Una modificación del callejero en 1882





El Arco de la Universidad antes de ser demolido



Hace algunas semanas Jesús Fernández Majolero puso en mis manos la fotocopia de una página de un periódico antiguo de Alcalá, concretamente el número 159 de El Heraldo Complutense, fechado el día 17 de septiembre de 1882. A pesar de tratarse sólo de una página ésta no tiene desperdicio, lo que confirma lo que siempre he dicho de que los periódicos suelen ser, en muchas ocasiones, los mejores termómetros de la vida de una ciudad.

Son varias, pues, las noticias interesantes acerca de los problemas y las preocupaciones que afectaban a los alcalaínos de hace ciento once años, todos ellos fielmente reflejados en el periódico en cuestión; pero puesto que sería demasiado largo interesarnos en todos ellos, vaya hoy la trascripción de una noticia que se me ha antojado curiosa, el cambio de nombre de varias calles de la ciudad. Hay que reseñar que, mientras que en la actualidad el callejero de Alcalá se está modificando continuamente debido a la construcción de nuevas calles, hace un siglo la situación era completamente distinta ya que el estancamiento urbanístico de la ciudad hacía que no existieran nuevas vías para bautizar, lo que provocaba que las modificaciones del callejero fueran a expensas de cambios en los nombres tradicionales de calles antiguas; costumbre hoy reprobable dado que siempre es preferible conservar los nombres antiguos, pero que entonces estaba muy extendida en España.

Juicios de valor aparte, lo cierto es que de la docena de nombres propuestos todos menos uno prosperaron siendo hoy los que figuran en el callejero actual estando, pues, completamente asentados. La única excepción es la de la calle de Cruz de Flores, que conserva su nombre tradicional en vez del propuesto de Cardenal Fonseca, aunque hay que reseñar que en una de las últimas remodelaciones del callejero, hace poco más de siete años, se buscó un hueco para el cardenal Fonseca dedicándole la antigua calle de la Esgaravita, una transversal de la avenida de Juan de Austria a la que se le cambió el nombre para evitar duplicidades con el cercano camino de la Esgaravita. Se cumplió así, de una manera un tanto tardía, la voluntad del antiguo ayuntamiento alcalaíno de honrar la memoria de personajes ilustres relacionados con la ciudad.

Pero centrémonos sin más dilación en la reseña en cuestión, que transcribo íntegramente:




CALLES CON NUEVO NOMBRE

En una de sus últimas sesiones ha acordado el Ayuntamiento, como saben nuestros lectores, sustituir el nombre que llevan actualmente algunas calles de esta ciudad con otros que recuerdan hijos ilustres de la misma, ó personajes que contribuyeron á darla interés é importancia.

Digna es de sincero aplauso esta determinacion del Municipio propuesta á la sazon por el concejal señor Vega; pero digna es tambien de que, al continuarla en lo sucesivo se proceda con gran estudio y no menor parsimonia.

Con estudio, á fin de que el nuevo nombre que se aplique á tal ó cual calle guarde con ella, si es posible, alguna relacion histórica; con parsimonia, porque si es cosa dificil hacer olvidar al público la denominacion primitiva de una calle, mucho mas dificil ha de ser hacerle olvidar el de muchas, y obligarle á sustituir los antiguos nombres por otros nuevos.

A fin de ayudar á esto último, el Ayuntamiento debe proceder seguidamente á colocar en las calles que han sido objeto de esta reforma los rótulos respectivos.

Estas calles son doce y el cambio de denominacion que han sufrido es el siguiente:


Nombres antiguos Nombres modernos
Arco de la Universidad Pedro Gumiel
Chapineria Cardenal Tenorio
Ciprés Cardenal Tavera
Cruz de las Flores Cardenal Fonseca
Empedrada Don Juan I
Enseñanza Infanta Catalina
Hornos Divino Figueroa
Matadero Portilla
Pósito Emperador Fernando
Redondilla de Palacio Cardenal Sandoval
Rojo Rico Home
Toril Bustamante de la Cámara



Como ya comenté, tan sólo la calle de Cruz de Flores quedó sin cambiar de denominación siendo efectivo el nuevo nombre en las once restantes aunque con una salvedad, el intercambio entre las calles de la Chapinería y de los Hornos o, si se prefiere, del Cardenal Tenorio y del Divino Figueroa, que vieron trocadas sus denominaciones en relación con la propuesta municipal, ya que la actual calle del Cardenal Tenorio es la antigua de los Hornos y la del Divino Figueroa la de la Chapinería, justo al contrario de lo publicado en El Heraldo Complutense. Las nueve calles restantes no sufrieron la menor alteración aunque algunas de ellas, como es el caso de la del Matadero o de la Empedrada, continuaron conservando su nombre tradicional de forma popular casi hasta nuestros días.

Y es que, como se puede comprobar, la costumbre de cambiar los nombres a las calles no es precisamente nueva.


Publicado el 6-2-1993, en el nº 1.321 de Puerta de Madrid
Actualizado el 26-4-2007