Las lápidas “políticas” de Alcalá



Dentro del conjunto de lápidas conmemorativas presentes en Alcalá, existe un grupo de ellas que podríamos definir como “políticas”, al estar dedicadas a reyes -o miembros de las casas reales-, jefes de estado o de gobierno y políticos significados en la historia de España, o bien a acontecimientos históricos vinculados a los mismos. Evidentemente algunas de ellas también habrían tenido cabida en otros apartados tales como el dedicado a los personajes alcalaínos, pero dada la relevancia nacional, e incluso internacional, de algunos de ellos -caso de Cisneros, Catalina de Aragón, el emperador Fernando o Manuel Azaña-, he estimado conveniente dejarlas aquí. En cuanto a las dedicadas a Cervantes y a su obra, dado que por sí solas son ya suficientes cuentan con un artículo propio.

Una vez establecidos los criterios de selección, se plantea ahora una cuestión de metodología. Aunque el orden más lógico de presentación de las mismas es el cronológico, nos encontramos con dos posibles alternativas, las fechas de erección de las respectivas lápidas o, por el contrario, las fechas en las que tuvieron lugar los acontecimientos a los que homenajean. Pese a que en un principio ambos criterios podrían resultar igualmente válidos, he preferido optar por el primero de ellos ya que nos da una idea bastante fehaciente del momento histórico en el que éstas fueron promovidas, en ocasiones a varios siglos de distancia de sus correspondientes efemérides.

Así pues la más antigua de ellas, con gran diferencia sobre la mayor parte del resto, es la que conmemora el cuarto centenario del fallecimiento del cardenal Cisneros, lo que nos retrotrae hasta 1917 -el cardenal falleció el 8 de noviembre de 1517-, aunque la lápida no menciona ninguna fecha. Está realizada en bronce y se encuentra situada en una de las crujías del patio de Santo Tomás de Villanueva, en el colegio mayor de San Ildefonso, por lo que quizá no sea de las más conocidas por el gran público pese a su notable valía artística.

La lápida, diseñada a modo de retablo, recoge en su parte central un busto del cardenal flanqueado por sendos relieves que representan la fachada de la universidad y el patio de Santo Tomás, mientras el cuerpo inferior le representa montado a caballo al frente de sus tropas, posiblemente recordando la conquista de la ciudad de Orán. El conjunto se completa con varios escudos, entre ellos el propio de Cisneros y el de la República Argentina, justificándose la presencia de este último por la divisa que campea en su parte inferior:




Lápida conmemorativa del cuarto centenario de la muerte del cardenal Cisneros


A CISNEROS
EN SU CUARTO CENTENARIO - ARGENTINOS Y ESPAÑOLES


En los dos bordes inferiores de la lápida aparecen sendas inscipciones que nos ayudan a conocer mejor su historia. En la de la izquierda se lee “Dº M. CIGORRAGA - COMPOSIT”, y cabe suponer que haga alusión al promotor de la iniciativa tal como parece indicar el término latino composit. En cuanto al nombre tan sólo puedo especular, aunque he localizado a un político argentino llamado Manuel Cigorraga que por esas fechas ejerció importantes cargos en el gobierno de su país, tales como el de director general de Inmigración.

La inscripción de la derecha corresponde a la fundición en la que se confeccionó la lápida: “GOTTUZZO y PIANA - FEGERONT - BS AIRES”, dándose la circunstancia de que existen algunas medallas conmemorativas acuñadas por esta misma empresa a las que aparece vinculado este mismo personaje. Lo que no he podido averiguar son las razones que movieron a Manuel Cigorraga, si realmente se trató de él, para erigir la lápida, dado que no fue un acto institucional del gobierno argentino sino, aparentemente, de una iniciativa de índole privada.

