Los Santos Niños en España
La ermita de San Justo de Solís (Asturias)





Ermita de San Justo de Solís



En el verano de 2005 pasé mis vacaciones en Asturias y, dado que son muchos los lugares del Principado vinculados de una u otra manera a los santos Justo y Pastor, aproveché para visitar algunos de ellos. No tantos como hubiera deseado, primero porque tanto su elevado número como su dispersión hacían inviable un recorrido completo, y segundo porque varios de ellos me resultaron virtualmente imposibles de encontrar, pese a buscarlos, a causa de la intrincada toponimia asturiana.

Así, pues, en la práctica la “cosecha” de ese viaje fueron dos ermitas, las de San Justo de Turón y San Justo de Solís, a las cuales visité en ese orden dedicándoles sendos artículos, correspondiendo éste a la segunda de ellas.




Otra vista de la ermita


La ermita de San Justo de Solís no es fácil de encontrar a no ser que se esté familiarizado con la toponimia de la zona. Está situada en una comarca muy alejada de los valles hulleros perteneciente al municipio de Corvera cuya cabecera, Nubledo, está situada a unos 6 kilómetros al sur de Avilés. Hasta aquí fue fácil llegar, pero continuar no lo fue tanto. Mi siguiente referencia era la parroquia de Santa María de Solís, todavía más al sur de Nubledo siguiendo la carretera comarcal que enlaza Avilés con Oviedo. Sí, la parroquia estaba allí, al final de un desvío y no demasiado lejos de la carretera, pero su nombre indicaba bien a las claras que su advocación no era el templo que andábamos buscando. Además San Justo no era una parroquia sino una ermita, y que cabía suponer que no debería andar demasiado lejos... pero ¿dónde?


Interior de la ermita e imágenes de los Santos Niños. Fotografías de Josefa García Rodríguez


Desorientado volví a la comarcal, y aquí la suerte vino a ayudarme gracias a un cartel que unos centenares de metros más allá, y al otro margen de la carretera, señalaba un desvío hacia San Justo. El desvío, poco más que un camino precariamente asfaltado y tan estrecho que no podrían cruzarse dos coches, pronto comenzó a trepar por la ladera del monte, aunque sin encresparse tanto como en otros lugares de la accidentada orografía asturiana. En un pequeño caserío pregunté por la ermita y me dijeron que siguiera hasta el final. Así lo hice y, poco después, podía descubrirla en mitad de un extenso prado, completamente aislada y sin ningún edificio que la protegiera aunque, eso sí, las vistas que se divisaban desde ella eran soberbias. Así pues, San Justo de Solís no se refería a ningún núcleo de población -aunque es posible que corresponda al asentamiento de un antiguo despoblado-, sino al monte en el que se alzaba, solitaria, la ermita.




Romería de Solís. Fotografía de Josefa García Rodríguez


Como era de suponer ésta estaba cerrada -en aquel momento yo desconocía que sólo se abre con ocasión de la romería anual- y no había lugar alguno en el que solicitar que me la abrieran, por lo que me limité a hacer fotografías del exterior y a copiar el texto del panel informativo que había junto a ella, cuyo texto era el siguiente:


ERMITA DE SAN JUSTO

Situada en una loma entre las aldeas de La Sota y Calabaza. La construcción original está muy alterada, ya que fue derribada y construida de nuevo en la segunda mitad del siglo XIX sin tener en cuenta su estructura anterior. Su fábrica primitiva permitiría fecharla hacia el siglo XVII, si bien parece ser que fue restaurada en el siglo XIX. Su planta constaba de una nave (probablemente dividida en tres tramos y con cubierta abovedada), un ábside (de planta cuadrada, también abovedado), una sacristía (a la derecha del ábside) y un porche (en el lado oeste y parte del lado sur, con cubierta de madera). En su fachada cuatro ventanas orientadas al sur que iluminaban la nave y el ábside, y dos que iluminaban la sacristía, siendo todas ellas adinteladas , cuadradas y construidas con sillares; los aleros estaban hechos con tejas, destacando en el lado oeste una esbelta espadaña, y el porche estaba cerrado por el lado oeste y abierto por el lado sur, donde su techumbre se apoyaba sobre un poste de madera.

