Las réplicas de antiguos gigantes alcalaínos
en la comparsa de Alcañices (Zamora)



Tal como he comentado en otros artículos, resulta muy difícil encontrar fotografías suficientemente detalladas de los gigantes antiguos de Alcalá, siendo además la mayor parte de ellas en blanco y negro. Sin embargo, resulta posible una aproximación por dos caminos distintos: los catálogos de los talleres especializados donde se realizaron las cabezas, que en bastantes ocasiones siguen manteniéndolas a la venta, o bien aquellas localidades que adquirieron los mismos modelos que formaron parte en el pasado de la comparsa de Alcalá, algo relativamente frecuente dado que muchos de estos cabezudos se llevan construyendo desde hace muchos años, lo que facilita la existencia de sosias de los alcalaínos.

Por supuesto este camino no sirve ni para los gigantes realizados por encargo, como la comparsa cervantina -aunque en ocasiones los talleres los “reciclan”, modificando su apariencia e incluyéndolos en sus catálogos-, ni para los confeccionados en Alcalá que son por ello modelos exclusivos, pero nos queda no obstante un amplio campo que explorar que abarca a una parte importante de la comparsa, no sólo la actual, sino también la correspondiente a los gigantes y cabezudos ya desaparecidos.

Por esta razón, he de reconocer que me causó sorpresa descubrir que algunos de los de cabezudos -allá los llaman gigantillas- de la comparsa de Alcañices, el pueblo de Zamora donde acostumbro a veranear, me sonaban bastante... cotejar las fotos tomadas en las fiestas del pueblo con las añejas fotografías de los antiguos gigantes alcalaínos fue todo uno, y éste es el resultado: al menos dos cabezas similares en ambas poblaciones.

Entonces todavía no conocía la procedencia de los cabezudos de las dos comparsas, que en el caso de Alcañices son mayoritariamente de Artesanía Mirete y de Aragonesa de Fiestas, mientras en Alcalá está bastante más diversificada. Esta circunstancia me forzó a reescribir el artículo, añadiendo los nuevos datos que desconocía cuando escribí su primera versión en septiembre de 2010.

La primera cabeza que me llamó la atención fue la de la Bruja. No la actual, sino una que hubo en los años sesenta inspirada quizá en la película de Blancanieves, de la que Alcalá contó con una nutrida muestra con dos versiones distintas de Blancanieves, como gigante y como cabezudo, junto con los cabezudos del Príncipe Azul, los siete Enanitos y la Madrastra, además claro está de la citada Bruja. Todas ellas excepto el gigante de Blancanieves, del cual no he podido averiguar su origen, salieron del taller de Artesanía Mirete y siguen estando en su catálogo.


Brujas de Alcalá como cabezudo (izquierda) y como gigante (derecha)


Se da la circunstancia de que coexistieron dos cabezas idénticas, una como gigante y la otra como cabezudo, sin que pueda conocer la razón de esta duplicidad. Por desgracia no queda el menor rastro de ninguna de ellas, por lo que resulta interesante compararlas con la de Alcañices ya que ésta, pese a estar un tanto repintada, conserva bastante bien su apariencia original..


Bruja de Alcañices y fotografía del catálogo de Artesanía Mirete


También tenemos al Verdugo, asimismo procedente de Artesanía Mirete. Durante bastantes años recorrió las calles de Alcalá, siempre como cabezudo, desapareciendo al igual que la Bruja en un momento indeterminado de la década de los años setenta.


Arriba, el Verdugo de Alcalá (izquierda) y el de Alcañices (derecha)
Abajo, fotografía del catálogo de Artesanía Mirete


Aunque algunas otras gigantillas de Alcañices tales como el Demonio, el Torero o el Lobo cuentan con homólogos en la antigua comparsa de Alcalá, se trata de cabezudos procedentes de talleres diferentes y por lo tanto distintos, aunque en una primera impresión pudieran parecer los mismos.

No podemos olvidar la existencia de la activa Asociación Cultural Gigantillas de Alcañices, que desde hace años viene revitalizando esta entrañable tradición.


Publicado el 5-9-2010
Actualizado el 20-10-2017