Varios años posterior, y mucho más visible que la anterior puesto que se encuentra adosada a la fachada del ayuntamiento, es la lápida que conmemora el nombramiento del general Miguel Primo de Rivera como hijo adoptivo de Alcalá. Está realizada en piedra caliza de color blanco, y el texto de la misma reza lo siguiente:




Lápida de Miguel Primo de Rivera


LA CIUDAD DE ALCALÁ DE HENARES
NOMBRÓ HIJO ADOPTIVO
DE LA PATRIA INMORTAL DE CERVANTES
AL EXCMO. SEÑOR GENERAL
D. MIGUEL PRIMO DE RIVERA
MARQUÉS DE ESTELLA
GRAN ESPAÑOL Y GOBERNANTE EGREGIO
EN SESIÓN CELEBRADA POR SU EXCMO. AYUNTAMIENTO
EL DÍA 10 DE OCTUBRE DE 1925.


Conviene recordar que por entonces el general Primo de Rivera era el jefe de gobierno español tras el golpe de estado del 13 de septiembre de 1923, ejerciendo como dictador hasta su dimisión en enero de 1930; así pues, en esta ocasión homenaje y homenajeado fueron coincidentes en el tiempo. Puesto que no conozco ninguna intervención directa de este militar en Alcalá, cabe pensar que todo se debiera a un caso de la típica adulación hispánica al poder, como parece corroborar el hecho de que meses después el dictador realizara una solemne visita a la ciudad, en la que fue recibido con todos los honores, con objeto de agradecer el nombramiento.

Como curiosidad, y tal como se aprecia en la fotografía, cabe reseñar la corrección de una errata en el apellido, que inicialmente figuraba como “RIBERA” con “b”, sobre la cual se grabó la letra “v”. Resulta sorprendente, por cierto, que la lápida sobreviviera a los años de la II República durante los cuales la figura del dictador no se puede decir que fuera precisamente bienquista por los nuevos gobernantes; al parecer la lápida, eso sí, fue retirada de la fachada del ayuntamiento, siendo repuesta tras la instauración del franquismo aunque, al borrarse la tinta que remarcaba las letras, durante muchos años resultó prácticamente ilegible.

Pese a que Manuel Azaña fue contemporáneo de Primo de Rivera, hubieron de pasar muchos años, concretamente hasta 1980, para que este alcalaíno, que llegó a ostentar los cargos de presidente de gobierno y presidente de la II República, contara en su ciudad natal con el reconocimiento que se merecía. Las razones son obvias: hasta la muerte de Franco su memoria estuvo proscrita, y sólo desde 1979 hubo en Alcalá un ayuntamiento ajeno al régimen franquista. Por lo demás la fecha de 1980 no fue elegida al azar, ya que corresponde al primer centenario de su nacimiento, siendo el lugar elegido para la ubicación de la nueva lápida la fachada de la casa natal de Azaña, en la calle de la Imagen.




Lápida original de Manuel Azaña
Fotografía de Miguel Ribot1


Por desgracia, los avatares de esta lápida no fueron fáciles. La original, de piedra caliza, fue completamente embadurnada con pintura, a poco de ser descubierta, por vándalos nostálgicos del antiguo régimen. Ésta tuvo que ser reemplazada por una segunda, en esta ocasión de mármol negro susceptible de ser limpiado; de poco sirvió, porque ahora fue salvajemente destrozada a martillazos. Hubo pues que colocar una tercera, la actual, también de mármol negro y, para evitar que volvieran a destrozarla, en vez de estar sujeta con cuatro anclajes por las esquinas, tal como suele ser habitual, fue literalmente empotrada en la fachada, lo que no evitó que fuera embadurnada de nuevo en varias ocasiones, aunque en todas ellas pudo ser limpiada. No obstante, fijándonos con atención podremos apreciar todavía algunos restos de pintura negra. Afortunadamente, de un tiempo a esta parte el fanatismo político parece haber dejado tranquila la memoria de Azaña.

En cuanto al texto, que no sufrió variación en ninguna de las tres lápidas, reza lo siguiente:




Lápida de Manuel Azaña


EN ESTA CASA NACIÓ Y VIVIÓ
D. MANUEL AZAÑA Y DÍAZ
1880 ~ 1940
EL EXCMO. AYUNTAMIENTO
DE ALCALÁ DE HENARES
EN EL I CENTENARIO DE SU
NACIMIENTO

10 ENERO 1980


Completa la composición un escudo esquemático de Alcalá encuadrado en el ángulo inferior izquierdo.

