Linajes e idiomas en la Saga de los Aznar





¿Alguien ha caído en la cuenta que la mayoría de los valeranos que fueron a liberar el sistema solar no tenían nada de terrestres, ya que toda la aportación genética española se diluyó en la población nativa redentora?

Pues sí, porque cuando Valera vuelve a Redención en Redención no contesta lleva nada menos que mil millones de refugiados, mientras que los valeranos de pura cepa no pasarían de unas decenas.

La población normal de Valera, aunque oscila bastante a lo largo del tiempo, no suele rebasar los 100 millones de personas, siendo lo habitual 60 u 80. Pero además tuvo que cargar con mil millones de evacuados terrestres, lo que significa que los valeranos eran una minoría dentro de un Valera superpoblado e incómodo, ya que no estaba pensado para albergar a tanta gente. Además, Enguídanos dice que las relaciones no eran buenas, puesto que los terrestres, tras tantos siglos de esclavitud, estaban embrutecidos en contraste con los refinados valeranos. Ahora lo llamaríamos xenofobia o algo similar, y resulta curioso que Enguídanos plantee hace cuarenta y tantos años un problema equivalente a, salvando las distancias, si en España nos encontráramos repentinamente con cuatrocientos millones (ésta sería más o menos la proporción) de emigrantes procedentes del Tercer Mundo... Más actual, imposible.

Esto puede explicar que, pese a esa ingente aportación demográfica, los nombres de la Saga sigan siendo mayoritariamente de raíz española, y también explicaría por que hay tantos Aznar y Balmer. Sobre los apellidos, tenemos el caso de L'Atles perdut, una novela situada en la Mallorca de finales del siglo XIV y centrada en la figura del judío Abraham Cresques, maestro cartográfico, que junto con su padre crearon el famoso Atlas Catalán, que ahora está en París. Al final del libro hay una revuelta contra los judíos y estos, para sobrevivir, se han de hacer cristianos. La famosa figura de los conversos que en la intimidad, continuaban manteniendo su religión. Naturalmente se cambian los nombres y recuerdo que mientras las mujeres pudieron conservarlo, los hombres tuvieron que cambiárselo completamente.

Por otro lado, conviene no confundir apellido con linaje. Dos personas pueden tener el mismo apellido y no compartir en absoluto el linaje; de hecho, apellidos como los patronímicos no tienen lógicamente un origen común, sino muchos, de lo cual hay ejemplos históricos: Los esclavos negros de Norteamérica, cuando se emancipaban, adoptaban el apellido de sus antiguos dueños, aunque evidentemente no pertenecían a su linaje. Algo parecido ocurrió en España con los gitanos, a los cuales se les obligó allá por el siglo XVIII a adoptar nombres españoles elegidos a su antojo. Y en el siglo XIX un gobernador español de Filipinas hizo lo propio con los tagalos.

Como ya he comentado anteriormente, la población nativa de Redención (y probablemente también la terrestre tras el dominio thorbod) no tenía apellidos, por lo que lo lógico sería que adoptaran los de los exiliados terrestres. Evidentemente los apellidos más solicitados serían los famosos: Aznar, Balmer, Valera, Ferrer, Castillo... Lo que explicaría los varios millones de Aznares que, según Enguídanos, habitaban en Valera (y presumiblemente también en Redención) en Salida hacia la Tierra. ¿Eran todos ellos descendientes de Fidel Aznar y Woona? Lo dudo, por mucho que le pudieran dar al deporte. Es más lógico pensar que, además del linaje Aznar, que era el que ostentaba de forma casi hereditaria el almirantazgo mayor de Valera, muchos descendientes de antiguos nativos redentores llevaran también ese apellido a pesar de no tener el menor parentesco con ellos. Pero, ¿qué ocurre con el idioma?

El idioma redentor se mantiene. Sin ir más lejos, en Salida hacia la Tierra, los oficiales redentores lo utilizan poco después de rescatar a los esclavos humanos de Ganímedes. Lo usan para hablar por radio, a modo de efectivo cifrado, para evitar que los thorbods averigüen sus intenciones, de forma similar a como se hizo con la lengua de los navajos en la Segunda Guerra Mundial. Pero, ¿realmente sigue vivo? ¿O se trata de una reliquia que se conserva por razones históricas? Sería el equivalente a que actualmente se hablara en latín para ocultar la conversación a terceros. Enguídanos no dice nada al respecto.

El problema son los evacuados terrestres. Mil millones de personas son muchos millones y hablando mayoritariamente el thorbod. ¿Todos acabaron hablando español? Porque en este caso cabría esperar que hubiera mucha inercia y que este cambio no fuera nada fácil ni de la noche a la mañana. Enguídanos dice que la convivencia entre valeranos y terrestres era difícil, pero después de División X no vuelve a mencionarlo.

Los idiomas oficiales de la flota son tres. El castellano, el redentor y el thorbod, además de otras minorías que pudieran mantener otros, como el inglés, el catalán, etc. Que lo hablen en la Armada, principalmente para poder entender las comunicaciones enemigas, no implica necesariamente que el thorbod se siga utilizando en la calle, máxime cuando Enguídanos dice siempre que el thorbod es una lengua muy desagradable, difícil de pronunciar para la garganta humana. Así, por ejemplo de los cuarenta millones de españoles, muy pocos hablan un idioma extranjero. Que en ciertos ámbitos, como el universitario, el diplomático, el comercial, se use habitualmente el inglés, no implica que toda la población lo sepa. En cuanto a los demás idiomas, Enguídanos sólo cita al inglés como lengua oficial (y artificial, porque llevaba milenios extinta) del Imperio Balmer. Cabe pensar que todas las demás, se extinguieran durante el dominio thorbod; aunque Enguídanos no dice nada al respecto, lo lógico es que sufrieran el mismo destino que el inglés.


Publicado el 11-12-2000 en el Sitio de Ciencia Ficción
Actualizado el 4-7-2011