Diego González de Toro y Villalobos



Nacido en la localidad pacense de Jerez de los Caballeros el 1 de enero de 1675, cursó sus primeros estudios en su ciudad natal antes de ingresar en la Universidad de Alcalá, donde se doctoró en Derecho Canónico y Civil en 1708. Ordenado sacerdote en mayo de 1711, fue propuesto para oidor en una audiencia americana y para gobernador de Toledo, cargos a los que renunció al ser incompatibles con su vocación religiosa. En agosto de 1717, tras la muerte del obispo de Málaga, fue designado provisor, vicario general y gobernador de esta diócesis, de la que fue responsable durante el período de sede vacante que perduró hasta 1725.

Durante este período fundó en 1718 el Beaterio de Álora y un año más tarde, en 1719, se volcó en el auxilio de los enfermos de la gran epidemia de disentería que asoló a la ciudad y su entorno, lo cual le supuso el contagio del que logró sanar. En julio de 1721 se le asignó una canonjía en el cabildo catedral, de la que fue consagrado obispo tomando posesión de su cargo el 27 de marzo de 1726.

Ya como obispo malacitano desarrolló una intensa labor pastoral y de atención a los más necesitados, realizando una visita pastoral por la diócesis a veces en condiciones penosas a causa de lo accidentado del territorio. Fundó el Refugio Jesús Nazareno para ancianas pobres y desvalidas, reedificó más de cuarenta templos y el Hospital de San Marcos de Vélez-Málaga y auxilió a los malagueños durante la gran riada de 1727.

En 1734 fue nombrado obispo de Cuenca, cargo al que intentó renunciar, tomando posesión de éste hasta su muerte ocurrida el 13 de septiembre de 1737. Tiene dedicada una calle en Málaga.


Publicado el 24-4-2017