La presencia de Cervantes en Salamanca





Vista de la calle Cervantes. con la Clerecía al fondo. Fotografía tomada de Google Maps



Pese a que no se conoce ningún documento que avale el paso de Cervantes por Salamanca, una tradición local, y como tal no comprobada, afirma que el escritor alcalaíno residió dos años en ella durante su juventud. Incluso un ilustre cervantista, Martín Fernández de Navarrete, publicó en 1819 una biografía en la que afirmaba la existencia de un libro de matrículas de la Universidad salmantina en el que figuraba registrado Cervantes, un hecho ciertamente singular puesto que no existe la menor constancia de que el autor del Quijote llegar a cursar estudios universitarios ni en esta universidad, ni en ninguna otra. Dado que posteriormente no ha sido posible encontrar ese libro de matrículas, caben dos posibilidades: o bien la información, transmitida a Fernández de Navarrete por un antiguo catedrático de la Universidad salmantina, era errónea, o bien este documento se ha perdido.

En cualquier caso, tal como dice la conocida expresión italiana se non è vero, è ben trovato, de modo que el Ayuntamiento de la ciudad decidió cambiar el nombre de la calle de Moros, en la que la tradición situaba su casa, por la de Cervantes que sigue ostentando actualmente. La calle, por cierto, está situada en pleno casco antiguo, tras el imponente edificio de la Clerecía.

De lo que no cabe duda es que, con independencia de todo lo anteriormente expuesto, Cervantes conocía perfectamente Salamanca, la cual es mencionada tanto en el Quijote como en El Licenciado Vidriera, una de sus más conocidas Novelas Ejemplares, así como en otras novelas tales como La tía fingida, La ilustre fregona o Los trabajos de Persiles y Sigismunda, o en el entremés La cueva de Salamanca.

Son también frecuentes las alusiones de Cervantes a la Universidad salmantina, algo sorprendente dado que no ocurre lo mismo con las otras dos grandes universidades castellanas de su época, la de Alcalá y la de Valladolid, pese a estar vinculado a ambas ciudades. De hecho, llama mucho la atención que, salvo aquellos personajes a los que pretendía ridiculizar haciéndoles alumnos de universidades de escasa importancia tales como la de Sigüenza o la de Osuna, todos los universitarios que aparecen en el Quijote, incluyendo el bachiller Sansón Carrasco, habían estudiado en Salamanca, pese a que la Universidad complutense era con mucho la más cercana a las tierras manchegas y los estudiantes naturales de ellas contaban incluso con un colegio menor propio, el de los Manchegos, que estuvo situado en la calle de Santa Úrsula.

Por estas razones, no es de extrañar que Salamanca homenajease a Cervantes no sólo con la citada calle, sino también con un medallón en su monumental Plaza Mayor y un par de lápidas conmemorativas.




Medallón de la Plaza Mayor


El medallón es uno de los más de sesenta que decoran las enjutas -los espacios situados entre dos arcos, sobre los pilares- de las cuatro crujías de la plaza, los cuales conforman un complejo programa iconográfico que abarca reyes, personajes históricos, escritores, artistas y alegorías. El de Cervantes, en concreto, es el segundo -el anterior a él está vacío- del denominado Pabellón de Petrineros, la crujía oeste de la plaza, y está situado junto al arco que comunica la plaza con la vecina calle del Prior. De confección relativamente reciente, ya que fue tallado en 1973 por el escultor salmantino Agustín Casillas, representa al busto de Cervantes de frente, con unos rasgos que recuerdan a los del falso retrato de Jáuregui. Una plancha de bronce situada en su base tiene grabado el nombre del escritor.

Pasemos ahora a las lápidas. Éstas están situadas en la fachada trasera de la Universidad que da a la plaza de Anaya, frente a la Catedral Nueva. La más antigua de ellas conmemora el tercer centenario de la muerte de Cervantes, lo que permite datarla en 1916 aunque en ella no figura el año, sino solamente el día en el que fue descubierta, el 23 de abril. El texto que reproduce, extraído de El Licenciado Vidriera, dice lo siguiente:




Lápida del III centenario de la muerte de Cervantes
Fotografía tomada de http://rutastranquilas.blogspot.com.es


Salamanca, que enhechiza a voluntad
de volver a ella a todos los que de la
apacibilidad de su vivienda han gustado

(DEL LCDO VIDRIERA)
AL III. CENTENARIO DE LA MUERTE DE CERVANTES


En la parte inferior, junto a la fecha, aparece citado el organismo que la promovió, la Junta Provincial, cabe suponer que creada ex profeso para conmemorar la efeméride.

La segunda lápida, que en realidad no es tal puesto que está pintada directamente sobre la piedra de la fachada, se alza apenas a unos metros de distancia de la anterior, junto a la esquina del edificio. Es mucho más reciente, ya que data de 2005 y, como cabe suponer, conmemora el cuarto centenario de la publicación del Quijote, de cuya segunda parte reproduce una de las frases más conocidas:




Lápida del IV centenario de la publicación del Quijote
Fotografía tomada de https://www.studyabroad101.com


“LA LIBERTAD, SANCHO,
ES VNO DE LOS MÁS PRECIOSOS DONES
QVE A LOS HOMBRES DIERON LOS CIELOS.
CON ELLA NO PVEDEN IGVALARSE
LOS TESOROS QVE ENCIERRA LA TIERRA
NI EL MAR ENCVBRE”

DON QVIJOTE DE LA MANCHA, II, CAP. 58

SS. MM. LOS REYES ACOMPAÑADOS POR
LOS JEFES DE ESTADO Y DE GOBIERNO
IBEROAMERICANOS, DESCVBRIERON
ESTA PLACA CON MOTIVO DE
LA XV CVMBRE IBEROAMERICANA

IV CENTENARIO DE
LA PVBLICACION DE “EL QVIJOTE”

EL AYVNTAMIENTO DE LA CIVDAD. 14 DE OCTVBRE DE 2005


Aparte de estas iniciativas institucionales, son varios los establecimientos salmantinos que ostentan el nombre de nuestro escritor: una residencia universitaria situada en la calle de su nombre, una de las librerías más conocidas de la ciudad, lamentablemente cerrada en febrero de este mismo año, o un popular mesón ubicado en la misma Plaza Mayor.


Publicado el 24-8-2016