Alcalá cuenta con el honor de ser la cuna natal de dos monarcas, Catalina de Aragón y el emperador Fernando I de Alemania. La primera de ambos, hija como es sabido de los Reyes Católicos y desafortunada esposa del rey inglés Enrique VIII, vio la luz en el palacio arzobispal el día 16 de diciembre de 1485. Para conmemorar el quinto centenario de su nacimiento el ayuntamiento descubrió una lápida en un lugar tan poco adecuado, por lo escondido, como es el lateral del torreón de Tenorio que da al patio de armas del palacio, donde aún continúa pasando probablemente desapercibida para la mayor parte de los viandantes no avisados de su existencia. Durante bastantes años, hasta que en abril de 2007 se erigió una estatua dedicada a esta reina en la vecina plaza de las Bernardas, esta modesta lápida de piedra caliza fue el único homenaje -excepción hecha de una calle dedicada a ella en el casco antiguo- con el que Alcalá recordó la memoria de su egregia hija. El texto reza lo siguiente:




Lápida de Catalina de Aragón


EN ESTE PALACIO DE LOS ARZOBISPOS DE TOLEDO
NACIÓ CATALINA DE ARAGÓN, REINA DE INGLATERRA
EL EXCMO. AYUNTAMIENTO DE ALCALÁ DE HENARES
EN EL V CENTENARIO DE SU NACIMIENTO
16 DICIEMBRE 1985


Se completa la lápida con tres elementos heráldicos esbozados de forma harto esquemática: en la parte superior, centrado, el castillo que simboliza Alcalá, y en la parte inferior, a la izquierda, una granada alusiva a Catalina, y a la derecha la rosa de la dinastía Tudor a la que pertenecía su esposo Enrique VIII.

Hemos de dirigir de nuevo nuestra mirada a la fachada del ayuntamiento para encontrarnos con una lápida que recuerda la celebración en Alcalá, en el año 1348, de unas cortes castellanas presididas por el rey Alfonso XI. Puesto que la lápida está fechada en 1998, resulta llamativo que se conmemorara el 650º aniversario del acontecimiento, del cual no puede decirse que se trate de una fecha demasiado redonda... claro está que el ayuntamiento de la época aprovechó que el Pisuerga pasaba por Valladolid para vincularlo al vigésimo aniversario de la proclamación de la constitución actualmente vigente, pese a que ambos acontecimientos históricos, en principio, no parecen guardar mayor relación, siendo además el segundo de ellos ajeno por completo -salvo en lo que afecta a los alcalaínos en su condición de españoles- a la historia local. Misterios de la política...




Lápida de las Cortes castellanas


REINANDO ALFONSO XI SE
REUNIERON EN EL AÑO 1348
LAS CORTES DE CASTILLA
EN LA VILLA DE ALCALÁ
SU AYUNTAMIENTO LO CONMEMORA
EN EL AÑO EN QUE SE CELEBRA
EL XX ANIVERSARIO
DE LA CONSTITUCIÓN DE 1978.
ALCALÁ DE HENARES A 29 DE DICIEMBRE DE 1998.


La lápida, como puede apreciarse en la fotografía, es de piedra caliza y está adornada con un medallón de bronce que reproduce el escudo de la ciudad, un diseño que, como veremos a continuación, se repetiría en lápidas posteriores.

Vecina de la anterior, ya que está adosada también a la fachada del ayuntamiento, pero un año posterior a ésta, es la lápida que rinde homenaje conjunto al presidente mexicano Lázaro Cárdenas y al presidente español Manuel Azaña, ambos contemporáneos. Como es sabido Lázaro Cárdenas era el máximo dignatario de su país cuando tuvo lugar en 1939 la derrota de la II República a manos de los insurrectos franquistas, siendo uno de los escasos -por no decir el único- gobernantes extranjeros que auxiliaron sin reparos a los atribulados exiliados españoles. Asimismo logró evitar que Manuel Azaña, ya agonizante, cayera en manos de los nazis que habían invadido poco antes Francia. Salvo en lo relativo a la protección a Azaña, al que su muerte en Montauban le impidió recibir asilo político en México, Lázaro Cárdenas no tuvo vinculación directa con Alcalá, aunque su memoria es recordada en nuestro país por todo cuanto hizo en favor de los republicanos españoles. Por esta razón, además de la lápida cuenta con un monumento en la glorieta que sirve de intersección a las avenidas de Meco y de Miguel de Unamuno.

