Fidel Aznar (Adler ban Aldrik)



Hijo de Miguel Ángel Aznar Polaris y de Yawna, su segunda esposa, y hermano menor de Miguel Ángel Aznar Bogani. Adler Ban Aldrik, como también era conocido, fue su nombre barpturano. Mestizo de valerano y barpturana, merced a una meticulosa selección genética, heredó todas las facultades paranormales de la raza a la que pertenecía su madre, las cuales se vieron potenciadas merced a su ingreso en un monasterio bundo. Al decidirse el retorno de Valera a la Tierra con objeto de arrebatar el planeta a los sadritas, Fidel Aznar, pacifista convencido al igual que todos los barpturanos, se vio apresado en la disyuntiva de acompañar a su familia, renunciado a sus ideales pacifistas, o permanecer en Atolón sufriendo la separación definitiva de sus seres queridos. Finalmente optó, junto con su madre, por acompañar a su padre y su hermano en el azaroso viaje de Valera, ingresando en la Armada como oficial médico no combatiente (¡Conquistaremos la Tierra!).

Durante el desarrollo de esta campaña, saldada con la derrota y el exterminio total de los sadritas, Fidel Aznar jugó un importante papel desbaratando el plan trazado por los hombres de silicio para hacerse con el control de Valera. Gracias a sus poderes telepáticos descubrió que su hermano Miguel Ángel, que había sido capturado por sus enemigos y posteriormente rescatado, albergaba en su interior la mente de un sadrita cuya misión era neutralizar al Almirante Mayor y al resto de los principales mandos valeranos. Neutralizado el maligno ser que se había posesionado de la mente de su hermano, propuso su expulsión y aniquilación merced al expeditivo método de desmaterializar a Miguel Ángel y volverlo a materializar con una cinta vetatom anterior al incidente (Puente de mando).

Ya en las postrimerías de la guerra contra los sadritas tomó parte, junto con su hermano Miguel Ángel, en la expedición que pretendía viajar por vez primera por el hiperespacio, pero que accidentalmente les condujo a la Tierra del pasado, concretamente a la Alemania de las postrimerías de la II Guerra Mundial. Sumidos en la vorágine del hundimiento del régimen nazi, con una población civil masacrada por los bombardeos aliados, los dos hermanos se vieron involucrados de forma involuntaria en unos acontecimientos que se desbordaron sin que pudieran hacer nada por evitarlo. Tras entrar en contacto con una familia campesina que habitaban en una granja de los alrededores de Dresde, los Aznar fueron testigos privilegiados del apocalíptico bombardeo que aniquiló esta ciudad, así como culpables involuntarios de que las SS apresaran a sus accidentales amigos, no sin que antes Fidel Aznar mantuviera un romance con Katherina Rudel, la hija del granjero (Viajeros en el tiempo). Considerándose responsable de lo sucedido, y movido por su amor hacia la muchacha, Fidel Aznar se entregó a las autoridades nazis bucando liberarla. Tras soportar estoicamente interrogatorios y torturas, así como un intento de chantajear a su hermano para que los valeranos apoyaran inverosímilmente al derrotado III Reich, Fidel Aznar logró sus propósitos. Tras convencer a Edward Roerich, oficial de las SS, de la inevitabilidad de la derrota alemana, Fidel Aznar logró su objetivo retornando a su crucero, y posteriormente a Valera, acompañado por Roerich y Katherina, aunque solamente el primero consiguió salvar el trance de la desmaterialización y la posterior materialización, mientras Katherina aparecía muerta para desesperación de Fidel (Vinieron del futuro).

Tras la accidentada llegada de Valera al sistema planetario de Uhlán fue uno de los primeros valeranos materializados por Edward Roerich, colaborando activamente gracias a sus poderes paranormales en el rescate del autoplaneta capturado por los ankoranos. Asimismo, y como colofón feliz de la aventura, tuvo la satisfacción de conseguir recuperar viva a Kateherina Rudel, que además resultó estar embarazada (Al otro lado del universo). Sin embargo, y dado su rechazo visceral a todo tipo de violencia, no tomó parte en la posterior guerra contra Ankor, permaneciendo en Valera (El planetillo furioso y El ejército fantasma).

Abandonado Uhlán, y con anterioridad a que Valera se internara de forma involuntaria en el antiuniverso, Fidel Aznar experimentó el serio revés de perder de nuevo a Katherina Rudel, desaparecida su alma en el transcurso de una nueva desmaterialización, aunque en compensación pudo ver crecer al hijo de ambos, el joven Fidel Aznar Rudel. Llegados finalmente al planeta Aqua, Fidel Aznar formó parte de la expedición que aterrizó en el mismo con objeto de entrar en contacto con los tritones, siendo capturado junto con su hermano Miguel Ángel y el resto de sus compañeros por un submarino perteneciente a una nación rival a la que había negociado con ellos. Finalmente, tanto él como el resto de los supervivientes fueron rescatados por una expedición encabezada por su hijo, misión para la que resultó fundamental el contacto telepático entre ambos. Tras la extinción del planeta Aqua decidió, junto con su hijo y un puñado de voluntarios, abandonar Valera, que iba a retornar al circumplaneta, con objeto de poder ayudar a los tritones a buscar una nueva patria, dejando todos ellos una cinta vetatom en el autoplaneta para así poder retornar a él una vez cumplida su misión, aunque al coste de olvidar forzosamente todos los recuerdos de su aventura (¡Antimateria!).

