Por conocida, no voy a repetir la gesta de este soldado español que en la guerra de Cuba, hace ahora cien años, abordó la heroicidad de salvar el cerco al que tenían sometidos los insurrectos cubanos a un destacamento español, en el lugar de Cascorro, sin más armas que una lata de gasolina. También es sumamente conocida la estatua suya que preside la plaza de Cascorro, en pleno corazón del rastro madrileño, pero... ¿qué relación tuvo Eloy Gonzalo con Alcalá?

Con una infancia difícil (fue abandonado en la inclusa madrileña y criado hasta los once años por la familia de un guardia civil), tras ganarse la vida en múltiples oficios ingresó con 21 años de edad en el regimiento de Dragones de Lusitania, una unidad de caballería que estaba acantonada en Alcalá. Seis años después, y a causa de un altercado con un oficial, sería condenado a prisión militar que conmutaría por una plaza de voluntario en Cuba, entonces en plena guerra de independencia. No falleció Eloy Gonzalo en el acto que lo hizo célebre, pero caería un año después víctima del principal enemigo de las tropas coloniales españolas, las enfermedades tropicales, con veintiocho años de edad.