La lápida repite el mismo modelo de la anterior, en piedra caliza y con el escudo en bronce de la ciudad, y se supone que conmemora el sexagésimo aniversario del final de la guerra civil, una curiosa efeméride tan sólo explicable por el hecho de que los mandatos municipales tan sólo duran cuatro años... sin que los miembros de la corporación tengan la seguridad de ser reelegidos. Así pues, conviene espabilarse. Su texto, redactado por cierto con una extraña sintaxis, es el siguiente:




Lápida de Lázaro Cárdenas y Manuel Azaña


EXCMO AYUNTAMIENTO
DE
ALCALÁ DE HENARES
A
LOS PRESIDENTES
L. CÁRDENAS
(MÉXICO)
M. AZAÑA
(II REPÚBLICA ESPAÑOLA)
1939-1999
EXILIO ESPAÑOL


Tres años más tarde, en 2002, la Universidad dedicó también una lápida a Lázaro Cárdenas, aunque en este caso la ubicación elegida para la misma fue el interior del Colegio de Málaga, concretamente en la crujía norte del claustro occidental -el más cercano a la plaza de Rodríguez Marín-, a mitad de camino entre el zaguán de entrada y la escalera que separa a ambos claustros. La lápida es de dimensiones reducidas y está fundida en bronce, siendo éste su texto:




Lápida de Lázaro Cárdenas del Colegio de Málaga


UNIVERSIDAD DE
ALCALÁ
AL PRESIDENTE LÁZARO CÁRDENAS
Y SU MUJER AMELIA SOLÓRZANO
PROTECTORES DE LOS UNIVERSITARIOS ESPAÑOLES
TRANSTERRADOS A MÉXICO
Alcalá, 30 de octubre de 2002


Por lo menos, el texto está bastante mejor redactado que el de la anterior. Más neutra desde el punto de vista político, así como más vinculada también a la historia local, es la lápida descubierta en 2003 en recuerdo del emperador alemán Fernando I, también conocido como Fernando de Bohemia, hermano menor del emperador Carlos V y nacido, al igual que su tía Catalina de Aragón, en el palacio arzobispal de Alcalá el 10 de marzo de 1503. Educado en Castilla a diferencia de su hermano, que lo fue en Flandes, heredó la corona imperial a la abdicación de éste en 1556, mientras su sobrino Felipe II era coronado rey de España. Por esta razón en marzo de 2003, coincidiendo con el quinto centenario de su nacimiento -al menos en esta ocasión el ayuntamiento sí eligió un aniversario redondo-, se le erigió una lápida conmemorativa bastante aceptable desde el punto de vista artístico, en piedra caliza y con un gran medallón de bronce en el que se reproduce su busto. Eso sí se volvió a incurrir en el error, tal como ocurrió con la de Catalina de Aragón, de ubicarla en un lugar tan poco adecuado como es la anodina tapia que limita el solar del antiguo palacio arzobispal con la calle del Cardenal Sandoval en vez de hacerlo, como hubiera sido lo más lógico en ambos casos, en la propia fachada principal del palacio. Al menos, y a diferencia de lo que ocurre con la de su tía, ésta no queda demasiado escondida. El escueto texto de la lápida reza:




Lápida del emperador Fernando


EN ESTE PALACIO NACIÓ
EL EMPERADOR FERNANDO I
HIJO DE JUANA DE CASTILLA
ALCALÁ DE HENARES, 1503

LA CIUDAD EN SU V CENTENARIO
10 DE MARZO DE 2003


De forma prácticamente simultánea el ayuntamiento dedicó otra lápida a Andrés Nin, el dirigente del POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista, una facción comunista afín a Trotsky y enfrentada a los estalinistas) que fue secuestrado en plena guerra civil por agentes soviéticos, traído a Alcalá para ser interrogado y finalmente asesinado por sus captores, sin que se conozca siquiera el paradero de su cadáver. Al parecer no fue posible, como se pretendió en un principio, colocar la lápida en la fachada de lo que entonces fuera la cárcel, es decir, el antiguo convento de Santo Tomás actualmente en fase de adaptación como parador de turismo, por lo que finalmente la lápida acabó instalada en el claustro del colegio de los Trinitarios Calzados, en la calle de los Colegios, durante muchos años sede del asilo de San Bernardino, y ahora de la fundación Pablo Iglesias. El hecho de que esta lápida no se encuentre en la vía pública hace que sea poco conocida en la ciudad, e incluso a mí me costó bastante trabajo localizar su paradero. Éste es su texto:




