El brandy Cardenal Cisneros



Dentro del conjunto de las diferentes representaciones iconográficas del Cardenal Cisneros, sin duda una de las más curiosas es la que utilizó su nombre y su efigie como marca de un brandy de Jerez, hecho poco conocido al menos en Alcalá ya que esta marca de brandy no fue, por lo que yo sé, una de las que alcanzaron mayor difusión al menos en Madrid y su área circundante. No obstante, merece la pena ser recordada.

Las bodegas Sánchez Romate son unas de las más prestigiosas de Jerez y también de las más antiguas, ya que su origen se remonta hasta 1781. Éstas crearon, en un momento que no he podido determinar, la marca Cardenal Cisneros para uno de sus brandies, el cual correspondía a la gama media de este tipo de bebidas, etiquetada como Reserva primero y, con posterioridad, Solera especial y Solera reserva en la actualidad, mientras la gama alta, denominada Solera gran reserva, estaba y sigue estando cubierta por la marca Cardenal Mendoza, asimismo otro prelado toledano aunque éste, a diferencia de Cisneros, apenas tuvo vinculación con Alcalá.

Sin embargo, en la página web de la bodega ya no aparece el brandy Cardenal Cisneros en su catálogo, lo que hace suponer que esta marca ha debido de ser sustituida por la de Romate, que es la que actualmente comercializa ahora Sánchez Romate bajo la denominación de Solera reserva. En realidad el brandy Cardenal Cisneros sí se sigue vendiendo, pero bajo otras condiciones distintas tal como veremos más adelante.

Dadas las circunstancias, en la mayoría de los casos no me ha sido posible conseguir ni las etiquetas ni las botellas originales, razón por la que he tenido que recurrir a las ilustraciones que he encontrado en internet, por lo general pertenecientes a páginas de compraventa para coleccionistas; por cierto, el precio que se suele pedir por ellas es muy elevado.

Otro problema ha sido el de ordenar los distintos tipos de botellas y etiquetas en orden cronológico, ya que al haber sido comercializado este brandy durante muchos años éstas, lógicamente han ido variando con el tiempo. No obstante, la más antigua de todas ellas parece ser una en cuya etiqueta no aparecen ni la palabra brandy ni tampoco la de coñac, que era como se comercializaron tradicionalmente los brandies españoles hasta que, a mediados del siglo XX, las presiones francesas -Cognac es una denominación de origen- obligaron a retirarla. Esto hace pensar que la botella pueda proceder precisamente de cuando tuvo lugar el cambio de denominación, momento en el que no era posible utilizar ya la denominación de coñac al tiempo que los consumidores españoles todavía no estaban acostumbrados al entonces exótico brandy, con lo cual resultaba ser una solución de compromiso. Sin embargo ya aparece resaltada la palabra Reserva, indicando que se trataba de un brandy de categoría superior a la de los brandies normales.



La siguiente versión, según todos los indicios, fue una que tenía la particularidad de reproducir, en parte, la fachada de la Universidad de Alcalá, mientras la cuidada caja hacía lo propio con el retrato y el escudo del cardenal. En la etiqueta, por cierto, ya aparece la palabra brandy, aunque todavía figura la denominación anticuada de Reserva.



En una variante más moderna de la etiqueta desaparecieron las referencias complutenses, aunque en el cuello de la botella aparecía un sello con el busto del cardenal. Por cierto, en la etiqueta aparecía la denominación Solera especial, posterior a la antigua Reserva pero anterior a la actual Solera reserva.



Aunque este diseño se mantuvo al parecer durante bastante tiempo, el busto de Cisneros acabaría desapareciendo siendo sustituido por un lacre. Lo que sí hubo fueron distintas variantes en el diseño de la caja de cartón en la que se guardaba la botella.



Tras leer mi artículo, un amable lector me remitió unas fotografías muy detalladas de una botella que acababa de comprar. La botella en sí no presentaba variaciones significativas, ya que la etiqueta era la misma y tan sólo el lacre aparecía sustituido por un relieve. Más interesante era la caja, ya que sus cuatro lados estaban decorados con diferentes motivos. La cara delantera reproduce una fotografía frontal de la botella en la que, si bien la etiqueta es idéntica, en lugar del relieve figura el medallón con el busto de Cisneros, quizá por aprovecharse un diseño anterior. La cara trasera, por su parte, es una versión “estirada” de la etiqueta.

Las dos caras laterales representan un total de seis escenas, tres en cada una de ellas, de episodios históricos o lugares relacionados con el Cardenal. Dos son de la Alhambra, una vista general y otra del Patio de los Leones; otra de la conquista de Orán, y otras dos corresponden a sendos relieves renacentistas de los Reyes Católicos y Cisneros. La sexta y última está dedicada a la fachada de la Universidad de Alcalá que, paradójicamente, el Cardenal no llegó a ver en vida, en concreto a la ventana central flanqueada por los alabarderos y los atlantes.



Por último, hace años encontré, en la propia página web de la bodega, lo que parecía ser una variante especial de este brandy:



Y hasta aquí llega la historia del brandy Cardenal Cisneros comercializado directamente por la bodega que lo elabora, aunque no la de su reencarnación en forma de marca blanca. Yo, desde hacía tiempo, conocía que El Corte Inglés vendía un brandy de marca propia elaborado por las bodegas de Sánchez Romate, y de hecho lo compraba porque, dentro de su categoría, era uno de los mejores y presentaba además un precio muy adecuado. También suponía que ese brandy era precisamente el mismo que el embotellado con la marca Cardenal Cisneros, por entonces ya muy difícil de encontrar incluso en tiendas especializadas de licores.

Pero hete aquí que un buen día, hace ya de esto varios años, el brandy marca El Corte Inglés cambió de etiqueta pasando a llamarse Cardenal Cisneros, sin que esto modificara su condición de marca blanca de estos grandes almacenes. Lo que sí cambió, lógicamente, fue la etiqueta, tal como se puede comprobar en las fotografías en las que la reproduzco, aunque no me fue posible despegar la etiqueta y la contraetiqueta sin que éstas quedaran destrozadas.

Aunque no puedo asegurar nada al respecto, todo los indicios conducen a suponer que este cambio de etiqueta en la modalidad comercializada por El Corte Inglés debió de coincidir con la retirada del mercado de la marca Cardenal Cisneros por parte de la bodega que, aunque sigue comercializando este mismo brandy, ahora lo hace, tal como he explicado anteriormente, bajo la marca Romate.



Para terminar, tenemos también un vino de Jerez elaborado por la misma bodega Sánchez Romate, en concreto un reserva especial de la variedad dulce Pedro Ximénez, que sí sigue comercializando y del que he podido encontrar al menos dos botellas diferentes.



La ficha técnica del vino, tomada de la página web de la bodega, es la siguiente:


Tipo Pedro Ximénez
Capacidad 0,75 L
Caja de 6
Dimensiones 26,5 × 18 × 33,5
Peso caja 8,9 kg
Palet Estándar 115 cajas
Euro palet 85 cajas
Graduación 18º
Vejez +15 años
Uva Pedro Ximénez
Vista Caoba y muy denso
Olfato Suave, delicado, reminiscencia a pasas
Gusto Muy dulce, aterciopelado, agradable, suave, exquisito
Gastronomía Vino de postres, helados, pastas, queso azul

Publicado el 6-12-2013
Actualizado el 6-4-2018