Iconografía de san Diego en la diócesis de Ciudad Rodrigo





Vista exterior de la catedral de Ciudad Rodrigo



Ciudad Rodrigo es una población de unos 14.000 habitantes situada al suroeste de la provincia de Salamanca, a 86 kilómetros de la capital provincial y 25 de la frontera portuguesa. Cabecera de su comarca, es la cuarta población en importancia de la provincia tras Salamanca, Santa Marta de Tormes -prácticamente una ciudad dormitorio de la capital- y Béjar, aunque las diferencias demográficas entre las tres últimas son mínimas.

Sin embargo, si en algo destaca Ciudad Rodrigo es no sólo por su importante patrimonio artístico, equiparable a los de Béjar, Peñaranda de Bracamonte o Alba de Tormes, sino por el hecho de que es también cabecera de una diócesis que con la de Salamanca se reparte el territorio provincial, constituyéndose en uno de los pocos ejemplos castellanos -en el antiguo reino de Aragón suele ser bastante más frecuente- de poblaciones que son, desde hace siglos, sedes episcopales sin ser capitales de provincia, tal como también ocurre con Astorga, El Burgo de Osma y Sigüenza y, ya en la vecina Extremadura, con Plasencia y Coria -en la práctica asentada en Cáceres-, puesto que el templo principal de Mérida es tan sólo la concatedral de la archidiócesis de Mérida-Badajoz.

La diócesis mirobrigense, que tal es el gentilicio de Ciudad Rodrigo, fue creada en 1161 justo después de su reconquista, y aunque entre 1843 y 1949 estuvo en situación de sede vacante o gobernada por administradores apostólicos, llegándose incluso a plantear su supresión, a partir de 1949 volvió a contar con prelados propios. La sede episcopal es la suntuosa catedral de Santa María, construida entre los siglos XII y XIV en estilo románico pero profundamente remozada durante los siglos posteriores, destacando en su exterior la recia torre neoclásica construida a finales del siglo XVIII en sustitución de la anterior, derrumbada durante el terremoto de Lisboa.


Izquierda, retablo de la capilla de los Dolores de la catedral de Ciudad Rodrigo
Derecha, detalle de la imagen de san Diego. Fotografía de José Prieto del Hoyo


Ya en el verano de 2012, durante una visita a la ciudad, tuve ocasión de descubrir una imagen de san Diego en el interior de la catedral, hecho que me llamó la atención dado que su culto no está demasiado extendido por estas tierras pertenecientes al antiguo reino de León. La imagen está ubicada en la denominada capilla de los Dolores, o de la Soledad, una de las dos que se abren a los pies de la nave principal a ambos lados del pórtico de entrada, concretamente la situada al lado de la Epístola, es decir, a la derecha teniendo el altar mayor de frente. La capilla cuenta con un recargado retablo churrigueresco realizado en 1728 por Manuel de Larra y Churriguera, sobrino de José de Churriguera, y la imagen de san Diego, como se puede apreciar en la fotografía, se yergue en la hornacina que remata el cuerpo superior del retablo. Tal como se puede apreciar en la fotografía, la Virgen titular está flanqueada por las imágenes de san Francisco y santo Domingo, estando colocado san Diego en la hornacina situada en el ático del retablo. Su iconografía es la habitual, con el hábito recogido sosteniendo las rosas milagrosas y una cruz alzada en su mano derecha. Aunque desconozco quien pudo ser su autor, cabe suponer que la imagen sea contemporánea del retablo.

Más recientemente, entre el 11 de julio al 8 de diciembre de 2014, estuvo abierta en Ciudad Rodrigo, y más concretamente en la capilla mayor del Seminario de San Cayetano, la exposición “San Francisco”, una de las actividades programadas a lo largo del Año Franciscano en Miróbriga conmemorando el VIII centenario del paso de san Francisco por la ciudad haciendo el Camino de Santiago, tal como relata una tradición local. La muestra, como cabe suponer, estuvo dedicada a la orden franciscana y, aunque san Diego no fue el personaje más representado en ella, hubo ocasión de contemplar dos excelentes tallas suyas, ambas procedentes de diferentes lugares de la diócesis.


Izquierda, imagen de El Zarzoso. Derecha, imagen de Aldehuela de Yeltes
Fotografías cedidas por José Prieto del Hoyo


La primera es propiedad del convento de franciscanas terciarias de Porta Coeli, fundado en 1444 en el paraje denominado El Zarzoso, perteneciente al municipio de El Cabaco, a 45 kilómetros al este de Ciudad Rodrigo y al pie de la Peña de Francia. Se trata de una bella talla policromada, de tan sólo 50 centímetros de altura y autor anónimo, datada en la primera mitad del siglo XVIII. La imagen, como es habitual, representa el conocido milagro de las flores que el santo sostiene, más que en su regazo, casi a la altura del pecho, mientras que con la mano derecha sujeta una gran cruz de tamaño superior al suyo.

La segunda talla procede de la iglesia parroquial de La Purísima de la localidad de Aldehuela de Yeltes, cercana al convento de Porta Coeli -los separan tan sólo una veintena de kilómetros- y también a Ciudad Rodrigo, de la que dista apenas treinta. Esta imagen, aunque es prácticamente contemporánea de la anterior -está datada en el primer tercio del siglo XVIII-, representa al lego franciscano con unos rasgos más duros que aquélla. También hace alusión al milagro de las rosas, pero en esta ocasión san Diego las sostiene con las dos manos careciendo, por consiguiente, de cruz. Es asimismo anónima y de mayor tamaño, con una altura de 120 centímetros.


Publicado el 22-11-2014
Actualizado el 13-9-2018