El incendio de la Magistral





Estado en el que quedó la Magistral después del incendio de 1936



Como es sabido, la Magistral y la parroquia de Santa María fueron destruidas en los primeros días de la guerra civil. En su momento, como es lógico suponer, la propaganda de guerra de ambos bandos atribuyó la autoría del desaguisado al enemigo: Los nacionales dijeron que los republicanos le habían prendido fuego, mientras los republicanos acusaron a la aviación franquista de haber bombardeado la iglesia.

En realidad lo que ocurrió fue que la Magistral fue incendiada por turbas incontroladas, correspondiéndole al parecer gran parte de la responsabilidad a la columna de milicianos que fue enviada desde Madrid para sofocar la rebelión de la guarnición acantonada en nuestra ciudad. A estas alturas resulta absurdo, por supuesto, continuar discutiendo sobre este tema, lo que no impide que recientemente se haya oído alguna voz, presuntamente bien informada, apoyando la indefendible teoría de que la Magistral fue víctima de un bombardeo.

Por esta razón, resulta sumamente interesante desde un punto de vista histórico el testimonio que Carlos Condés me ha hecho llegar, ya que tanto el medio de expresión en el que fue recogido (el periódico El socialista) como la fecha del mismo (inmediatamente después del 18 de julio de 1936) le hace poco sospechoso de falsedad. El artículo en cuestión se titula “Cómo se fraguó la traición en Guadalajara”, y relata el viaje de su redactor desde Madrid a Guadalajara, pasando por Alcalá, en los días posteriores al estallido de la guerra civil. Transcribo literalmente:


“Alcalá, taciturno. Nuestro designio es comprobar el episodio de la sublevación en Guadalajara. No nos detenemos en Alcalá de Henares, donde los daños son escasos. Sin embargo, dirigimos una mirada hacia la catedral (sic), de que hicieron refugio los facciosos, y que por ello fue incendiada. Alcalá, como siempre, taciturno, en cierto modo indiferente a la tragedia, como si fuera anterior o posterior a ella. Es difícil comprenderte, Castilla”.


Insisto en ello: Sesenta años largos después, el interés de este testimonio es puramente histórico.


Publicado el 11-10-1997, en el nº 1.544 de Puerta de Madrid
Actualizado el 9-6-2008