La fuente del Aguador





Vista panorámica de la fuente del Aguador



Sin duda, la más llamativa actuación urbanística de estos últimos meses ha sido la instalación, en la puerta de Aguadores, de una fuente ornamental con un motivo escultórico alusivo, precisamente, a esta profesión hoy extinta pero durante siglos importante hasta el punto de llegar a dar su nombre a una de las antiguas puertas de la ciudad. El hecho de estar situada, asimismo, en una de las entradas al recinto ferial, ha permitido que esta fuente haya podido ser contemplada por los numerosos alcalaínos que durante estos días se han desplazado hasta esta zona.

Por lo que yo he podido pulsar, la opinión general ha sido, prácticamente sin excepciones, muy favorable. Dicho con otras palabras: la fuente ha gustado, lo que no es en modo alguno de extrañar puesto que tanto el grupo que la remata, obra del escultor José Noja -autor, asimismo, de la estatua de Azaña-, como el conjunto de su diseño, son francamente acertados al tiempo que suponen una mejora estética muy importante tanto de su entorno inmediato como del conjunto de la ciudad. Quizá hubiera sido posible una orientación ligeramente diferente que la que se le ha dado como forma de obtener una mejor perspectiva desde el paseo del Val y la calle de Fernán Falcón; pero esto no empaña en modo alguno el éxito de esta acertada iniciativa, a la que es de esperar que pronto se vea completada con el ajardinamiento de la placita vecina.

Pero no acaban ahí los proyectos municipales en lo que a este tipo de iniciativas se refiere: Junto a la reconstrucción de la entrañable fuente de los Cuatro Caños, el ayuntamiento planea la construcción de varias fuentes ornamentales en lugares tales, si no me falla la memoria, como la puerta del Vado, la glorieta del Chorrillo o una rotonda existente en las cercanías de la ermita de San Isidro. Asimismo, yo propondría otros lugares tales como la plaza de la Juventud, la confluencia de Juan de Austria y Lope de Figueroa o la Vía Complutense una vez que estén finalizadas las obras; en todo caso, siempre se conseguirá una mejora de nuestro entorno urbanístico y, en definitiva, de nuestra calidad de vida.


Publicado el 15-9-1990, en el nº 1.207 de Puerta de Madrid
Actualizado el 1-10-2008