La ermita actual, construida en 1978 sobre el mismo solar, es de proporciones bastante más reducidas. Su planta consta de una nave indivisa, un ábside que sólo se distingue de la nave por estar elevado su pavimento sobre un escalón, y un porche cerrado en el lado oeste que se comunica con la nave por medio de dos portadas adinteladas, y con el exterior por otras dos portadas orientadas al norte y al sur. La cubierta es enteramente de madera. De la fábrica de la primitiva ermita sólo se reaprovechó la espadaña, cuidadosamente reconstruida (cuya parte superior, con el arquillo que alberga la campana, debe proceder de la restauración del siglo XIX), algunos sillares de la cornisa que recorre las fachadas por debajo del alero del tejado, y los sillares de una de las portadas -la izquierda- que hoy comunican el porche y la nave, sobre cuyo dintel aparece grabada la inscripción “AÑO DE 1838”, que nos indica la restauración de la antigua ermita en el siglo XIX. La otra portada que comunica el porche con la nave conserva grabada sobre el dintel la inscripción “AÑO DE 1978”, con la fecha en que se construyó la actual.


Por cierto, y en alusión a la referencia geográfica indicada en el panel de que la ermita se encontraba “Situada en una loma entre las aldeas de La Sota y Calabaza”, he de advertir que no fui capaz de encontrar ninguna de estas dos aldeas, que no aparecían ni tan siquiera en los mapas más detallados que tuve ocasión de consultar, dicho sea esto para evitar posibles despistes a la hora de visitarla.




Romería de Solís. Fotografía de Josefa García Rodríguez


Nada pude averiguar, evidentemente, acerca de las imágenes de los Santos Niños, de las que desconocía incluso si se conservaban en la parroquia de Santa María de Solís o en la propia ermita. No fue sino hasta bastantes años después cuando gracias a la amabilidad de doña Josefa García Rodríguez pude conseguir unas fotografías de las imágenes y de la romería de la que hablaré a continuación, pudiendo comprobar que éstas son antiguas y presumiblemente barrocas, algo bastante excepcional en Asturias dado que la mayoría de la iconografía de los Santos Niños desapareció víctima de las convulsiones políticas del Principado, bien la revolución de 1934 o ya en la Guerra Civil de 1936, habiendo sido reemplazadas por reproducciones modernas, muchas de ellas realizadas en serie, de escasa calidad artística. Como curiosidad, cabe reseñar que las imágenes de Solís recuerdan bastante a las de Tielmes, localidad perteneciente a la Alcarria complutense y, por ello, distante varios centenares de kilómetros de esta aldea asturiana.




Misa de campaña en el prado de la ermita. Fotografía de Josefa García Rodríguez


Gracias a Internet he podido saber, asimismo con posterioridad a mi viaje, que todos los años se celebra una romería desde la iglesia de Santa María de Solís, situada en el llano a varios kilómetros de distancia, hasta la ermita. Curiosamente ésta no tiene lugar el 6 de agosto, festividad de los Santos Niños, sino el primer domingo de septiembre, cabiendo suponer que el cambio de fecha se pueda deber, tal como ocurre en otros lugares, para que la fiesta se pueda celebrar una vez concluidas las tareas agrícolas del mes de agosto. La romería, cuyos participantes van ataviados con trajes típicos y en la que participa la banda de gaitas de Corvera, culmina con una misa campestre y una fiesta en el prado, engalanado para la ocasión.




Ver también: La presencia de los Santos Niños en Asturias (I a IV)


Publicado el 19-11-2005, en el nº 1.928 de Puerta de Madrid
Actualizado el 20-12-2014