Lápida dedicada a Andrés Nin


La ciudad de Alcalá de Henares, en memoria
de ANDREU NIN, (1892-1937) intelectual
revolucionario y dirigente del POUM, que
permaneció secuestrado en nuestra ciudad
desde donde partió hacia la muerte.

20 de Marzo de 2003


La siguiente lápida, según el orden cronológico de erección, es una nueva muestra de la capacidad de los políticos para “ajustar” las efemérides a sus mandatos electorales. Ésta, en concreto, conmemora la entrevista que tuvo lugar en nuestra ciudad entre los Reyes Católicos y Cristóbal Colón en 1486. Pero como en 1986, año en el que se cumplía el quinto centenario de este evento, no se hizo nada al respecto, y allá por 2004 esperar hasta el sexto hubiera supuesto demasiado, el ayuntamiento de entonces se las apañó para vincularlo, en un alarde de imaginación, al quinto centenario del fallecimiento de Isabel la Católica, pese a que éste no tuvo lugar en Alcalá sino en la localidad castellana de Medina del Campo... en política siempre hay un roto para un descosido. Por si fuera poco la lápida se instaló en la fachada de la Casa de la Entrevista, el falso pastiche inventado en 1968, sobre la antigua iglesia del convento de San Juan de la Penitencia, para conmemorar una audiencia que tuvo lugar en realidad en el vecino palacio arzobispal, cuyas dependencias quedaron destruidas en el incendio de 1939 pero cuya fachada sigue afortunadamente en pie. Eso sí, al menos el texto no miente:




Lápida de la entrevista de Colón y los Reyes Católicos


Algo se inicia como un vasto social cataclismo
sobre la faz del orbe. (Rubén Darío)
En recuerdo de la audiencia de los Reyes a Colón el 20 de
enero de 1486 en el Palacio Arzobispal.
La ciudad de Alcalá de Henares
en homenaje a Isabel la Católica en el V Centenario
de su fallecimiento
26 noviembre 2004


Junto con la cita de Rubén Darío, que no queda nada claro a que viene aunque cabe suponer que tenga que ver con el descubrimiento de América, cabe destacar que la lápida, de piedra caliza y un tamaño superior al habitual pese a encontrarse a poca altura sobre el suelo, incluye sendos escudos del ayuntamiento -en la esquina superior izquierda- y de la universidad -en la superior derecha-.

Por último, al menos por el momento, hay que reseñar la más reciente de las lápidas que campean sobre la fachada del ayuntamiento, dedicada en esta ocasión a los príncipes de Asturias con motivo de una visita oficial realizada por éstos a la ciudad en el año 2006. Paradójicamente los reyes, pese a viajar a Alcalá todos los años con motivo de la entrega del premio Cervantes, junto con varias visitas más por motivos diversos, carecen de un reconocimiento similar:




Lápida de la visita de los príncipes de Asturias


Sus Altezas Reales los Príncipes de Asturias
visitaron la Ciudad de Alcalá de Henares,
Patrimonio de la Humanidad, en la jornada del
2 de Junio de 2006


La lápida, similar en diseño a varias de sus vecinas, es de piedra caliza e incluye también el consabido medallón de bronce con el escudo de la ciudad, aunque en esta ocasión está centrado en la parte superior de la misma en vez de encontrarse desviado hacia una de las esquinas, tal como ocurría en éstas.

