Un cuadro de san Diego en Santorcaz (Madrid)





Fotografía cedida por Diego Canales



La villa de Santorcaz, perteneciente a la antigua Comunidad de Villa y Tierra de Alcalá de Henares, de la que dista 18 kilómetros, es pese a lo reducido de su población -851 habitantes en enero de 2016- una población con una notable historia. Además del importante yacimiento carpetano de El Llano de la Horca, el propio pueblo contó con un castillo, del que hoy se conservan tan sólo las ruinas, en el que estuvieron presos personajes tan importantes como el Cardenal Cisneros o la Princesa de Éboli.

La parroquia está bajo la advocación de san Torcuato, uno de los siete varones apostólicos que según la tradición evangelizaron la Hispania romana en el siglo I, y del cual ha tomado su nombre el pueblo. Es un templo interesante, aunque muy modificado, y en él fue bautizado Juan de Arellano, el pintor barroco especializado en bodegones y, sobre todo, en floreros cuyos cuadros se conservan hoy en diferentes museos, incluido el del Prado.

En una visita que realicé hace años a la parroquia me encontré con el cuadro de san Diego que reproduzco aquí. Lamentablemente la fotografía que tomé entonces -en realidad una diapositiva que posteriormente digitalicé- dejaba mucho que desear en cuanto a su calidad, a lo que se sumaba un grave deterioro del cuadro. Gracias a la amabilidad de Diego Canales, párroco de Santorcaz, he podido conseguir una fotografía de su estado actual, ya restaurado.

Poco más es lo que puedo decir, salvo que su anónimo autor representó al santo franciscano siguiendo los cánones más habituales, con el crucifijo en la mano derecha y el regazo repleto de flores en la izquierda. Es de esperar que en un futuro pueda completar estos escuetos datos.


Publicado el 14-6-2017