera de Noreh acarreando la muerte de todos sus súbditos y la suya propia. Libre ya de sus ataduras matrimoniales, contrajo segundas nupcias con Carmen Valdivia, hija del inventor de la miniaturización Eliseo Valdivia (El azote de la humanidad).

Culminada la segunda derrota nahumita Miguel Ángel Aznar se embarcó junto con sus compañeros rumbo a la Tierra donde, suponían, había recalado Valera. Así era, pero los Balmer habían implantado una dictadura que abarcaba la totalidad del Sistema Solar y, temerosos de la venganza de su rival, le consideraban un enemigo a batir. Tras aliarse con los últimos restos de la Armada Sideral terrestre, y gracias a la técnica de la miniaturización, tras una cruel guerra Miguel Ángel Aznar consiguió derrocar el imperio Balmer erigiéndose en el libertador de Valera y del Sistema Solar (El coloso en rebeldía).

La victoria sobre los Balmer no acarreó sino nuevas desventuras para Miguel Ángel Aznar. Víctima de un atentado terrorista falleció su esposa Carmen Valdivia, y la marcha de Valera rumbo a Nahum provocó una grave crisis al negarse el gobierno federal a afrontar un rearme de cara a un hipotético ataque de la renacida Bestia Gris. Disconforme con la actitud del gobierno Miguel Ángel Aznar dió un golpe de estado que lo convirtió en dictador del Sistema Solar, provocando la lógica disconformidad de sus forzados súbditos. A consecuencia de todo ello fue secuestrado por un grupo terrorista, que exigió a cambio de su liberación la paralización de la política de rearme y la destrucción de la flota ya construida. En medio de una gran tensión los militares accedieron a las peticiones de los secuestradores, siendo destruidas en primer lugar las flotas terrestre y marciana.

Cuando le tocaba el turno a la flota venusiana, la única restante de la otrora poderosa armada sideral de la Federación Solar, se produjo la inesperada llegada de la flota invasora thorbod, la cual se encontró con el inesperado regalo de una capacidad de defensa por parte de la humanidad drásticamente disminuida. Liberado por sus captores Miguel Ángel Aznar encabezó una lucha por la supervivencia que, tras una serie de dramáticos episodios, se saldó con la derrota final de los thorbods, que huyeron camino de un desconocido refugio (La Bestia capitula).

Aclamado por los mismos que no mucho antes le repudiaran, pero escarmentado de su experiencia, Miguel Ángel Aznar decidió retirarse definitivamente de la política contrayendo matrimonio -el tercero de su azarosa existencia- con Otis Schmidt, miembro del comando guerrillero que le mantuviera secuestrado. Fruto de este matrimonio fueron dos hijos: Miguel Ángel Aznar Schmidt, futuro Almirante Mayor de Valera, que desempeñó un brillante papel durante la primera guerra contra los sadritas, y Otis Aznar Schmidt.

A la llegada de estos enigmáticos seres al Sistema Solar hacía ya mucho que Miguel Ángel Aznar Aznar llevaba una vida estrictamente particular, siendo su hijo quien vivió directamente las dramáticas consecuencias derivadas del dramático encuentro entre la humanidad y los hombres de silicio (¡Luz sólida!). Sin embargo, al decidir el gobierno federal el envío de una embajada en un intento de negociar con los invasores, Miguel Ángel Aznar Aznar formó parte de ella mientras su hijo encabezaba un comando cuya misión era capturar prisioneros (Hombres de titanio). Ambas misiones fracasaron pero los dos Aznar, padre e hijo, lograron volver sanos y salvos a la Tierra. Desatada ya la guerra entre humanos y sadritas y transmutado el Sol en un astro cuyas radiaciones resultaban mortales para los seres de carbono (¡Ha muerto el Sol!), Miguel Ángel Aznar Aznar encabezó al grupo de fugitivos que optaron por dirigir sus pasos a los planetas thorbods mientras el grueso de la humanidad optaba por el más seguro destino de Redención.

Una vez llegados a su destino, y reducidos los planetas habitables únicamente a Exilo, el mismo astro en el que Miguel Ángel Aznar sufriera destierro, descubrieron con horror que la civilización que habitaba en el planeta sufría invasiones periódicas de los nahumitas, que habían reconstruido por tercera vez su imperio y utilizaban a sus prisioneros para realizar operaciones de trasplante de cerebros, logrando así una virtual inmortalidad (Exilados de la Tierra). Pero todavía peor les resultó descubrir que la emperatriz de Nahum era hija de Ambar y de Miguel Ángel Aznar. Tras rechazar un ataque nahumita, los exilados decidieron que uno de sus autoplanetas partiera rumbo a Nahum, donde se suponía que debía de estar Valera. Y efectivamente estaba, aunque acababa de ser víctima de una aplastante derrota por parte del renacido imperio nahumita (El imperio milenario). La llegada de los terrestres provistos de una revolucionaria arma -la luz sólida- permitió la victoria final de Valera acaudillada por Miguel Ángel Aznar Schmidt, pero mientras tanto su padre, atormentado por el hecho de que fuera su propia hija la responsable de tantas infamias, había decidido viajar a Nahum para pedir personalmente a su hija el cese de la guerra. La respuesta de la emperatriz nahumita no pudo ser más cruel, trasplantando el cerebro de su padre al cuerpo de un gorila y devolviéndolo a Valera, a donde llegó justo a tiempo para morir. Éste fue el atroz fin de uno de los más destacados miembros de la saga de los Aznar, que fue posteriormente vengado con la ejecución de su cruel y desnaturalizada hija.


Publicado el 22-6-1999 en el Sitio de Ciencia Ficción
Actualizado el 5-2-2014