Hubieron de pasar diez años para que Alcalá pudiera contar con una lápida nueva dedicada al Cardenal Cisneros y, al igual que la de la Universidad, conmemorativa del centenario de su fallecimiento, en esta ocasión el quinto. Se trata de una estela, o lauda, funeraria que fue descubierta en la girola de la Catedral-Magistal, justo tras el presbiterio, el día 8 de noviembre de 2016, como colofón a los actos litúrgicos que dieron inicio a la celebración del “Año Cisneros” justo un año antes de la efeméride, ya que el Cardenal falleció el 8 de noviembre de 1517. La estela, fundida en bronce, es obra del afamado escultor Julio López Hernández, dándose la circunstancia de que cuenta con un pequeño nicho en el que fueron colocados parte de los restos de Cisneros, trasladados en una solemne procesión desde el convento de San Juan de la Penitencia, habiéndose dejado los demás en el lugar que ocupaban desde 1977 en el crucero del templo.




Estela funeraria del Cardenal Cisneros en la Catedral-Magistral


La estela, con un programa iconográfico complejo, reproduce un busto del Cardenal, sus atributos eclesiásticos y una figura sedente del mismo frente a una estructura que simboliza la construcción de la Universidad. Asimismo aparece una reproducción de la piedra en la que, según la tradición, fueron martirizados los Santos Niños, patronos de Alcalá y de la diócesis. El resto de la superficie del bajorrelieve está ocupado por la siguiente inscripción que resume brevemente su biografía:


FRAY FRANCISCO XIMÉNEZ DE CISNEROS
ARZOBISPO DE TOLEDO
REFORMADOR DE LA IGLESIA
FUNDÓ LA UNIVERSIDAD DE ALCALÁ
EDITÓ LA BIBLIA POLÍGLOTA COMPLUTENSE
Y ENGRANDECIÓ ESTE TEMPLO
DE LOS SANTOS NIÑOS JUSTO Y PASTOR
1517 - 2017


Mientras que en la tapa que cubre el nicho se lee:


AQUI
YACEN
SVS RESTOS
MORTALES


Tan sólo unos meses después, en febrero de 2017, Alcalá rindió homenaje a Melchor Rodríguez García, conocido como El ángel rojo, un sindicalista que, siendo Director General de Prisiones del gobierno republicano durante la Guerra Civil, logró evitar que una turba incontrolada asaltara la vieja cárcel alcalaína de la calle de los Colegios, salvando así la vida a los más de mil quinientos prisioneros que se encontraban recluidos en ella, casi tantos como los que encontraron la muerte en el cercano Paracuellos de Jarama. Tan humanitario comportamiento le granjeó la destitución fulminante de su cargo y no evitó que, tras terminar la guerra, fuera condenado a muerte por las autoridades franquistas, condena que logró evitar, aunque no varios años de cárcel, gracias al testimonio de quienes había salvado de una muerte cierta, entre ellos el general Agustín Muñoz Grandes. Una vez cumplida la condena -volvió a ser encarcelado en 1947 por sus actividades políticas-, vivió modestamente hasta su muerte en 1972, siendo enterrado en la madrileña Sacramental de San Justo.




Lápida de Melchor Rodríguez, en la calle de Santo Tomás de Aquino


La lápida, en realidad una modesta plancha metálica, fue adosada al muro lateral de la antigua cárcel, hoy Parador de Turismo, que linda con la calle de Santo Tomás de Aquino, donde entonces se abría la entrada principal al recinto penitenciario. Su texto, que recoge una frase del propio Melchor Rodríguez, es éste:


“Se puede morir por las ideas, nunca matar”

ALCALÁ DE HENARES A
MELCHOR RODRÍGUEZ GARCÍA

En este lugar, el 8 de diciembre de 1936, Melchor Rodríguez
García, Director General de Prisiones, en cumplimiento de su
cargo, de la legalidad republicana y siguiendo sus principios
anarquistas, evitó el asalto a la prisión de Alcalá de Henares
tras un bombardeo de la aviación sublevada, salvando con ello
la vida a más de 1.532 personas recluidas.

Alcalá de Henares, 11 de febrero de 2017




1 Tomada del libro Alcalá de Henares. La ciudad del saber y del hacer. Editorial Edi-Novum. Alcalá de Henares, 1980.


Publicado el 31-10-2007
Actualizado el 13-2-2017