En el transcurso de su búsqueda de una nueva patria para los tritones, a bordo de dos discos volantes cedidos por la Armada valerana, descubrió una Antitierra paralela a la nuestra, pero situada en el siglo XX. Al naufragar su hijo tras un fallo de su nave y ser capturado por los norteamericanos, se dirigió a la Tierra interfiriendo sus emisiones de radio y televisión para reclamar su devolución, tras lo cual ambos partieron rumbo a su destino (La otra Tierra).

Aunque se desconocen los detalles finales de la aventura de los tritones, se supone que ambos culminaron su misión con éxito, puesto que estaban de retorno en Valera durante la fracasada guerra entre el autoplaneta y los ghuros (La rebelión de los robots). A pesar de no haber tomado parte en ella, fue deportado a Atolón tras la proclamación de la II República valerana (Supervivencia) junto con su hermano y su hijo, acompañándolos primero en el exilio en Atolón y posteriormente en su fuga huyendo de la persecución de Juan MacLane. Gracias a sus poderes telepáticos logró entrar en contacto con los ghuros descubriendo que, en contra de lo pensado por los valeranos, era una raza pacífica que sólo deseaba vivir en paz con los terrestres compartiendo Atolón. Por esta razón les proporcionó la máquina karendón, lo cual acarreó a todos los miembros de la familia Aznar una condena de muerte por parte del dictador MacLane. Cooperó activamente con su hermano en el establecimiento de la república de Maquetania, sufriendo el dolor de perder a su hijo asesinado por MacLane (¡Thorbod!, la raza maldita). Tras la invasión del circumplaneta por los thorbods formó parte de la delegación tapo que intentó negociar con éstos de forma infructuosa, sirviéndose de sus poderes telepáticos para leer la mente de los jerarcas thorbods y poder conocer así sus intenciones. Huyó de Atolón, junto con el grueso de la población tapo y la renacentista, a bordo del autoplaneta Hermes, participando en la expedición que viajó a la Tierra protohistórica amenazada por el choque de un asteroide, la cual logró evacuar tan sólo a varios miles de supervivientes del total de la población del planeta (El retorno de los dioses).

A su llegada a la Tierra del presente, se encontró con la hostilidad cerrada de los terrestres hacia los Aznar. Mientras su hermano Miguel Ángel huía a Valera, él y el resto de su familia se entregaron a los terrestres. Prisionero de sus enemigos, se fugó de su encierro aprovechándose de sus poderes paranormales, provocando inmediatamente después una rebelión entre los numerosos descontentos del régimen dictatorial terrestre. Finalmente consiguió huir a Valera, embarcándose en su viaje de regreso al circumplaneta (La Tierra después). Una vez llegados a Atolón, y a petición del gobierno valerano, encabezó la delegación que negoció con los derrotados thorbods (Los últimos de Atolón), y más adelante contribuyó de forma decisiva a la victoria de los valeranos sobre el autoplaneta Argos, con el cual los thorbods tenían sojuzgada a la Tierra, realizando un viaje astral al interior del mismo, gracias al cual descubrieron los valeranos la existencia de graves disturbios entre la oligarquía de los hombres grises, partidaria de la guerra, y el grueso del pueblo thorbod, deseoso de vivir en paz (Guerra de autoplanetas).

Zanjadas definitivamente las guerras contra los thorbods y pacificados la Tierra y Atolón, tras la llegada de Valera al hiperplaneta formó parte de la expedición científica que exploró el interior de este inmenso astro, teniendo una participación destacada en ella (La civilización perdida). Cuando Tuanko Aznar decidió volver a Valera, él permaneció en el hiperplaneta junto con el grueso del equipo científico. Sin embargo, la desgracia se cebó en ellos cuando, abandonados a sus propias fuerzas, perdieron la karendón traslator que constituía su único vehículo y fueron capturados por los saurios dominantes en esa región del hiperplaneta. A pesar de que la situación de los prisioneros valeranos no podía ser más comprometida, Fidel Aznar consiguió salvar el duro trance en el que se encontraban curando al emperador de los saurios del tumor que padecía. Poco después, liberados ya de su cautiverio, todos ellos fueron rescatados por Tuanko Aznar en su segundo viaje al hiperplaneta (Horizontes sin fin).

Reunidos ya todos los expedicionarios, Fidel Aznar viajó con todos ellos hasta otra región del hiperplaneta, donde entraron en contacto con los descendientes de una astronave que, procedente de la Tierra, había recalado accidentalmente en este astro (El refugio de los dioses). La interrupción de la Saga impide conocer la continuación de la biografía de este personaje, pero se supone que viajó a uno de los planetas interiores que orbitaban en el interior del hiperplaneta, donde habitaba otra rama de los humanos descendientes de los antiguos náufragos terrestres.


Publicado el 13-1-2000 en el Sitio de Ciencia Ficción